martes, 26 de diciembre de 2017

Cine Barato: Jumanji: En la Selva


 
Hay una lección que aparentemente soy incapaz de aprender: Nunca juzgues a un libro por su portada, o en este caso, no juzgues una película por ser un remake o secuela. El simple hecho de querer “modernizar” un clásico como la original Jumanji me parecía toda una blasfemia, además de ser completamente innecesario, es por eso que esperaba muy poco de Jumanji: En la Selva, por fortuna me lleve una muy agradable sorpresa al descubrir que esta nueva entrega de la serie es una de las experiencias muy divertida por sí misma.
En Jumanji: En la Selva veremos las aventuras de un grupo de jóvenes atrapados en una exótica y mágica jungla. Debido a malentendidos y una que otra acción inapropiada durante horas de clase, Spencer (Alex Wolff/Dwayne Johnson), Bethany (Madison Iseman/Jack Black), Anthony (Ser´Darius Baina/Kevin Hart) y Martha (Morgan Turner/Karen Gillan) son castigados y obligados a quedarse en la escuela después de clases. Mientras limpian un aula abandonada como castigo, los cuatro jóvenes se topan con un misterioso videojuego que los transporta a la misteriosa jungla de Jumanji. Atrapados en cuerpos ajenos y en medio un entorno muy hostil, los cuatro chicos deberán de buscar la forma de regresar al mundo real sin morir en el intento.
Lo primero que hay que aclarar sobre Jumanji: En la Selva es que se podría considerar como un “soft reboot”, o en términos menos rebuscados, sirve tanto como una secuela de la película original y al mismo tiempo como una introducción a la franquicia, y aunque pueda sonar difícil de creer, la película logra alcanzar ambos objetivos de manera muy competente. El concepto de un “juego mágico”, así como muchas de las subtramas que se manejas son tomadas directamente de la película original, pero aun así se logra evitar ser un trabajo de “copiar y pegar” al presentarnos un reparto de personajes completamente diferentes y una serie de aventuras emocionantes y divertidas completamente nuevas (o por lo menos en su mayor parte).
La comedia siempre está presente durante toda la película, incluso en los momentos más “serios” de la historia, lo cual ayuda a que todo el filme mantenga el mismo tono relajado de principio a fin, haciendo que la historia no se tome demasiado en serio a si misma, prefiriendo en su lugar darnos una aventura cómica muy divertida y un ritmo que hace que la trama nunca se detenga.
Mucho del humor del filme se desprende de un concepto muy sencillo pero efectivo. Cada personaje tiene una personalidad completamente distinta a la del actor que lo interpreta. Dwayne Johnson es un nerd inseguro y asustadizo, Kevin Hart es un jugador de futbol americano atrapado en un cuerpo escuálido y débil, Jack Black hace el papel de una egocéntrica y vanidosa chica de secundaria y Karen Gillan tiene la personalidad una tímida muchacha atrapada en el cuerpo de una de las mujeres más bellas que jamás hayan existido en la historia de la humanidad (y estoy dispuesto a pelear con cualquiera que opine lo contrario). Este concepto tan sencillo se aprovecha muy bien al tener una muy buena química entre sus personajes, y puede que cada uno de sus arcos argumentales sea demasiado básico y predecible, pero cada uno de los protagonistas logra tener un verdadero crecimiento de personaje dentro de la relativamente breve historia.
Como casi todo en la vida Jumanji: En la Selva dista de ser perfecta. Los efectos especiales en momentos son demasiado ridículos para tomarse en serio, el antagonista es tan plano e intrascendente que su presencia termina siendo innecesaria  y la historia es demasiado simple, sin embargo el hecho de que su principal objetivo sea darnos una serie de aventuras cómicas entretenidas y no ser una historia épica que planee cambiar el género de aventura como lo conocemos hace que Jumanji: En la Selva sea un rato muy, MUY agradable, tal vez no trascendental en la historia del cine, pero definitivamente es una experiencia muy entretenida. La nostalgia es la que me hace pensar en la Jumanji original como todo un clásico y tal vez para mí esta secuela no llegue a ese nivel, pero quien sabe, quizá dentro de veinte años una nueva generación vea a Jumanji: En la Selva con el mismo cariño y nostalgia con la que yo veo a la cinta original, de cualquier forma les recomiendo que le den una oportunidad a esta cinta, la cual es mucho más entretenida de lo que pensé que podría ser.

Jumanji: En la Selva: 4/5. Muy Buena.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: La Momia (2017), Escalofríos (2015)
No tan buena como: Jumanji (1995), Kong: La Isla Calavera (2017)

lunes, 25 de diciembre de 2017

Cine Barato: Cuando los Hijos Regresan


 
No están ustedes para saberlo ni yo para contarlo, pero quiero que sepan que mientras veía Cuando los Hijos Regresan me sentí un poco incómodo, ya que en un principio el filme me saco de mi zona de confort ¿Sería esta la segunda película mexicana al hilo que tendría que recomendar? Afortunadamente (supongo) al llegar más o menos a la mitad, la calidad de la cinta cayó en picada a la acostumbrada mediocridad del cine nacional, haciendo que mi odio siga siendo justificado.
En Cuando los Hijos Regresan veremos las desventuras a las que se enfrentan una pareja casada cuando sus hijos, todos ya mayores, deben regresar a vivir a la casa en que fueron criados. Después de una larga vida de trabajo, Manuel (Fernando Luján) ha decidido jubilarse y vivir un retiro tranquilo junto a su esposa Adelina (Carmen Maura). Los planes de Manuel y Adelina se ven interrumpidos cuando, por cuestiones monetarias o malentendidos personales, cada uno de sus hijos regresan a vivir con ellos. Ahora Manuel y Adelina harán todo lo posible por sacar a sus arrimados hijos de la casa y ayudarlos a que cada uno continúe con su propia vida.
Puede que la primera mitad del filme no sea verdaderamente original, ni en su trama ni en sus personajes, sin embargo, con actuaciones decentes y un ritmo bastante agradable, el inicio de la cinta pintaba bastante bien, siempre llevando el tono relajado de una comedia ligera, pero todo esto va degradándose poco a poco entre más avanza la historia.
Para la segunda parte de la película ya tenemos a un reparto muy numeroso, la mitad del cual no se desarrolla adecuadamente y que, siendo sinceros, no resulta tan gracioso como los mismos actores piensan que son. Lo peor del caso es que muchos de los chistes resultan chistosos, por lo menos en un principio, pero por alguna razón u otra se decide alargar estos segmentos de manera innecesaria, perdiendo la gracia cada minuto que pasa ¿Por qué conformarse con un buen chiste de un par de minutos si podemos alargarlo hasta hacer una escena de diez minutos o más? En este caso “más” no necesariamente significa “mejor”.
El tiempo que se desperdicia en chistes sosos pudo haberse utilizado mejor para arreglar los numerosos agujeros en la trama. Para sorpresa de absolutamente nadie, la historia alcanza un final feliz, uno sacado completamente de la manga, basado en más chistes sin gracias, soluciones que no son más que un aburrido “Deux Ex Machina” y supuestos arcos de personaje que nunca se plantearon en primer lugar y que en muchas ocasiones se sienten como la solución a un problema que nunca vimos para empezar.
No sé si se deba a un caso de “demasiados chefs en la cocina” como dicen por ahí, pero la tan dispar calidad entre la primera mitad de la película y la segunda me hace pensar que cada uno de los guionistas tenían una visión muy distinta para el proyecto y nunca lograron ponerse de acuerdo entre ellos, dando como resultado un revoltijo que, aunque no es incomprensible, si resulta rebuscado y en momentos carente de sentido. Cuando los Hijos Regresan tiene sus buenos momentos, pero el producto final no es más que un montón de potencial desperdiciado con uno que otro momento divertido, pero ¡Hey! ¿No es precisamente eso lo más característico del cine mexicano?

Cuando los Hijos Regresan: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: El Cumple de la Abuela (2015), 3 Idiotas (2017), El que Busca Encuentra (2017).
No tan buena como: Hazlo como Hombre (2017), El Jeremías (2015).

viernes, 22 de diciembre de 2017

Video-reseña: Star Wars: Los Últimos Jedi

Video-reseña: La Navidad de las Madres Rebeldes

Video-reseña: Camino a Marte

Cine Barato: Extraordinario


 
Hay dos razones por las que no me agradan las películas “con mensaje”, de esas que están diseñadas específicamente para ser emocionalmente manipuladoras, de las que cuentan con una tierna historia que casi siempre se siente sacada de un libro de superación personal; para empezar los intentos de provocar empatía son completamente inútiles en mi debido a mi propia misantropía, por otro lado estas historias casi siempre son terriblemente melosas, predecibles y por lo tanto aburridas, ya que desde que empieza la película ya sabes cómo va a terminar. Extraordinario es todo lo anterior y más, pero para mi sorpresa logra dar unos cuantos elementos lo suficientemente buenos para evitar que la odie por completo.
En Extraordinario veremos la historia de un niño que lucha por ser socialmente aceptado a pesar de sus condiciones físicas. Debido a una rara enfermedad genética, “Auggie” Pullman (Jacob Tremblay) ha pasado por muchas cirugías que lo han ayudado a mejorar su calidad de vida, pero que desafortunadamente no han logrado reconstruir su rostro, lo cual lo hace sentirse inseguro cuando sus padres deciden enviarlo por primera vez a una escuela pública. Enfrentándose a sus propios miedos y al prejuicio de los demás niños, “Auggie” poco a poco ira aprendiendo a hacer verdaderas amistades y encontrar una visión positiva de la vida.
Sí, lo sé, soy un monstruo desalmado que está muerto por dentro por decirlo de manera tan insensible y directa, pero tengo que ir directo al punto: Niño deforme tiene dificultades para ser aceptado, poco a poco es apreciado y al final todo el mundo vive feliz para siempre. Esta es toda la trama de la película, que resulta emocionalmente manipuladora, trillada y sin mucho chiste que digamos, pero si esto fuera todo lo que Extraordinario ofrece, aquí mismo terminaría la reseña, pero hay más en esta cinta de lo que se pude ver a primera vista.
La historia, como ya repetí hasta el cansancio, es terriblemente trillada y predecible, lo interesante es que la película cambia varias veces de punto de vista, dando importancia a muchos de los personajes secundarios. La trama siempre tiene como punto de enfoque a “Auggie”, el indiscutible personaje principal, lo interesante es ver como su delicada y muy poco ortodoxa vida llena de dificultades no solamente lo afecta a él sino a todos a su alrededor, tanto dentro como fuera de su propia familia. Cada que cambiamos de narrador se nos deja ver un enfoque diferente a un mismo problema, lo cual no solo enriquece mucho la trama sino que también nos ayuda a conocer a los otros personajes más a fondo, lo cual sirve a que verdaderamente empaticemos con ellos, no solo porque eso es lo que “se espera” dentro de este tipo de historias, sino porque realmente vemos los distintos problemas a los que todos ellos se enfrentan y, sorprendentemente, no todos están tan intrincadamente enlazados con el personaje principal.
Casi todo personaje secundario tiene la oportunidad de contar su propia historia, pero la palabra clave aquí es: “casi”. Debido a lo numeroso del reparto, al filme le resulta difícil dar el mismo nivel de atención a cada personaje, haciendo que algunas subtramas se sientan demasiado apresuradas e incluso incompletas, lo cual si resulta algo decepcionante, pero para dar honor a quien honor merece, si en verdad se desarrollara a todos los personajes con el mismo nivel de detalle, la película duraría unas cuatro horas y se convertiría en algo verdaderamente insoportable, un extremo que fortuna la producción nunca alcanza.
Se supone que Extraordinario debería dejarme con un buen sabor de boca, siendo, supuestamente, una de esas historias que resultan tiernas e inspiradores, lo cual debo aceptar que sí es, pero debido a que soy un pinche amargado la cinta nunca logro tocarme el inexistente corazón. Sí, la trama es emocionalmente manipuladora, en más de una ocasión decide resolver problemas de la nada y el final es vomitivamente cursi ¿Pero saben qué? Dentro de tanta dulzura se deja ver una historia muy bien contada, con suficientes elementos destacables como para ser interesante, tierna, emotiva y esperanzadora al mismo tiempo. No es precisamente de mi agrado, pero si tienen ganas de ver una de estas películas supuestamente “inspiradoras”, Extraordinario es probablemente su mejor opción.

Extraordinario: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Lo que de Verdad Importa (2017), Todo Todo (2017), La Razón de Estar Contigo (2017), Hombre de Familia (2017)
No tan buena como: En Este Rincón del Mundo (2016).

lunes, 18 de diciembre de 2017

Cine Barato: Star Wars: Los Últimos Jedi


 
Me atrevo a decir que el estreno de una nueva película de Star Wars siempre, SIEMPRE será un gran evento en el mundo del cine sin importar la calidad del producto final, digo, si las precuelas no lograron matar a la franquicia eso significa que es prácticamente indestructible. Lo anterior lo digo porque en muchas ocasiones la devoción de los fans (grupo en el que me incluyo) nos hace exaltar más de lo que deberíamos a una cinta por el simple hecho de tener Star Wars en el título. Si les parece que me estoy poniendo a la defensiva es porque en verdad lo estoy haciendo ya que, aunque pienso que Los Últimos Jedi es una digna integrante de la mitología de La Guerra de las Galaxias y puedo decir sin titubear que la disfrute muchísimo, creo que lo único que recordará aquel que lea esta reseña es que voy a decir que la película no me encantó tanto como las últimas dos entregas de la serie. Ódienme todo lo que quieran, solo estoy dando mi opinión…
En Los Últimos Jedi regresamos una vez más a la galaxia muy, muy lejana favorita de todo el mundo. Aun con sus victorias resientes, la Resistencia que se opone al poderoso Imperio Galáctico se ve amenazada a ser completamente erradicada. Mientras la General Leia Organa (Carrie Fisher) y sus aliados buscan la forma de escapar del abrumador poder militar del Imperio, Rey (Daisy Ridley) se encuentra con el legendario Luke Skywalker (Mark Hamill), quien se muestra renuente a enfrentar una vez más a los remanentes del Imperio Galáctico.  Con todo en contra, La Resistencia se prepara para su pelea más desesperada contra el Imperio hasta la fecha.
No voy a mentir, en verdad me sentí muy emocionado al ver una vez a los personajes de esta saga, tanto a los más recientes como aquellos legendarios veteranos de la trilogía original, ya que no se deja de sentir que nos reunimos con un grupo de viejos amigos a los que no hemos visto en mucho tiempo; por otro lado, y de antemano pido perdón si le ofende a alguien mi opinión, me incomoda un poco que el primer dialogo de la cinta sea prácticamente un chiste de “tu mamá”, algo que es el reflejo de un problema constante en la cinta. Esta nueva entrega no deja de sufrir un poco del “efecto Marvel” (termino que acabo de acuñar de absolutamente ningún lado), es decir que la trama en más de una ocasión se detiene para contarnos un chiste. No me malentiendan, el humor ha sido un elemento constante dentro de toda la saga (y no me refiero al humor involuntario de las precuelas), y siempre se agradecen estos momentos de levedad en la historia, además de que estas “interrupciones” nunca son demasiado largas, intrusivas o fuera de lugar, pero cuando estas suceden se siente como si en verdad la historia se detuviera por un par de segundos para hacernos reír, lo cual por lo menos en mi caso sí logra hacer, pero al hacerlo se rompe un poco con el ritmo de la trama, no demasiado y de manera casi imperceptible, pero ese detalle está ahí.
La trama de la película en verdad me dejo con un muy buen sabor de boca, ya que casi todo personaje en verdad logra mostrar su crecimiento a la hora de seguir con sus historias individuales, cada uno logrando seguir con un bien desarrollado arco argumental, la frase clave en lo anterior es: “CASI todo personaje”. El “problema”, si en verdad quieren llamarlo así, es que la gran mayoría de los personajes, tanto protagonistas como antagonistas son tan bien desarrollados que los pocos personajes que no muestran el mismo nivel de detalle en sus historias individuales los hacen resaltar como “el patito feo”, como si sus historias estuviesen incompletas y que, tristemente, resultan irrelevantes para la trama en general.
Sé que para este momento ya deben de odiarme, así que poco o nada puedo hacer por evitar que me tachen como un “hater” (pinche anglicismo mamón…), por lo que no tengo ningún problema en decir que por cada cosa que la película hacia que me resultaba difícil de tragar, la producción lograba hacer dos o más que en verdad me fascinaron. La historia en verdad cuenta con el estilo “épico” que caracteriza a la saga, así como también logra dar muchas, MUCHAS sorpresas al jugar con las expectativas del público, haciendo que en más de una ocasión verdaderamente no sepamos hacia donde se dirige la historia, lo cual para mi gusto la convierte en algo mucho menos predecible y por lo tanto más emocionante. Cada película en esta nueva etapa ha tenido un objetivo específico para Star Wars; El Despertar de la Fuerza  fue un grato recordatorio de todo aquello que nos hizo enamorarnos de esta franquicia en primer lugar, Rogue One nos enseñó que el término “precuela” puede valer la pena (a pesar de los esfuerzos de George Lucas por demostrar lo contrario), por su parte, Los Últimos Jedi se encarga de pasar la antorcha a una nueva generación, tanto de fans como del equipo creativo detrás de esta serie. No sé qué depare el futuro de la saga y, créanlo o no, eso en lugar de desalentarme me causa mucha emoción. Puede que Los Últimos Jedi no sea perfecta, pero sus aciertos sobrepasan mucho a sus errores, haciendo que la producción en verdad valga la pena.

Star Wars: Los Últimos Jedi: 4/5. Muy Buena.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Star Wars: El Desertar de la Fuerza (2015).
No tan buena como: Rogue One (2016).

Cine Barato: La Navidad de las Madres Rebeldes


Tal vez no fue una cinta revolucionaria ni mucho menos, pero debo reconocer que El Club de las Madres Rebeldes fue una película que disfrute mucho el año pasado, siendo una comedia que me resulto genuinamente graciosa; tal vez debido a lo anterior mis expectativas para La Navidad de las Madres Rebeldes eran mucho mayores de las que debería tener, es por eso que esta secuela navideña no sólo se puede considerar mala sino también muy, muy decepcionante al compararla con la primera película.
En La Navidad de las Madres Rebeldes nos encontraremos una vez más con un grupo de madres “modernas”.  Un tanto agobiadas por la presión de las fiestas navideñas, las vidas de Amy (Mila Kunis), Kiki (Kristen Bell) y Carla (Kathryn Hanhn) se complican aún más cuando las madres de cada una de ellas llegan de visita. Ahora las ”Madres Rebeldes” no solo tendrán que hacer todo lo posible para tener una feliz navidad con sus respectivas familias sino que también deberán lidiar con sus excéntricas madres.
No sé qué producción fue la que se hizo primero y por lo tanto es imposible saber quién le copio a quien,  pero si no fuera por personajes distintos, La Navidad de las Madres Rebeldes y Guerra de Papás 2 pueden considerarse como la misma película, no solo porque ambas son secuelas de comedias, no nada más porque ambas toman a personajes ya establecidos y los ponen en un entorno navideño, sino porque ambas cintas son igualmente trilladas, predecibles y mortalmente simplonas en cuanto a sus respectivas tramas.
La mayor parte del filme se conforma por escenas en donde vemos a los actores divirtiéndose “en familia” de una manera u otra, lo cual tal vez fue divertido para aquellos que filmaron estas escenas pero para nosotros que vemos estas “actuaciones” no nos dice mucho que digamos. Es como ver a una familia feliz conviviendo juntos en su casa mientras que nosotros estamos afuera, asomándonos por una ventana y muriéndonos de frio.
Una de las gracias de la producción es la excentricidad de los personajes, las cuales resultan divertidas gracias al trabajo de cada actriz, lamentablemente estas personalidades se ven desperdiciadas al no ponerlas en situaciones más divertidas o por lo menos no tan predecibles. Todo el reparto de actrices es muy simpático pero la mayoría de las escenas se sienten como una mala improvisación, no mala por las actuaciones, mala porque el guion no aprovecha verdaderamente lo humorístico de los personajes, limitándose casi siempre a poner a las actrices en conversaciones aburridas. La excepción a esto es Mila Kunis, no porque ella sea la mejor actriz del reparto, al contrario, el personaje de Kunis es el más aburrido e irritante dentro del reparto, lo cual es un problema si tomamos en cuenta que supuestamente es el personaje principal y aun así siempre se ve eclipsada junto a cualquier otra actriz.
No les voy a mentir, el problema más grande que tengo con esta secuela es que la primera película me dejo con un muy buen sabor de boca, mientras que esta segunda parte solo se limita a colgarse de la fama de la cinta anterior y  adornar todo con una capa de “espíritu navideño” genérico,  pensando que eso es suficiente para causar gracia, lo cual dista mucho de ser el caso. Lo que sea de cada quien, hay un par de escenas que en verdad me hicieron reír mucho, pero 10 minutos de verdadera diversión no son suficientes como para tener que soportar los 94 restantes. Cierto, hay películas navideñas mucho, mucho peores que esta, pero eso no excusa a La Navidad de las Madres Rebeldes de ser mediocre. Mejor vean la primera película e ignoren esta por completo.

La Navidad de las Madres Rebeldes: 1/5. Mala.












Mejor que: Guerra de Papás 2 (2017).
No tan buena como: El Club de las Madres Rebeldes (2016).

jueves, 14 de diciembre de 2017

Cine Barato: Camino a Marte


 
Estoy tan cansado de anunciar mi odio por el cine mexicano así casi tanto como ustedes de escucharme hacerlo, algo que por sí mismo se ha convertido en un problema para mí a la hora de hablar de cine nacional; tomen como ejemplo Camino A Marte, una película que para mi sorpresa resulto interesante y que sin un dejo ironía me atrevería a recomendar, algo que, para aquellos que conocen mi odio por las producciones cinematográficas mexicanas, podría hacerlos pensar que la película en verdad debe ser un joya del séptimo arte, algo que definitivamente no es, pero lo que sea de cada quien, es la mejor película mexicana que he visto este año (no que esa una marca sea difícil de superar).
En Camino a Marte veremos el viaje por carretera de un par de amigas que se topan con un excéntrico personaje. Violeta (Camila Sodi) y Emilia (Tessa Ia) son dos grandes amigas que deciden salir de viaje a una distante playa a pesar del delicado estado de salud de Emilia. Durante su viaje el par de chicas se topan con Mark (Luis Gerardo Méndez), un desaliñado joven que dice ser proveniente de otro planeta. Uniéndose al grupo, Mark, Violeta t Emilia emprenden un viaje que hará crecer su amistad y descubrirse a ellos mismos.
La película es un sencillo “road trip” sin muchas complicaciones o sorpresa, sin contar lo extraño que resulta el personaje de Mark, algo que por lo menos para mí suena tan divertido  como ver crecer el pasto, pero algo que hace que este sencillo concepto funcione es la química entre los personajes. En el poco tiempo que pasamos con ellas podemos sentir la amistad entre Violeta y Emilia, una que se tiene altibajos constantes, algo que ayuda a que su relación se sienta bastante real y que logra hacer que nos encariñemos con estos personajes. Este balance entre las protagonistas se ve alterado por el personaje interpretado por Luis Gerardo Méndez, lo cual agrega a la historia un nivel de excentricidad que, si bien puede llegar a resultar un tanto fastidioso y repetitivo, definitivamente logra dar un algo “extra” a la trama que la hace destacar de producciones similares.
Algo que odio de las películas mexicanas es que sus diálogos generalmente suenan forzados y muy poco naturales, algo que siempre hace ver a los personajes como precisamente eso: personajes leyendo diálogos. Camino a Marte evita esto gracias a un guion sencillo que, con ayuda de las actuaciones de sus protagonistas, hace que cada interacción parezca completamente natural y creíble. De nuevo, el personaje de Mark es la excepción a esta regla pero tomemos en cuenta que esa es precisamente su función dentro de la trama, el contrastar lo medianamente cotidiano con lo extravagante. Cada que Mark abre la boca nos topamos con un dialogo rebuscado, mamón y muy pretencioso, pero es importante señalar que esto es por diseño del guion y no por accidente o descuido, algo que usualmente es el caso en las película mexicanas
Pude que la producción se sencilla pero no por ello carece de encanto. Sí, en más de una ocasión la película se siente muy pedante y estirada, con un aire hípster de autocomplacencia que me parece casi insoportable, sobre todo acercándose el final, el cual contiene una dialogo tan mamón que me hizo soltar una pequeña carcajada debido a lo pretencioso que resulta, pero aun con ello no puedo negar que la cinta en general resulta interesante. Todos dicen que hay que apoyar el cine nacional por el simple hecho de ser hecho en México, pero yo no estoy ni remotamente de acuerdo, ya que muchas veces esto no es más que una excusa para justificar la mediocridad del cine mexicano; yo digo que hay que apoyar el buen cine, venga de donde venga, y aunque no sea un clásico o algo demasiado innovador que digamos, Camino a Marte es una película que sí merece la atención del público. No pienso que sea una visita obligada al cine, pero si tienen la oportunidad vean Camino a Marte. Tú ganas este round cine mexicano, pero no hay problema, estoy seguro que para la siguiente saldrás con una de tus usuales metidas de pata que ayudaran a justificar mi odio hacia ti. Por ahora disfruta la victoria que te dio esta película.

Camino a Marte: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Perfume de Violetas (2001)
No tan buena: Y tu Mamá También (2001), Paul (2011). Sí, ya sé que esa última no es mexicana y ni es del mismo género pero la premisa es similar ¿Qué quieren que les diga? No estoy acostumbrado a hablar bien del cine mexicano.

Cine Barato: Actos de Venganza


 
¿Alguien sabe si Antonio Banderas quiere ser un nuevo Steven Seagal? Lo digo porque esta es la segunda vez que veo a Banderas protagonizando una película de acción de bajo presupuesto donde parece querer aferrarse con todas sus fuerzas a glorias pasadas, aun cuando el papel de “héroe de acción” ya no le queda bien (aunque lo que sea de cada quien, el tipo probablemente esté en mejor condición física a su edad de lo que yo jamás estaré). Sea como fuere, Actos de Venganza es el tipo de película de acción genérica que pasa sin pena ni gloria, pero debo reconocer que a pesar de ser un tanto mediocre, no dejo de ser una entretenida pérdida de tiempo.
En Actos de Venganza veremos a un hombre que buscara hacer justicia por su propia mano.  Frank Valera (Antonio Banderas) es un abogado que pierde a su esposa y a su hija a casusa de un violento crimen. Frustrado por la ineficacia de la policía, Frank decide hacer su propia investigación y cazar implacablemente a los responsables del asesinato de su familia.
No conozco la historia detrás de esta producción, pero ya sea el guionista o el mismo director del filme parecen haber juntado sus elementos favoritos de comics de superhéroes y al no poder conseguir los derechos de ninguno de estos personajes decidieron hacer su propia película, con juego de azar, mujerzuela y Antonio Bandera, por alguna extraña razón. Con un poco de Batman de tres pesos, un Daredevil que no es siego y un Punisher que no usa arma, el personaje de Antonio Banderas no deja de sentirse como el personaje pirata de un comic. Esta “inspiración” se extiende a la trama misma que, por ejemplo, plagia descaradamente una escena del comic Batman: Año Uno agregando apenas uno que otro elemento para no infringir totalmente los derechos de autor.
La trama nunca va más allá de ser una simple historia de venganza, lo cual no tiene nada de malo, pero lo que sí parece bastante fuera de lugar es que la cinta se da a la tarea de agregar muchas subtramas y personajes que no llegan a ningún lado, casi casi introduciendo estos elementos en una escena y desechándolos y olvidándolos por completo después de un par de minutos, dejando muchos cabos sueltos que aunque no son demasiado grandes o interesantes, hacen que el guion parezca incompleto y un poco a la “ahí se va”.
La acción nunca es demasiado emocionante que digamos, no mala propiamente, pero definitivamente algo que se podría ver en cualquier programa de televisión de corte policiaco en la actualidad. Lo que resulta una gran dosis de humor involuntario es precisamente que en muchas de estas secuencias de acción se intenta inyectar un poco de dramatismo, el cual termina siendo ridículo e imposible de tomar en serio, o por lo menos tan en serio como la propia película pretende que se tome.
Todo lo anterior no es muy halagador que digamos, pero a pesar de ello me atrevo a decir que, aun sin ser espectacular, Actos de Venganza resulta entretenida. No puedo decir que la película es buena, a lo mucho puedo tacharla de “competente” y, para ser completamente sincero, es probable que mi predilección por las malas películas de acción de los 80´s y 90´s estén haciendo que le dé a esta película mucho más crédito del que en realidad merece. No hay motivo para ver esto en el cine, pero pienso que puede ser una buena forma de perder el tiempo cuando en verdad no hay nada mejor que hacer.

Actos de Venganza: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Vigilante Nocturno (2017)
No tan buena como: Una Noche Para Sobrevivir (2015), El Vengador Anónimo (1974)

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Cine Barato: Guerra de Papás 2


 
No sé si es porque ya estoy cansado a estas alturas del año o es un extraño y muy penoso caso de nostalgia, el punto es que aunque Guerra de Papás 2, a pesar de ser una mediocre película navideña que bajo ninguna circunstancia podría llamarse “buena”, y aun cuando estoy casi seguro que olvidare que la vi en no más de un par de días, debo reconocer que no la odie, digo, tampoco puedo decir que fue un rato particularmente agradable pero lo mejor que puedo decir es simplemente que la odio.
En Guerra de Papás 2 veremos las desventuras de dos familias que deciden pasar la navidad juntos. Por razones que francamente no tengo ganas de explicar, Brad Whitaker (Will Ferrell) y Dusty Mayron (Mark Wahlberg) deciden que es una buena idea que ambas de sus familias pasen la navidad juntos. Lo que debería ser una sencilla y agradable reunión familiar se convierte en un caos cuando el padre de Dusty, Kurt (Mel Gibson), decide visitar a su hijo y su familia. Kurt, quien aparentemente disfruta del sufrimiento de todos a su alrededor, se dará a la tarea de destrozar la ya de por si frágil amistad entre Brad y Dusty mediante una serie de mal entendidos y enredos que supongo tienen la intención de ser graciosos.
Sé que la pregunta en la mente de todos es saber que tan bien se lleva la continuidad entre esta secuela y la película original, la respuesta es no sé ni me importa ya que nunca vi la primera Guerra de Papás, pero por lo menos, y a favor de esta segunda parte tengo que decir que, aunque un poco confusas en un principio, la relación entre todos los personajes llega a ser comprensibles sin necesidad de indagar en la basta y extensa mitología de esta serie. Creo que es muy claro, pero sólo por si acaso quiero aclarar que estoy siendo sarcástico en cuanto a lo de la compleja continuidad.
Cada chiste se basa en que alguien se cae, se golpea en la cabeza o recibe alguna clase de percance físico, lo cual sería mucho más graciosos si estas situaciones no se pudiera ver a kilómetros de distancia, haciendo que conozcamos el final del chiste cuando este prácticamente no va ni a la mitad. Lo que debo reconocer que sí me resulto moderadamente gracioso fue ver al personaje de Mel Gibson disfrutando hacer miserables a todos a su alrededor, aunque para ser sincero, no estoy seguro de que Mel Gibson esté actuando y tal vez en verdad disfruta del sufrimiento de los demás en la vida real.
No hay más que decir sobre esta película, tiene su grado de comedia física caricaturesca junto con la usual cursilería y mensaje de unión familiar que tienen las películas navideñas. Sé que sueno muy duro, pero como lo dije al principio, no odie Guerra de Papás 2. La película está destinada a ser una de tantas que se verán repetidas cada año en la televisión abierta durante el mes de diciembre, de esas que no le pones demasiada atención y que son una buena forma de arrullarte mientras caes en coma por haber tragado tanto en la cena navideña o el recalentado de la misma. Guerra de Papás 2 es mediocre y no vale la pena gastar tiempo ni dinero para ir a verla en el cine pero ¡Hey! Por lo menos no es Emoji La Película.

Guerra de Papás 2: 1/5. Mala.
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Emoji La Película (2017), que sigue siendo el punto más bajo para cualquier película de comedia familiar (animada o no).
No tan buena como: El sinfín de películas familiares navideñas que existen… tal vez con excepción de Historia de Navidad 2 (2012), la más innecesaria secuela de una película navideña jamás concebida.

martes, 5 de diciembre de 2017

Cine Barato: Victoria y Abdul.


 
Creo que ya lo he mencionado antes, pero pienso que uno de los más curiosos triunfos de una película puede ser el que logre interesarte en un tema que tal vez, bajo cualquier otra circunstancia no te llamaría la atención, al menos no completamente, como en el caso de Victoria y Abdul, cinta que logro despertar mi interés en la historia de los últimos días de la reina Victoria y su relación con un sirviente musulmán, esto a pesar de que no soy precisamente un gran conocedor de las figuras históricas de El reino Unido (a menos que aparezcan en un  episodio de Doctor Who).
En Victoria y Abdul veremos la amistad que surge entre la soberana del imperio británico y un humilde sirviente proveniente de India. Prácticamente por accidente Abdul Karim (Ali Fazal) es llevado desde India a Inglaterra para convertirse en un sirviente de la Reina Victoria (Judi Dech). Debido a su extravagancia y su peculiar devoción por la Reina, Abdul comienza a forjar una amistad con Victoria, algo que será visto con malos ojos por el resto de la familia real.
La sorpresa más grande en Victoria y Abdul es que en realidad no hay ninguna sorpresa. Sé que lo anterior suena a lo más tonto y aburrido que se puedan imaginar en una película pero permítanme tratar de explicarme; la trama resulta bastante sencilla, realmente enfocándose en la amistad que poco a poco se va dando entre los protagonistas y aunque sí surgen varios conflictos y dilemas, ninguno de ellos se extiende demasiado, en muchas ocasiones resolviendo algún altercado de manera casi inmediata, algo que evita que la trama se convierta en un engorroso y complicado melodrama lleno de conspiraciones o giros inesperados, lo que a su vez hace que la historia nunca se desvié de su enfoque principal que es, como creo que ya dije demasiadas veces, la amistad de los personajes.
Algo que fue bastante agradable fue el hecho de que, por lo menos en su mayor parte, la película sea una comedia (aunque el último acto sí se inclina hacia el drama). No soy ni remotamente experto en el tema, pero la mejor manera en que puedo describir el tipo de humor del filme es que resulta bastante “británico”. La comedia es bastante sutil e inteligente, basándose principalmente en dialogo y no en exagerada comedia física, que es lo que normalmente se llega a pensar al escuchar la palabra “comedia” en una película. Sé que esto me pinta como el mamón estirado que quiero evitar ser, pero me atrevo a decir que el tipo de comedia en Victoria y Abdul no será del agrado de todo el mundo debido a su sutileza y refinamiento. Si en este momento me odian por sonar tan pretencioso, no los culpo, yo también me siento asqueado de mí mismo por esto.
La producción en general puede no ser tan llamativa o interesante para todo el mundo, pero algo que no creo que se pueda discutir bajo ninguna circunstancia es la excelente actuación de Judi Dech, quien en verdad es el alma de toda la película, dándonos una interpretación que puede ser tanto divertida como emotiva y melancólica al mismo tiempo, algo que solo una gran, GRAN actriz como Dech podría lograr de manera tan convincente.
Pienso que el “punto flaco” de Victoria y Abdul es el mismo que aqueja a cualquier producción basada en algún hecho histórico de la vida real, y es que no se trata de ser fiel a los libros de historia sino a exponer de manera comprensible y entretenida un periodo de tiempo en el pasado, algo que muchas veces tiene como consecuencia la “distorsión” de los eventos reales con tal de hacerlos más entretenidos para el público, algo que indudablemente sucede en Victoria y Abdul, sin embargo, y como acabo de decir, la película está más interesada en contar una anécdota divertida y no ser una clase 100% fidedigna de historia. Puede que no sea una producción que se quede grabada permanentemente en la memoria del espectador, pero en definitiva Victoria y Abdul resulta una experiencia entretenida y muy interesante.

Victoria y Abdul: 3/5. Buena.
 
 
 
 
 
 
Esta vez no me atrevo a comparar  la película con otra similares, por el simple hecho de que mi marco de referencia es prácticamente inexistente en cuanto filmes históricos del Reino Unido que no involucran a extraterrestres y viajes en el tiempo.