jueves, 13 de junio de 2019

Cine Barato: X-Men: Dark Phoenix



Aunque no fue la primera en su tipo, la franquicia de X-Men es la que (debatiblemente) se encargo de cimentar la actual “época dorada” de adaptaciones de comic al cine, atrayendo la atención del publico general a un producto que poco antes era considerado demasiado “raro” o “ñoño”. En algunos sentidos la primera cinta de X-Men estuvo adelantada a su tiempo, el problema es que las tendencias siguieron avanzando rápidamente, no solo alcanzando a la serie sino sobrepasándola, y lo quieran aceptar o no, la franquicia nunca pudo seguir el paso, desafortunadamente otra muestra de esto lo podemos ver en X-Men: Dark Phoenix, que da un cierre bastante flojo y sin mucha gracias a lo que fue la era de los X-Men bajo la bandera de 20th Century Fox.

En X-Men: Dark Phoenix veremos a los “Hombres X” enfrentarse a una gran fuerza cósmica más allá de su comprensión. Después de muchos años de esfuerzo, el sueño de Charles Xavier (James McAvoy) finalmente es una realidad: un mundo donde los seres humanos y los mutantes pueden vivir en paz unos con otros, sin embargo esta nueva utopía se ve amenazada cuando un miembro de los X-Men, Jean Grey (Shopie Turner), es poseída por una extraña energía venida del espacio. Mientras que Jean comienza a volverse más violenta y perder el control sobre sus poderes, el resto de los X-Men deberán detener a su compañera y amiga antes de que se ponga a ella misma y al resto del mundo en peligro.

Aunque Dark Phoenix técnicamente no es un remake de X-Men: La Última Batalla, la cinta tiene muchos puntos en común con esa cinta, lo cual es entendible considerando que ambas son adaptaciones de la misma historia de los comics, el problema con esto es que, aunque en teoría tenemos una historia “nueva”, muchas escenas y tramas se sienten demasiado similares entre las dos películas, simplemente cambiando algunos personajes de lugar y a los actores que los interpretan, provocando que a pesar de sus mejores esfuerzos Dark Phoenix se sienta como el “recalentado” de lo ya antes visto, quizá no una copia al carbón, pero el sentimiento de “deja vu” es difícil de ignorar.

En cuanto a los elementos “nuevos”, estos se sienten anticuados. La trama involucra una serie de antagonistas bastante planos y aburridos que terminan siendo sólo una excusa para que los personajes tengan a alguien que golpear durante el climax de la historia, en lo cual, hay que aceptar, hacen un buen trabajo. El desenlace esta repleto de la acción que se podría esperar de una “típica” cinta de súper héroes, y aunque en un mundo post Avengers: Endgame no resulta tan espectacular en comparación, el tercer acto es bastante entretenido, de hecho (y esto es un pequeño spoiler) al hacer que los antagonistas técnicamente no sean humanos hace que la cinta pueda darse el lujo de ser extremadamente violenta, con secuencias muy creativas y emocionantes, aunque eso sí, nada de sangre para no perder la clasificación de “B”, apta para público de 12 años en adelante.

Tal vez le parezca irónico o hasta hipócrita de mi parte, pero lo que muchos podrían considerar como elementos ridículos y sin sentido a mí me parecieron curiosos homenajes al material original. Es cierto que cosas como una pista de aterrizaje debajo de una cancha de basketball, un teléfono que comunica a los super héroes directamente con el presidente o un yet que puede viajar al espacio rompen con la seriedad y “realismo” de la película, pero recordemos que toda la franquicia esta basada en un telepata que entrena a un grupo de niños con habilidades sobre humanas a pelear contra un terrorista con poderes magnéticos, el “realismo” no es precisamente una prioridad.

Ya saben que no me gusta ser extremista, esto lo digo porque ya he visto algunas opiniones que dicen que esta es la peor película de la franquicia, así como los fans de hueso colorado que están dispuesta a defenderla con capa y espada, pero la verdad es que mi opinión no se alinea con ninguna de esas dos vertientes. La película es funcional a secas, cumple con su objetivo de entretener, pero desafortunadamente eso es lo único que hace y eso no es suficiente, no en la actualidad al menos. Debajo del filme se esconde uno mucho más interesante, de moralidades grises y verdadero drama, pero estos elementos se tocan muy superficialmente, desperdiciando una muy buena premisa para, otra vez, irse por el camino seguro de monos súper poderosos agarrándose a golpes unos a otros, es decir, y como decía al principio, lo mismo que ha hecho la franquicia durante casi veinte años de trayectoria. 20th Century Fox estuvo sentado sobre una mina de oros durante años, y en lugar de explotarla se dedico ha crear una formula, una efectiva e innovadora para su tiempo, lo cual llevo a que la serie nunca alcanzara su verdadero potencial. Sé que ahora que Marvel Studios ha recuperado los derechos cinematográficos de los X-Men veremos una nueva y mejorada encarnación de esta franquicia, pero francamente creo que sería mejor dejar descansar a los personajes por un tiempo… excepto tal vez Deadpool, aun no me canso de él.

X-Men: Dark Phoenix: 2/5. Meh.














Mejor que: X-Men: La Última Batalla (2006), X-Men Orígenes: Wolverine (2009), X-Men: Apocalipsis (2016).

No tan buena como: X-Men (2000), X-Men 2 (2003), X-Men: Primera Generación (2011), Wolverine (2013), X-Men: Días del Futuro Pasado (2014), Deadpool (2016), Deadpool 2 (2018), Logan (2017) Esa última era el final PERFECTO para toda la serie, pero Fox tenía que salir a meter la pata otra vez…

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