Con
demasiada frecuencia utilizo el término “genérico” de manera peyorativa, pero
no siempre tengo la intención de insultar una película cuando la tacho de esa
manera. Un ejemplo de una película genérica pero no por ello mala es Misión: Imposible – Repercusión, que a
pesar de no tener una sola idea original en todo su haber, termina siendo una película
de acción bastante entretenida.
En Misión: Imposible – Repercusión nos
volveremos a encontrar con uno de tantos agentes secretos que salvan al mundo
de algún desastre de manera rutinaria. En su más reciente misión, si es que
decide a aceptarla, Ethan Hunt (Tom Cruise) deberá localizar peligrosos
artefactos nucleares que han caído en manos de un grupo terrorista. Como suele
ser el caso, no todo es tan sencillo como parece, por lo que Hunt se verá
envuelto en una serie de intrigas y persecuciones que lo harán recorrer
distintos lugares de Europa para detener a los terroristas.
La bomba
nuclear robada por un grupo terrorista que el héroe debe encontrar antes de que
sea demasiado tarde, una historia tan vieja como el tiempo mismo. Normalmente
una premisa tan gastada podría salvarse gracias a sus personajes, pero ese
tampoco es el caso aquí. La única característica relativamente sobresaliente que
tiene Ethan Hunt como personaje de ficción es que es interpretado por Tom
Cruise, quien puede no estar del todo cuerdo (nadie involucrado con la Cinesiología
lo está) pero aún sigue siendo carismático y es entretenido verlo en la
pantalla grande (aunque no siempre… * Cof* La Momia *Cof), aunque no hace
absolutamente nada que no se hayamos visto antes en alguna de sus películas…
tal vez con excepción de hacer mancuerna con Superman (Henry Cavill)
Igual que en
la cinta anterior, Repercusión
constantemente da giros alrededor de los personajes, con dobles o hasta triples
agentes cuyas motivaciones y verdaderas intenciones no son del todo reveladas
hasta llegar el final de la historia, sin embargo, a diferencia de su predecesora,
estos giros constantes no resultan tan engorrosos, por lo que sólo sirven para “aderezar”
lo que de otra manera sería la trama más genérica conocida por el hombre.
No estoy
seguro de si esta es la primera vez que ocurre en esta serie (y soy demasiado perezoso
como para buscar información al respecto), pero en esta ocasión hay lazos más
fuertes de continuidad, sobre todo con la película anterior, conexiones que
sirven para dibujar una historia más completa sobre los personajes pero
sinceramente, Repercusión hace un
buen trabajo para presentarnos su propia historia sin necesidad de que veamos
(o en mi caso recordemos) los eventos pasados dentro de la franquicia.
Siguiendo
con el tema de la carencia de originalidad, casi todas las escenas de acción están
bien ejecutadas, aunque por millonésima vez, no son nada del otro mundo. La excepción
a esto es parte del clímax del filme, el cual presenta una escena que va
creciendo en ridiculez mientras avanza, pero a pesar de ello (o quizás a causa
de eso) esa última secuencia de acción resulta muy entretenida y casi nos hace
olvidar que se desarrolla durante el trilladísimo desenlace de una bomba de
tiempo a punto de explotar… casi.
Suena
bastante mal, pero Misión: Imposible – Repercusión
no podría ser más genérica si lo intentaran pero aun con eso termina siendo una
película muy entretenida, una que probablemente terminas olvidándote de que
existe hasta que la vuelves a ver años después y que vuelves a olvidar hasta
que te topas con ella de nuevo y así sucesivamente. La calidad de la producción
es lo suficientemente buena como para que valga la pena verla en el cine, pero
la verdad es que no se pierden de nada si se la dejan pasar.
Misión:
Imposible – Repercusión: 3/5. Buena.
Mejor que: Misión:
Imposible - Nación Secreta (2016).
No tan buena
como: Misión: Imposible – Protocolo Fantasma (2011).
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