No sabría
explicar claramente el porqué, pero mi opinión sobre las comedias de Melissa
McCartthy suele ser muy ambivalente: me resultan bastante graciosa o tan divertidas
como una consulta al dentista. Curiosamente El
Alma de la Fiesta combina esas dos opiniones constantemente durante el
transcurso de la película, teniendo tantos buenos momentos como malos.
En El Alma de la Fiesta veremos a una mujer
regresar a la universidad para terminar sus estudios. Deanna Miles (melissa
McCartty) es una mujer que tiene varios años viviendo felizmente casada y con
su hija cerca de graduarse de la universidad. La vida de Deanna cambia
radicalmente cuando su esposo le pide sorpresivamente el divorcio. Tratando de
no dejarse vencer por la adversidad y para buscarle un nuevo sentido a su vida,
Deanna regresara a terminar sus estudios y tratará de ajustarse a la alocada
vida de una universitaria.
Así que básicamente
El Alma de la Fiesta es la misma
historia que Gooffy 2: Extremadamente
Goofy. Supongo que hay peores premisas para una película. La comedia se
basa en las interacciones de una “clásica mamá” en una universidad “moderna”,
desafortunadamente eso provoca que buena parte del humor se convierta en algo predecible y poco
divertido. A pesar de lo anterior, la película hace un buen trabajo al
presentarnos a su protagonista, ya que aunque no logra escapar del cliché, por
lo menos intenta darle un poco de profundidad al personaje, volviéndola una
persona más compleja que “la mamá de los pollitos”, digo, no es que el
personaje se vuelva precisamente shakesperiano, pero logra hacerla lo
suficientemente simpática como para no sólo ser un cliché andante, aunque
sinceramente en muchas ocasiones si se sienta como uno.
Siempre digo
lo mismo, lo que puede ser gracioso para una persona puede no serlo para otra,
y siento que esto sucede constantemente en esta película. Hay muchos momentos
que se sienten esporádicos, dándonos pequeñas bromas que se sienten naturales,
graciosas y que se resuelven rápidamente, en mi caso este tipo de chistes
fueron los que más gracia me causaron; en contraste, muchas escenas plantean
situaciones que pueden resultar divertidas al principio pero por una u otra razón
la película decide alargar excesivamente, haciendo que la gracia desaparezca rápidamente
hasta extinguirse prácticamente por completo,
Otro
problema del filme es que la gran mayoría de subtramas se sienten innecesarias,
con personajes y situaciones que no resultan graciosas, no llegan a ningún lado
y que a veces se sienten hasta fuera de lugar, en ocasiones presentando un
problema que se resuelve prácticamente sólo en la siguiente escena, haciendo
que dichas subtramas sean una completa pérdida de tiempo. Uno de los peores
ejemplos de esto es un cameo de una “celebridad”, el cual resulta forzado a más
no poder, volviéndose un desesperado intento por mantener entretenido al público,
no por lo gracioso del concepto, sino solamente por colgarse de la fama de una
personalidad del mundo de la farándula.
Sé que sueno
muy duro al juzgar esta película, pero la verdad es que sí logro hacerme reír
de vez en cuando. La producción logra alcanzar cierto “balance” (por llamarlo
de alguna manera), ya que por cada largo mal chiste también nos ofrece una que
otra broma más pequeña que puede no matarte de la risa pero que logra hacerte sonreír
genuinamente. No creo que El Alma de la
Fiesta sea lo suficientemente entretenida como para justificar ir a verla
en el cine, pero puede resultar en un rato agradable si la ven un fin de semana
cuando la pasen por televisión abierta o algo así.
El Alma de
la Fiesta: 2/5. Meh.
Mejor que: Cuando
Ellas Quieren (2018), La Navidad de las Madres Rebeldes (2017)
No tan buena
como: Sexy por Accidente (2018), El Club de las Madres Rebeldes (2016)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario