No es que no
me gusten las películas de “perros que hablan”, lo que sucede es que van
dirigidas en su mayoría a un público infantil, pequeños humanos inexpertos e
inocentes que aman la vida, mientras que yo soy un viejo amargado que
diariamente piensa en cómo y cuándo volarse los sesos; en otras palabras este
tipo de películas simplemente no son para mí. Aun con lo anterior, y para mi
sorpresa, Mi Amigo Enzo sí fue de mi
agrado, y aunque utiliza muchos de los “trucos” empleados en este tipo de
historias, su uso de los mismos es más “restringido” (por llamarlo de alguna
manera), por lo que me pareció mucho mejor que la mayoría de cintas con
premisas similares, no una joya, que eso quede claro, pero por lo menos no me
hizo caer en un coma diabético por exceso de dulzura.
En Mi Amigo Enzo veremos la historia de un
piloto de carreras y su inseparable amigo canino. Denny (Milo Ventimiglia) es
un entusiasta del automovilismo que sueña con convertirse en un piloto de
carreras profesional, sueño que comparte con su mascota y mejor amigo Enzo, un
simpático Golden Retriver que lo acompaña a todas partes. Cuando Denny conoce y
posteriormente se casa con a Eve (Amanda Seyfried), Enzo y Denny deberán de
aprender a balancear sus aspiraciones profesionales con su recién adquirida
vida familiar.
La trama en
realidad es bastante sencilla: La vida y problemas de un piloto de carreras, y
aunque el agregarle el elemento de “perro que habla” (o en este caso, que
narra) en realidad no aporta nada a la historia, resulta algo inesperado que
vuelve a la cinta en algo más interesante. Supongo que la producción tiene en
mente a un público demasiado específico: amantes del automovilismo Y de los
perros, combinación que no se me ocurriría que pudiese funcionar, pero que de
alguna manera lo hace.
Puede que
sea mera proyección de mi parte, pero el hecho de que el narrador de la
historia sea un “perro viejo” hace mucho más llevadero este marco narrativo,
después de todo estas historias casi siempre son contadas por “cachorros” que
nunca paran de hablar y tratan de hacerse los “tiernos”, lo cual la mayor parte
del tiempo los convierte en insoportables para mi gusto, pero la narración de
Enzo (la voz de Kevin Costner en su versión en inglés… lo cual me parece muy
gracioso) es mucho más reservada, dejando que cada escena hable por si sola y
sólo agregando las observaciones del personaje cuando en verdad resultan
importantes. La narración no se salva de querer hacerse la graciosa o tierna
por momentos, pero su uso moderado convierte a estos momentos en algo más
adecuado, aun cuando no siempre logren su objetivo de hacer reír o enternecer
al público.
A pesar de
que la historia si cuenta con varios giros y enredos, estos no están cerca de
ser emocionantes. No digo que la historia sea mala, sencilla quizá, pero
definitivamente no mala, lo que trato de decir es que si buscan aventuras
increíbles, emocionantes y divertidas protagonizadas por un tierno perrito, eso
es algo que definitivamente no verán aquí, y por contradictorio que sea, ese
compromiso con una trama mucho más “realista” en lugar de fantasiosa hace que
la producción llame y mantenga mi atención.
Tal vez
piensen que sólo lo digo por llevar la contraria (y supongo que hasta cierto
punto lo es), pero las razones por las que me gusto la película serán, quizá,
las mismas por las que a muchos les desagrade el filme. Como dije al principio,
esta fórmula de “perro que habla” usualmente busca entretener a un público
infantil, sin embargo fuera de que su protagonista es un perro, la historia
podría resultar demasiado aburrida o “mundana” para niños pequeños, a fin de
cuentas esto es un drama, no una comedia o aventura. Mi amigo Enzo no se salva de querer ser demasiado tierna y dulce
por momentos, pero esa “dulzura” no llega a ser tan empalagosa como muchas otras
películas similares. Creo que Mi Amigo
Enzo vale la pena, tal vez no tanto como para verla en el cine mientras
está en cartelera, pero es una de esas distracciones inofensivas para pasar el
rato durante un fin de semana relajado.
Mi Amigo
Enzo: 3/5. Buena.
Mejor que:
La Razón de Estar Contigo (2017), La Razón de Estar Contigo: Un Nuevo Viaje
(2019), Mis Huellas a Casa (2019).
No tan buena
como: Marley y Yo (2008), Siempre a Tu Lado (2009).