Bien dicen
que “el que mucho se despide, no tiene ganas de irse” y esa descripción se le
acomoda muy bien a la Sylvester Stallone, no precisamente a su carrera como
actor sino a sus personajes más famosos. Recordemos que ya nos hemos
“despedido” de Rocky Balboa como tres veces y de John Rambo por lo menos una,
pero aquí regresamos a darle OTRO último adiós a un personaje icónico del cine
de acción en Rambo: Last Blood (no sé
porque no tradujeron el titulo esta vez, pero no me quejo “La Última Sangre”
suena a enfermedad venérea o algo así, y adaptarlo a “El último Enfrentamiento”
suela demasiado genérico para mi gusto), que funciona bien como una película de
acción y venganza, pero se siente totalmente desconectada de la franquicia a la
que supuestamente pertenece.
En Rambo: Last Blood veremos al famoso
veterano de Vietnam enfrentarse a un grupo de peligrosos criminales. Después de
sus múltiples aventuras, John Rambo (Sylvester Stallone) vive una vida
tranquila en un rancho en Arizona junto con una vieja amiga de la familia,
María (Adriana Barraza) y su nieta Gabriela (Yvette Monreal). Cuando viaja a
México en busca de su padre, quien la abandono cuando era niña, Gabriela es
capturada por un grupo de desalmados tratantes de blancas. Siguiendo su rastro,
Rambo cruza la frontera para encontrar y rescatar a Gabriela, algo que lo hará
enfrentarse a la peligrosa organización criminal que la secuestro.
Fuera de
aprovechar la fama que implica el nombre “Rambo”, no hay nada que
verdaderamente conecte a esta película con el resto de la serie, al menos en
temática. Claro que se hace vagas (muy vagas) alusiones al pasado del
protagonista además de que lo vemos usar “tácticas de guerrilla” y su icónico
arco y flecas al enfrentarse a los malos, pero la historia se parece más algo
como El Vengador Anónimo (la
original, que es un clásico no importa que tanto me quieran convencer de lo
contar) que a cualquier cosa que se ve en las películas pasadas de Rambo.
Gran parte
de la cinta se enfoca en los villanos, pintándonos a personajes verdaderamente
odiosos e irredimibles, esto con el objetivo de que disfrutemos sin ningún
remordimiento o pena cuando Rambo los vuele en pedazos y los convierta en
fertilizante en una gloriosa orgia de violencia sin sentido, y aunque ese
desenlace si es muy entretenido y catártico, siento que se tarda mucho tiempo
en llegar a ese punto.
La
cinematografía y las actuaciones no son las peores que haya visto en mi vida pero
sí son bastante malas. Las tomas que no implican la gloriosamente divertida
violencia excesiva están filmadas de manera muy simplona, haciendo que la
producción se sienta, digamos “barata”. Lo mismo podría decirse de las
actuaciones, que muchas veces parecen salidas de una mala telenovela mexicana. Los comerciales de cerveza en los que sale Stallone tienen mejor producción que esto.
Es cierto
que muchos piensan en la franquicia de Rambo
como la arquetípica serie de acción enfocada en los balazos y las explosiones,
lo cual es cierto (a excepción de la
primera, que pienso es genuinamente una buena película y mucho más inteligente
y profunda de lo que la gente le da crédito), por lo que no sorprende que Rambo: Last Blood sea más o menos eso,
pero como dije al principio, no siento que nada la conecte con el resto de la
serie, haciendo que este supuesto “gran final” se sienta simplemente como “una
más del montón”. A pesare de que la película no es muy larga, la acción tarda
demasiado en llegar, pero eso sí, una vez que lo hace resulta un espectáculo
entretenido aunque algo corto. La película es tan sencilla y sin gracia que no
se si podría ser disfrutada por fans del personaje, sobre todo considerando que
la gran mayoría de entregas anteriores son mejores (a excepción quizá de Rambo III). El clímax es medianamente
bueno pero no creo que se suficiente para justificar el boleto del cine.
Rambo: Last
Blood: 1/5. Mala.
Mejor que:
Rambo III (1988)
No tan buena
como: Rambo: Primera Sangre (1982), Rambo II (1985), Rambo (2008), El Hijo de
Rambow (2007) Esa última es una comedia y no es parte de la serie pero aun así
tiene más relación con la franquicia que Last
Blood.