“¡Oh, Miren!
Otra película donde un niño se adentra a un mundo extraño y aprende los
secretos de la magia. La copia número 135, 214 de Harry Potter”, algo así pensé al ver el material promocional para La Casa Con Un Reloj en Sus Paredes y
aunque si existe una que otra similitud, la película resulta muy diferente, con
un estilo propio que en ocasiones puede resultar demasiado obscuro pero que
nunca se desvía demasiado de ser una aventura familiar.
En La Casa Con Un Reloj En Sus Paredes
veremos las aventuras de un niño que llega a vivir a la casa de su excéntrico tío.
Lewis Barnavelt (Owen Vaccaro) acaba de perder a sus padres y sin ningún otro
familiar es adoptado por su tío Jonathan (Jack Black). Guiado por su curiosidad
y lo extraña que resulta la casa en la que ahora vive, Lewis pronto descubre
que su tío es un hechicero. Con la tutoría de Jonathan, Lewis comienza sus
estudios sobre magia, lo cual lo ayudará a descubrir un siniestro secreto que
esconde la propia casa y sus habitantes anteriores.
Antes de que
tachen esta película como una copia de Harry Potter (como yo hice en un
principio), deben saber que la cinta está basada en una serie de libros
publicados por primera vez en 1973, precediendo por varios años “Al niño que sobrevivió”,
así que sería muy injusto calificarla como un plagio ¿Qué tiene que ver eso con
la calidad del filme? Nada en realidad, solo que me gustaría poder hacer a un
lado esa perspectiva y así tal vez, sólo tal vez, poder juzgar más fácilmente la
película por sus méritos propios.
Debo admitir
que la actuación del protagonista no me gusto para nada en un principio,
resultando en ocasiones demasiado exagerada y poco creíble, pero conforme la película
avanza lo “extraño” de la actuación de Owen Vaccaro parece acoplarse cada vez
mejor a la historia, digo, no es como que el niño tenga material como para
ganar un Oscar, pero al final nos da un personaje que resulta divertido seguir.
En cuanto al resto del reparto no hay demasiadas sorpresas, sí eso es bueno o
malo lo tendrá que decidir cada quien. Jack Black hace el mismo papel de excéntrico
bonachón que hace en el 99% de sus películas y aunque no ofrece nada nuevo
sigue siendo entretenido (o al menos les resultará así si están familiarizados
con el actor y su trabajo). Por su parte Cate Blanchett nos da un personaje
interesante, divertido cuando necesita serlo pero serio y más sombrío cuando la
situación lo amerita ¿Qué les puedo decir? Creo que la actriz es capaz de
interpretar cualquier papel y hacerlo bien.
La trama se
mueve a un buen ritmo pero en ocasiones se siente como si abriera la puerta a
muchos personajes secundarios, algunos más importantes que otros, pero que a
final de cuentas no son tan relevantes para la historia. Por otro lado por
momentos la película nos da un montón de información sobre su historia, sobre
todo al principio y cerca del desenlace, haciendo que la mitad del filme se
sienta menos interesante, un
tanto vacía y aunque no me guste admitirlo, un poquito aburrida.
Aunque la película
recorre el camino habitual de una historia de fantasía para niños, con
personajes graciosos, situaciones fantásticas y una dosis de efectos especiales
“pa´que amarre”, el tono del filme se siente muy dispar por momentos, algo que
no pienso que sea malo pero que podría tomar por sorpresa a más de uno y sí,
tal vez hasta asustar un poco a un niño. Dar demasiados detalles arruinaría parte
de las sorpresas, pero para darles un ejemplo de lo que hablo, en una escena
podemos ver chistes un tanto sosos e infantiles sobre traseros y pedos sólo
para que en la siguiente empecemos a escuchar sobre magia negra y demonios. El
contraste es interesante pero entendería ´perfectamente si no resulta del
agrado de todos.
¿Qué distingue
a La Casa Con Un Reloj En Sus Paredes
del resto de cuentos sobre “niños mágicos”? El tono lúgubre y hasta cierto
punto escalofriante que puede tomar la historia. Aunque su temática no sea
precisamente sobre Halloween, creo que la película cuenta con el potencial de
convertirse en una de esas que los niños ven n televisión cada año durante
finales de octubre. Tengo que irme a mi punto de referencia de siempre: la película
es una de esa “historias de terror para niños” que se atreve a ser un poquito
más obscura que la mayoría, y como ya dije varias veces, ese tono es el que la
hace destacar del resto. A pesar de no ser del todo original con su premisa,
pienso que La Casa Con Un Reloj En Sus
Paredes puede ser una divertida experiencia para toda la familia.
La Casa Con
Un Reloj En Sus Paredes: 3/5. Buena.
Mejor que: Escalofríos
2: Una Noche Embrujada (2018), Ana y Bruno (2018)
No tan buena
como: Monster House: La Casa de los Sustos (2006), Coraline y la Puerta Secreta
(2009), ParaNorman (2012)