Otro día,
otro ejemplo del deplorable estado del cine mexicano comercial en la actualidad,
esta vez llamado Ni Tú Ni Yo. Muy
contradictorio de mi parte, lo sé, pero aunque resulta bastante claro que no me
gusto para nada la película, puedo respetar el intento por darnos algo aunque
sea mínimamente diferente.
En Ni Tú Ni Yo veremos la historia de un
par de hermanos que tendrán que hacer a un lado sus diferencias para poder
triunfar en el mundo de la lucha libre. Guadalupe, mejor conocido como el
luchador enmascarado “Halcón Negro” (Mauricio Arguelles) ha tenido un declive en
su carrera en los últimos. A Guadalupe se le presenta la oportunidad de
reavivar su carrera deportiva cuando una empresaria ve potencial en él, sin
embargo, para poder firmar el lucrativo contrato, Guadalupe tendrá que aceptar
a su hermano Gabino (Cesar Rodríguez) como manager, algo que le será difícil ya
que el propio Gabino fue el culpable de acabar con la carrera de “Halcón Negro”
debido a manos manejos en el pasado.
Directo al
grano ¿Por qué no funciona la película? Demasiadas subtramas peleando por
tiempo en pantalla al mismo tiempo, haciendo que la mayoría se sientan
incompletas, apresuradas y muy a la “ahí se va”. La reconciliación entre
hermanos, una niña huérfana, una “malvada” promotora de deportes, una personaje
avergonzado de su sexualidad, una familia disfuncional, drama “deportivo” del
mundo de la lucha libre… todas estas y más son las historias que nos da el
filme pero termina convirtiéndose en un típico caso de, como dicen en mi
rancho, “el que mucho abarca, poco aprieta”
La comedia,
se supone, debería ser el punto fuerte de la cinta y aunque el sin sentido
absurdo de la trama puede ser entretenido por breves momentos, yo no me atrevería
a llamarla verdaderamente graciosa. Hay un tipo de público para este tipo de
comedia, eso me queda claro, pero para hacerme reír se necesita un poquito más
que personajes que dicen, pendejo, culero, cabrón, mamón, y otras tantas “malas
palabra”, digo, eso puede ser chistoso al principio pero poco a poco esa gracia
inicial termina perdiéndose por completo.
Lo que
resulta peor que la comedia son los supuestos momentos “serios”. Cuando haces
todo lo posible por hacer de tus personajes una farsa divertida pero a la vez
no le dedicas tiempo a desarrollarlos, cuando llegan momentos de “reconciliación”
con lágrimas en los ojos y música triste de fondo, lo siento mucho, no me
resulta algo emotivo, me parece manipulador, soso, cursi y aburrido.
Es casi
impresionante como una película con tantas historias diferentes no tiene nada relevante
que decir, incluso el punto principal sobre familia, aceptación y reconciliación
se ve perdido en las numerosas tramas que no llegan a ningún lado. Ni Tú Ni Yo es un fracaso, pero uno que
puedo respetar ya que intentó salir de lo convencional y hacer algo nuevo,
digo, al final eso resulto en una producción que no tiene ni pies ni cabeza,
pero como siempre digo, mejor intentar y fallar que no intentar en lo absoluto.
El aspecto técnico es bueno y si se hubieran excluido algunas de las tramas
secundarias la producción habría sido mucho más sólida. Muy, muy, MUY en el
fondo hay una película decente enterrada en No
Tú Ni Yo, pero lo que se ve en la superficie no es algo que valga la pena.
Un mal paso para el cine mexicano comercial, pero al menos da señales de
movimiento y no de un estancamiento total como en otras tantas producciones
nacionales, eso debe valer algo, quiero creer.
Ni Tú Ni Yo:
1/5. Mala.
Mejor que: Malacopa
(2018), Tuya, Mía… Te la Apuesto (2018)
No tan buena
como: Todo Mal, (2018), El Club de los Insomnes (2018)
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