martes, 30 de octubre de 2018

Cine Barato: Museo


 
Si me conocen ya sabrán de mi incondicional y creciente odio por el cine mexicano comercial en la actualidad, donde, como regla general, la competencia por la mediocridad es constante y cada nueva película parece querer ser peor que la anterior; muy, MUY afortunadamente toda regla tiene sus excepciones, y por mamón y trillada que suene la frase, de vez en cuando podemos encontrar verdaderas joyas escondidas en lo profundo de la fosa séptica que algunos llaman industria del cine mexicano comercial, siendo Museo una de esas joyas.
Basada en hechos reales, en Museo veremos la historia de dos jóvenes que roban el Museo de Antropología e Historia del Distrito Federal en 1985. Juan Núñez (Gael García Bernal) es un joven que no tiene muy claro que dirección tomar en su vida. Cuando se entera de que el Museo de Antropología e Historia se mantendrá cerrado en navidad debido a renovaciones del edificio, Juan recluta a su amigo Benjamín (Leonardo Ortizgris) y ambos se infiltran al museo para robar varias piezas arqueológicas de valor incalculable con la intención inicial de vender los artefactos por una gran cantidad de dinero.
Voy a hacer algo que tal vez no debería pero creo que es necesario para hablar de la película, así que ahí les van unos pequeños spoilers. Al escuchar la sinopsis anterior no piensen que la historia es de esas clásicas de “el golpe del siglo”, donde genios criminales planean meticulosamente el un robo y el resto de la película es ver como los personajes ejecutan su plan, no, al contrario, prácticamente el evento del robo es el punto de partida para el resto del filme. Me atrevería a decir que la trama no es tan importante, lo más relevante es el cómo se nos cuenta esa historia, los personajes que se ven envueltos en ella Y la perspectiva que esos mismos personajes aportan a los hechos.
Hagamos de lado por un momento que la película está “basada en hechos reales” (aunque no olviden ese hecho, que es importantísimo al final), el protagonista está perfectamente caracterizado. Juan es un mocoso que no sabe qué hacer con su vida, con presiones por todos lados: familiares, económicas, históricas, hasta culturales y nacionales, todo orillándolo a encontrar su lugar en el mundo, quiera hacerlo o no, lo cual lo lleva a una búsqueda por encontrar ese lugar y descubrirse a él mismo. Juan es una persona imperfecta que se escuda en su propia visión del mundo para justificar muchas de sus acciones, algunas de ellas reprimibles y contradictorias pero que él mismo se reúsa a ver de esa manera, ya que hacerlo terminaría quebrantando su propia interpretación de la realidad. Diría que el personaje es todo un chairo, pero eso ofendería a los pinches chairos. Tal vez me estoy proyectando de más, pero creo que ese tipo de confusión y presión social lo ha vivido cualquier persona en algún momento de su vida, y si eso no es lo más humano que se pueda experimentar, entonces no sé qué sea.
Hay algunos detalles de la producción que no me agradan del todo… pero incluso esos elementos son muy importantes para el filme. El comienzo es un poco lento pero ese ritmo se utiliza para presentarnos al protagonista y hacernos conocer sus circunstancias, lo cual es importante para el resto del filme. Algunos de los diálogos se vuelven redundantes, repitiéndose una y otra vez prácticamente en la misma escena pero esto es para darles realismo, después de todo no es como que la gente en la vida real hable como si estuviera leyendo directamente de un guion sin ningún tipo de error, repitiéndose una y otra vez prácticamente en la misma escena pero esto es para darles realismo. Hay una escena en la que la música es estridente, rimbombante y muy fuera de lugar… PERO incluso esa disonancia es importante para uno de los mensajes del filme, metatextualidad que habla no sólo de esta historia sino del cine (y el arte) en general, y no lo digo solamente porque me gusta  decir palabras rebuscadas como “disonancia” o “metatextualidad” porque me hacen sentir importante y más inteligente de lo que verdaderamente soy… digo, en parte sí se trata de eso, pero no es el único motivo.
Creo que estoy haciendo un pésimo trabajo al hablarles sobre Museo, ya que a pesar que todos los elementos ya mencionados SÍ están presentes en la cinta, no son los únicos. La historia no es tan rebuscada como un payaso mamón snob como yo la hace parecer, pero esa es la verdadera belleza de la película: puede ser vista y disfrutada de maneras distintas por diferentes tipos de público.  Algunos se interesaran más por el aspecto histórico, tal vez algunos se identifiquen con el drama, o quizá otros se vean atraídos por el humor y la ironía de la historia, el punto es que Museo ofrece algo que cualquiera puede disfrutar y apreciar. No les voy a salir con la gastadísima frase de “hay que apoyar el cine mexicano”, pienso que eso es una pésima excusa que muchas producciones nacionales utilizan para justificar su propia mediocridad; por genérico que suene, yo prefiero decirles que “apoyen el buen cine”, venga de donde venga y un ejemplo de lo que yo llamaría “buen cine” es Museo, que casualmente es una película mexicana.

Museo: 5/5. Excelente.
 
 
 
 
 
 
 
¿Qué más les puedo decir? Ya saben que por “default” odio las películas mexicanas, si estoy hablando tan bien de Museo debe ser por algo ¿No?

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