Soy
demasiado apático para este tipo de cosas en Octubre. No me importa si
prefieren el tradicional día de muertos ni me escandalizo por aquellos que
prefieren el Halloween, que cada quien haga lo que se le dé la gana, lo único que
sé es que esta época es en la que se puede esperar ver más películas de terror
que el resto del año, incluso una que otra dirigida al público infantil, como
es el caso de Escalofríos 2: Una Noche Embrujada, la cual es entretenida por su
cuenta pero, como tristemente suele pasar con secuelas, resulta en una completamente
innecesaria.
En Escalofríos 2: Una Noche Embrujada
veremos las aventuras de un grupo de niños que trataran de salvar su pueblo de
una fuerza maligna. Mientras se encontraban limpiando una tenebrosa casa, Sonny
(Jeremy Ray Taylor) y su amigo (Sam Caleel Harris) se topan con un libro
misterioso del cual inexplicablemente sale un muñeco viviente que se hace
llamar Slappy. Emocionados por tener a un amigo mágico, la alegría de Sonny y
Sam desaparece rápidamente cuando Slappy revela su verdadera naturaleza
malvada. Ahora Sonny, su hermana Kathy (Wendi McLendon-Covey) y Sam deberán detener
los planes malvados de Slappy, quien pondrá en peligro a todo el pueblo con su
poderosa magia.
Escalofríos 2 se siente como una de tantas películas
que pasan por canales infantiles de cable en octubre, algo que tiene su propio
encanto pero este concepto resulta en un problema al llevarlo a la pantalla
grande. La producción no es mala, pero tanto la historia como los efectos
especiales y hasta los mismos personajes son demasiado simples, algo entendible
si consideramos que se trata de una película infantil, lo que ocurre es que
esta “sencillez” grita a todo pulmón “producción para televisión”, no
necesariamente largometraje para cine.
El problema
más grande no es lo “básico” de la producción sino el hecho de que prácticamente
todo lo que hace ya se ha visto ejecutado antes y de mejor manera, específicamente
en la primera Escalofríos. Y ya que
hablamos de la entrega anterior, a pesar de que Una Noche Embrujada es una secuela directa, las conexiones son
suficientemente tenues como para poder disfrutar la secuela sin ninguna
necesidad de ver la primera cinta, aunque esa conexión sí se encuentra en el
filme para apelar al gusto de todos esos ñoños a los que nos encanta la
continuidad entre una película y otra.
Ver a un
grupo de niños peleando contra una serie de monstruos puede ser algo trillado
pero no deja de ser entretenido de vez en cuando, además de que la película
logra darnos algunos diseños de monstruos entretenidos y muy originales, como
una araña gigante hecha de globos o un grupo de ositos de goma “asesinos”.
Evidentemente el “terror” es sumamente infantil y en realidad no creo que sea
capaz de asustar ni a un niño pequeños, pero no creo que esto sea un problema
ya que la trama se dirige más a la aventura que al “terror”, aunque debo
admitir que, haciendo honor a su nombre, hay una que otra secuencia que se
siente moderadamente “escalofriante”… o tal vez solo sea idea mía ¿Qué les
puedo decir? Los muñecos de ventrílocuo son raros, sobre todo cuando son mágicos
y se pueden mover por sí mismos.
Como ya
dije, Escalofríos 2 no ofrece nada
que no haya hecho antes su antecesora, y aunque el concepto no es nuevo, pienso
que el producto final es suficientemente entretenido para niños, lo cual la
convierte en una divertida forma de pasar el rato aunque no es algo que
necesariamente tengan que ver en la pantalla grande. Si tienen niños chiquitos
creo que ellos amaran esta película y los padres no la odiaran, aunque
probablemente sí la olviden casi instantáneamente después de haberla visto.
Escalofríos
2: Una Noche Embrujada: 2/5. Meh.
Mejor que: La
Sirenita (2018) Que no es precisamente de terror, pero también tiene una vibra de
película de aventura infantil para televisión.
No tan buena
como: Escalofríos (2015)
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