Es fácil ver
porque las adaptaciones de caricaturas llevadas al cine casi siempre resultan
malas. Por un lado, las producciones usualmente solo se cuelga de la fama de
una franquicia reconocida ya que, debido a sus fans, el éxito está casi
asegurado, por lo que el esfuerzo de “adaptar” el material original es casi
inexistente, solo pongan un nombre reconocible en el título, una trama insulsa,
quizá uno o dos actores famosos y los fans irán al cine cual borregos solo por
querer ver a sus personajes favoritos en la pantalla grande, lo cual casi
siempre termina en decepción, ira y la famosa y bastante mamona frase de
“destruyeron mi infancia”, y no me lo tomen a mal, yo mismo he estado en esa
posición (hola Dragon Ball Evolución…
o Full Metal Alchemist… o Tortugas Ninja de Michael Bay… o El Último Maestro del Aire… o Transformers y un largo y decepcionante
“etcétera”), pero si ver una mala película de sus personajes favoritos es
suficiente para arruinar sus vidas, en verdad que envidio lo fácil que debe ser
su existencia. El punto es que la mala fama de las adaptaciones de caricaturas
existe por una razón, pero hay una ventaja , por lo menos en mi muy particular
caso, con la que cuenta Dora y la Ciudad
Perdida: No me importa un carajo el material original, por lo que no tengo
ni idea de que tan adecuada termina siendo esta interpretación, pero lo que sí
sé es que al final es una película infantil que logro entretenerme incluso a
mí, y si conocen lo antipático y amargado que soy, sabrán que eso no siempre es
fácil.
En Dora y la Ciudad Perdida veremos la
aventura de una exploradora… buscando… pues… una ciudad perdida… ¿Qué quieren que les diga? La película está
basada en una caricatura para preescolares, complejidad no es precisamente lo
que uno debería esperar ni siquiera en el título. Dora Márquez (Isabel Moner)
es una niña que ha vivido toda su vida en la selva junto a sus padres, reconocidos
arqueólogos. Cuando se va a vivir a la ciudad junto con su primo Diego (Jeff
Wahlberg), Dora tiene problemas en adaptarse a la vida escolar “normal”, sin
embargo la chica tendrá preocupaciones aún más grandes cuando se entera de la
desaparición de sus padres, quienes estaban en busca de una mítica ciudad
perdida en medio de la jungla. Ahora Dora y sus amigos deberán volver a la
selva, encontrar a los padres de Dora y detener a un grupo de saqueadores de
tumbas que también buscan lo tesoros de la legendaria ciudad perdida de
Parapata.
Toda
crítica, tanto positiva como negativa se puede encapsular y resolver con la
misma respuesta: ¿Qué esperabas? ¡Es Dora la Exploradora! ¿Por qué los
personajes son tan planos? ¡Es Dora la Exploradora! ¿Porque hay un zorro de
caricatura con antifaz que habla, camina en dos patas y ningún personaje se
sorprende de esta rareza? ¡Es Dora la Exploradora! ¿Por qué los escenarios se
ven tan falsos como un programa de concursos para niños? ¡Es Dora la
Exploradora! ¿Por qué los efectos especiales son tan malos? ¡Es Dora la
Exploradora! ¿Por qué hay un número musical salido de la nada al final para
celebrar que los personajes sobrevivieron a su aventura? ¡Es Dora la
Exploradora!... Creo que ya entendieron lo que trato de decir, el punto es que
la producción no intenta “encontrar el hilo negro” ni fingir ser algo que no
es, su único objetivo es crear una serie de divertidas situaciones al más puro
estilo Indiana Jones enfocado a
entretener a un público infantil, ni más ni menos, y eso es precisamente lo que
la película hace desde que empieza hasta que termina.
La película
va a mil por hora, rara vez teniendo momentos tranquilos, saltando de una
escena a otra que parecen atracciones de parque de diversiones, lo cual hace
que los personajes tengan nulo desarrollo o momentos remotamente dramáticos,
pero al menos hace que la “trama” (y vaya que uso esa palabra generosamente)
nuca se torne aburrida. Muchas veces la cinta presenta algo parecido a un
problema que los personajes deberán superar, el cual casi siempre se resuelve
tan rápido como se planteó, lo cual es bastante ridículo e inverosímil pero,
repitan después de mi niños y niñas: ¿Qué esperabas? ¡Es Dora la Exploradora!
El humor,
como suele ser el caso en cintas infantiles, es bastante sencillo y no se
avergüenza de usar bromas escatológicas de vez en cuando, afortunadamente no
todo son chistes de traseros y pedos. De vez en cuando la cinta hace uno que
otro chiste que derrumba la cuarta pared, reconociendo plenamente lo ridículo
de su propia premisa, lo cual encuentro muy divertido, tanto en concepto como
en su, llamémosle “honestidad”. Por si esto fuera poco, la cinta ocasionalmente
arroja algunas bromas dirigidas a un público adulto, nada grafico o escandaloso,
pero son de ese tipo de chistes que tanto adultos como niños podrán disfrutar
por diferentes maneras. Cuando vean cierta secuencia animada reminiscente a la
caricatura original sabrán exactamente de lo que hablo.
No tengo ni
idea de cómo podría compararse esta película con la caricatura en la que se
basa, no sabría decirles si es una fiel adaptación del material original o no,
creo que eso es algo que solo fans del personaje podrán responder, pero lo que
sí puedo decirles es que la cinta resulta entretenida, tal vez demasiado simple
e infantil pero, una vez más y por última vez: ¿Qué esperabas? ¡Es Dora la
Exploradora! La película sí tiene muchas cosas que salen sobrando, como
personajes secundarios que no aportan nada a la trama o humor barato que es más
molesto que gracioso, pero la misma ligereza con lo que se toma a sí misma la
producción hace que estas “piedritas en
el zapato” no logren amargar el resto de la experiencia. Quizá la película sea
solo un burdo intento por sacarle dinero a los incautos seguidores de la
franquicia, pero lo que sea de cada quien, al menos es entretenida. A menos que
tengan niños pequeños que quieran verla en el cine, no hay ningún motivo para
ver Dora y la Ciudad Perdida en la
pantalla grande, pero aun si sus hijos los arrastran a la sala de cine, creo
que lograra entrenar tanto a chicos como a grandes.
Dora y la
Ciudad Pérdida: 3/5. Buena.
Mejor que:
Tomb Rider: Las Aventurad de Lara Croft (2018) ¿Exagero? Tal vez, pero casi les
puedo asegurar que ni se acordaban de que esa película existía. Al menos Dora
es más memorable debido a su propia ridiculez.
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