Es bastante fácil
criticar, ser crítico no tanto. La diferencia entre ambas cosas puede ser en
apariencia sencilla, pero aun así existe. Al menos desde mi punto de vista,
criticar muchas veces se limita a decir “esto no me gusta” o “esto está bien chido” a una u otra cosa, sin
pensar demasiado en él porque; mientras que el ser crítico necesita un poco más
de introspección e implica (o por lo menos debería implicar) una explicación más
profunda de los cómos y los porqués de ese desagrado o aprobación. Todo este
choro mareador es solo una pantalla para fingir que sé de lo que estoy hablando,
pero más importante aún, para poder lavarme las manos y decir que, aunque El Agente de C.I.P.O.L es probablemente
de mis películas favoritas en este 2015, las razones para ello no son tan imparciales
como podría esperarse de un autoproclamado “crítico de cine”.
En El Agente de C.I.P.O.L., veremos las
aventuras de dos agentes especiales: Napoleon Solo (Henry Cavill) e Illya
Kuryakin (Armie Hammer). Durante la “Guerra Fría”, una amenaza de escala global
hace que ambos lados del muro de Berlín deban hacer a un lado sus diferencias y
trabajar juntos, para esto, tanto la CIA como la KGB emplean a sus mejores agentes
en un intento de evitar un desastre nuclear. Junto con la ayuda de Gaby Teller
(Alicia Vikander), los agentes deberán trabajar en conjunto para descubrir el
plan secreto de una célula Nazi y evitar que obtengan la capacidad de crear sus
propias armas nucleares.
De ante mano
debo disculparme por mi falta de originalidad, ya que voy a utilizar un
argumento que ya he gastado muchísimo últimamente: Lo primero en lo que pienso
cuando escucho “película de espías” es en James Bond y en el caso de El Agente de C.I.P.O.L. la situación se
repite, aunque con un pequeño giro: Mientras que las películas de espionaje en
la actualidad tratan de mostrar una cara más “moderna” para despertar el interés
de un público más actual, El Agente de
C.I.P.O.L busca jugar un poco con la nostalgia y evocarnos a algo más “clásico”,
algo bastante evidente si consideramos que la historia se sitúa en plena guerra
fría. En otras palabras, y para abusar aun más de la comparación con Bond, El Agente de C.I.P.O.L es más Desde Rusia con Amor que Skyfall.
Lamentablemente
las comparaciones con otras cintas no terminan ahí. La historia es sacada de una
película de acción genérica: Los buenos tienen que detener a los malos antes de
que conquisten y/o destruyan el mundo. Fuera de la época de los 60´s donde se sitúa
la trama, la verdad es que la producción no hace nada realmente innovador. Por
suerte, la simpleza de la trama hace que sea más fácil apreciar a los
personajes. Tanto Solo como Kuryakin pueden resultar estereotípicos personajes
del genero y la época en que se presentan, pero en lugar de ser copias al carbón
de otros protagonistas similares, ambos logran crearse una imagen propia. El
hecho de que ambos personajes practiquen ideologías completamente opuestas hace
que sus interacciones sean siempre interesantes y, hasta cierto punto,
impredecibles, en la mayoría de los casos inyectando a la cinta con una
saludable dosis de humor negro que, al menos para mi gusto, siempre es
bienvenido.
Creo que
hasta el momento no he hecho más que apelar a mi propio gusto por películas “viejitas”
de espías, pero déjenme asegurarles que el aprecio por ese tipo de cinta no es
necesario para disfrutar de El Agente de
C.I.P.O.L. La película cuenta con muchas y variadas escenas de acción que,
aunque no sean tan aparatosas o innovadoras, no dejan de ser bastante entretenidas,
manteniendo la trama en movimiento, haciendo que el ritmo de la cinta se sienta
bastante dinámico pero sin llegar a ser demasiado acelerado o forzado.
¿Recuerdan toda
esa faramalla de la que hablaba en un principio sobe critica y crítico? En
ocasiones la situación es un poco más difícil, pero lo que es cierto es que
muchas veces algo puede gustarnos sin que nosotros mismos podamos definir muy
bien el porqué, y para mí, ese es el caso de El Agente de C.I.P.O.L. La película no es verdaderamente lo que podríamos
llamar “innovadora”, pero esto no significa que no pueda ser bastante
entretenida. Pongamos lo así: Esta película es como escuchar un muy buen cover
de una de tus canciones favoritas; es algo que ya has escuchado en el pasado y
que quizá no se pueda comparar con la versión original, pero no deja de ser una
interpretación diferente de algo que te agrada, con uno que otro toque que lo distingue
de la canción original. A pesar que me la he pasado comparándola con otras producciones,
la verdad es que El Agente de C.I.P.O.L.
es una buena película por su propia cuenta y definitivamente vale la pena verla
en el cine.
El Agente de
C.I.P.O.L: 3/5. Buena.
No tan buena
como: Kingsman: El servicio secreto (2015).
Mejor que: Misión
Imposible: Nación Secreta (2015) Aunque debo admitir que esto es un poco
injusto de mi parte. Podría decirse que ambas cintas están más o menos a la par
en cuanto a calidad, pero la verdad es que me gusto más C.I.P.O.L.
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