No pienso
negar en ningún momento mi clara parcialidad hacia Pixar ¿Qué les puedo decir?
Creo que Pixar es el mejor estudio de animación por computadora que existe en
la actualidad. Mi predilección es clara pero debo admitir que ese mismo gusto
llega a cegarme en ocasiones, haciéndome olvidar o ignorar por completo los
descalabros de Pixar de vez en cuando. Y ya que estamos hablando de malos
pasos, aquí tenemos Cars 3, parte de
la menos agraciada franquicia de Pixar, película que no es lo peor que se haya
visto por parte del estudio pero que definitivamente se queda corta con otras
producciones de la misma compañía.
En Cars 3 nos volveremos a encontrar con El
Rayo McQueen. Con una gran trayectoria como corredor, El Rayo McQueen empieza a
tener problemas cuando nuevos y mucho más sofisticados competidores empiezan a
aparecer en la escena del automovilismo. Negándose a abandonar al deporte que
ama, McQueen decide someterse a un arduo y moderno entrenamiento para poder
seguir participando en las carreras de autos.
No es ningún
secreto que Cars es una franquicia
dirigida directamente a un público infantil, lo cual hace que esta serie no
cuente con el mismo nivel de sofisticación a la que otras producciones de Pixar
nos tiene acostumbrado, aun así, y a diferencia de su predecesora, Cars 3 logra darnos una historia
relativamente simple para entretener a los espectadores más pequeños pero también
cuenta con un trasfondo mucho más serio que está dirigido a un público adulto. La
historia, en esencia, es la típica trama de película deportiva con la
particularidad de que no se trata del novato que intenta probarse a si mismo
ante un oponente superior, sino de un veterano del deporte que intenta mantener
sus días de gloria, algo que diría resulta un cambio a la formula deportiva
interesante de no ser porque Rocky ya
ha tomado esa premisa como tres veces a estas alturas.
Lo que sigue
siendo una constante en el trabajo de Pixar es su excelente animación. Puede
que lo que veamos en pantalla no dejen de ser personajes de caricatura, pero
aun así, principalmente en las secuencias de carreras, en más de una ocasión me
hizo olvidar que los competidores eran carros que probablemente obtuvieron
conciencia propia en algún momento y eliminaron a toda la humanidad para crear
una utopía automovilística. La película genuinamente logro entretenerme con las
carreras de autos y, de hecho, aunque no dejan de ser parte de la trillada
formula de historia deportiva, estas escenas logran darnos una que otra
sorpresa.
Aun con
todas mis alabanzas a este estudio, Cars
3 es la clara muestra de Pixar no es inmune a más de un vicio hollywoodense.
Cars 3 tiene tres objetivos, los
cuales son, en primer lugar vender mercancía de los personajes, en segundo establecer
tramas para posibles secuelas y, tristemente por último, darnos una historia innovadora
y entretenida. Estos tres objetivos se logran cumplir, mi único “problema”, si
quieren verlo así, es que se antepone el éxito comercial antes que la visión artística.
No, no es necesario señalar que soy un pinche snob mamón por decir eso, estoy
dolorosamente consciente de ello y, aquí entre nos, me siento sucio por ello.
Lo admito,
mi amor por Pixar logra que “me haga de la vista gorda” ante algunas de las
fallas de sus producciones, fallas que definitivamente aquejan a Cars 3, pero aunque la película no es ni
de cerca lo mejor que ha producido el estudio, definitivamente sigue siendo
mejor que el entretenimiento repetitivo y burdo que usualmente va dirigido al público
infantil. Debo admitir que me entristece ver a Pixar dándonos un producto cuya única
intención es hacer dinero PERO (y este es mi parcialidad hablando otra vez), si
por cada película Cars se logran hacer montones de dinero y ese capital sirve
para financiar los proyectos más arriesgados de la compañía, entonces no puedo
quejarme demasiado. Si por cada Up, Wall-e o Intensa Mente debemos aguantar un Cars de vez en cuando, creo que es un “sacrificio” que vale la pena
hacer.
Cars 3: 3/5.
Buena (Probablemente 2/5, pero de nuevo y por milésima vez, es mi parcialidad
la que habla).
Mejor que:
Cars 2 (2011), Aviones (2013), Aviones 2: Equipo de Rescate (2014). Sé que esas
últimas dos no son de Pixar, pero siguen siendo parte de la misma serie.
No tan buena
como: Cars (2006).
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