Contar una
buena historia es difícil, y parte de ello puede ser encontrar el formato correcto
en el que se presenta. No se trata de que uno sea mejor que otro, largometraje,
cortometraje, mini ficción, “sketch” o lo que sea, cada una tiene sus
fortalezas y sus debilidades según como se utilicen. Esto lo digo porque Rebelión de los Godínez termina siendo
una mala película, pero con el trabajo adecuado la idea podría funcionar como
una serie de cortos de YouTube o algo así, no que el cambio de plataforma la
convierta en algo bueno, seguiría siendo basura pero al menos sería más
digerible.
En Rebelión de los Godínez veremos las
aventuras de un joven que se integra al ámbito laboral. Omar (Gustavo Egelhaaf)
es un chico que no quiere vivir el resto de su vida encerrado en una oficina,
sin embargo la delicada salud de su abuelo (Alejandro Suárez) lo obliga a
entrar a una empresa de tecnología y conseguir un trabajo de escritorio con una
paga estable para poder pagar las cuentas. Omar deberá aprender a lidiar con
compañeros de trabajo chismosos, jefes prepotentes y colegas perezosos si es
que quiere sobrevivir a la “típica” vida de un trabajador de oficina.
La película
se siente casi como una serie de sketches que comparten a los mismos personajes
pero no necesariamente el mismo hilo narrativo. Cada “segmento” parece tener la
única función de contar uno o dos chistes bobos, los cuales muy, MUY de vez en
cuando sí resultan graciosos, pero es una estructura a la cual se le dificulta
mucho contar una historia coherente.
Los
segmentos suelen ser relativamente cortos, lo cual hace que el ritmo de la ya
de por si débil trama se sienta muy acelerado, lo cual será bueno o malo
dependiendo desde que ángulo decida mirarse. Por un lado, los “chistes” logran
contarse de manera rápida y sucesiva, saltando de uno a otro de manera continua
y conviniéndolos en algo al menos un poco más ameno, sin necesidad de alargar
la broma demasiado (con la excepción de un chiste de lavacarros que repiten
como seis veces). Por otro lado, este ritmo acelerado hace que no podamos
enfocarnos en los supuestos momentos más “serios”, ya que muchos de los dilemas
a los que se enfrentan los personajes se presentan muy rápidamente y que se
resuelvan igualmente de manera casi instantánea, haciendo que los supuestos
problema graves no lo parezcan en lo absoluto.
Las
personalidades y motivaciones de los personajes parecen cambiar de escena a
escena, cambios no dictados por los propios personajes sino por aquello que
dicte el guion. Tomen por ejemplo al protagonista, cuyos sueños y prioridades
cambian constantemente, desde ser una botarga famosa en internet, hasta ser un
buen empleado e incluso formar su propia empresa, metas que no logran
conectarse muy bien entre sí, por lo menos no en la forma en que se plasman
entro de la cinta.
Lo sé ¿Yo
hablando mal de una película mexicana? ¡Que novedad! Pero si he de jugar a ser
abogado del diablo, aunque debo admitir que no disfrute en lo absoluto del
filme, al menos tiene el beneficio de poder decir que no es un remake de otra
película u otra asquerosa e insípida comedia romántica de las que infestan al
cine mexicano comercial como si fueran un cáncer, digo, no se escapa de tener
la subtrama romántica predecible e innecesaria que tanto odio por su falta de
creatividad y por ser el perpetuo recordatorio de que moriré solo, pero por lo
menos no es el enfoque principal de la historia. Y aquí viene la cantaleta de
diario: Siempre respetaré más a una producción que intenta algo novedoso y
falla, que una que no se arriesga en lo absoluto y se vuelve “pan con lo
mismo”; Rebelión de los Godínez intenta
ser una comedia sobre la vida de oficina, fallando tanto en la comedia como en
el retrato de la vida de un “Godín”, pero al menos intenta ser original, no lo
logra pero la intención vale algo por lo menos. No es lo peor que haya visto
pero definitivamente no vale la pena verla.
Rebelión de
los Godínez: 1/5. Mala.
Mejor que: Mirreyes
vs Godínez (2019)
No tan buena
como: Enredos de Oficina (1999). Que no es mexicana, pero considero es la mejor
comedia “Godín” que he visto hasta ahora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario