Creo que ya
lo he mencionado antes pero vale la pena repetirlo: Jurassic Park fue todo un acontecimiento en la historia del cine. Tal
vez eso suene demasiado exagerado para algunos, pero para quienes tuvimos la
oportunidad de ver esa película por primera vez en la pantalla grande fue una
verdadera experiencia inolvidable. Jurassic
Park marco un claro “antes” y “después” en la cinematografía como la
conocemos en la actualidad, por lo que Jurassic
World se ve en la muy difícil tarea de llenar un par de zapatos bastante
grandes.
En Jurassic World veremos cómo finalmente
el parque de diversiones habitado por dinosaurios se ha convertido en una
realidad, recibiendo a miles de visitantes diariamente. Aunque el parque es un
buen negocio, los inversionistas y científicos involucrados en el proyecto se
encuentran siempre en la búsqueda de la siguiente gran atracción, y todo parece
indicar que han encontrado justamente eso al crear dinosaurios hibrido genéticamente
modificado. Todo parece marchar bien hasta que el nuevo dinosaurio conocido
como “Indominus Rex” escapa de su cautiverio y amenaza a todos los visitantes del
parque ¿La situación podrá ser controlada a tiempo o se repetirá una tragedia
similar a la del Jurassic Park original?
Si el titulo
no es suficiente indicación para ustedes, obviamente nos encontramos con una
secuela directa de Jurassic Park, y en caso de que se siquiera empecemos a
olvidarlo, la película hará todo lo posible por recordárnoslo, dando varios
guillos a la cinta original, pero no a las primera dos secuelas, que ignorándolas completamente, como todo fan
de Jurassic Park hemos hecho durante años. Obviamente al tratarse de una
secuela, muchas de las ideas del film original vuelven a retomarse, pero no solo
para establecer una relación entre ambas cintas, sino para expandirlas y darles
una perspectiva más actual sin perder de vista el concepto original; no
olvidemos que la película original tiene más de 20 años (maldita sea, si que
soy viejo….).
Aunque la
historia cuenta con muchos personajes, no existe lo que podríamos llamar un
protagonista como tal, lo cual no es tan malo como suena. Cada personaje nos
brinda una perspectiva diferente a la situación, permitiéndonos sumergirnos en
la historia de más de una manera y, hasta cierto punto, escoger la perspectiva
con la que más nos identifiquemos. Lo más cercano que tenemos a un protagonista
tradicional es a Owen Grady, interpretado por Christ Pratt, quien básicamente es
como “El Encantador de Perros”, solo que con Velociraptores. Esta idea de
entrenador de dinosaurios suena extraordinariamente ridícula en un principio,
pero la película plantea el concepto de manera adecuada, haciéndola parecer una
práctica viable, por lo menos en el contexto de Jurassic World, y lo logra en
gran parte por la actuación y carisma del propio Christ “Starlord” Pratt. Lo
que sí me parece más difícil de justificar es la idea del antagonista Vic
Hoskins, interpretado por Vincent D´Onofrio, quien (SPOILERS) busca la manera
de convertir a los dinosaurios en armas, lo cual suena grandioso si eres un
niño de 5 años, pero si lo piensas por más de dos segundos, la idea de
dinosaurios contra tanques es bastante risible, aunque ahora que lo pienso, sin
dudarlo por un segundo yo iría a ver una película titulada “Dinosaurios VS
Tanques” (mostrando mi madures de siempre). (FIN DEL SPOILER)
Visualmente
la película es de lo mejor del año en cuanto a efectos especiales se refiere,
pero como ya he mencionado en el pasado, esto se ve opacado por la familiaridad
que se tiene actualmente con este tipo de espectáculo visual. No me
malentiendan, los efectos son muy buenos pero para mí no tiene ese efecto “WOW”
que, por ejemplo, tuvo el Jurassic Park
original, aunque admito que eso bien puede deberse a que soy un viejo amargado.
Al final del
día, cuando todo está dicho y hecho, Jurassic
World es una de las mejores secuelas en su tipo, ya que no sólo se limita a
repetir lo hecho anteriormente (aunque lo hace parcialmente) sino que también agrega
elementos nuevos de manera que nos muestra como resultado un producto que es al
mismo tiempo innovador y familiar. Por si esto fuera poco, aunque la cinta sea
una secuela directa y haga muchas referencias a la película original (demasiadas
para mi gusto), Jurassic World es una
cinta que puede defenderse por si sola sin necesidad de escudarse en la
nostalgia de Jurassic Park. Es verdad
que algunos momentos se sienten demasiado ridículos o fantasiosos, pero si no están
dispuestos a dejarse llevarse por la fantasía de un parque de diversiones con
dinosaurios ¿Para qué molestarse en ir a ver una película sobre ello en primer
lugar? Es cierto que hoy en día muchas películas son secuelas cuyo único motivo
para existir es exprimir hasta el último centavo de una propiedad intelectual
sin la más mínima intención de respetar el material original, pero Jurassic World no solo celebra sus
propios orígenes sino que también expande la idea original, cosa que es más difícil
de encontrar en una franquicia en la actualidad. Definitivamente vale la pena
ver esta película en el cine ¿Y quién sabe? Quizá a un niño de nueve años
verdaderamente le resulte un evento inolvidable, justo como me sucedió a mi
cuando se estreno la primera Jurassic
Park.
Jurassic
World: 4/5. Muy Buena.
Mejor que: Jurassic
Park: El Mundo Perdido (1997), Jurassic Park III (2001)
No tan buena
como: Jurassic Park (1993).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario