El cine con tintes
religiosos, específicamente aquel relacionado con la fe cristiana tienen mala
fama, ya que normalmente este tipo de producciones son poco más que propaganda
con poco o ningún valor fuera de su público objetivo, si no me creen traten de
ver cualquier mierda hecha por el estudio Pureflix, pero decir que TODA cinta
siquiera remotamente religiosa es mala es una exageración. En ocasiones, aun
cuando el trasfondo sea un mensaje religioso, una película puede ser interesante
y entretenida por su propia cuenta o por lo menos intentar serlo, como es el
caso de Pablo, Apóstol de Cristo, una
película que intenta ser interesante… digo, no lo logra en lo absoluto pero al
menos lo intenta, eso debe valer para algo, supongo.
En Pablo, Apóstol de Cristo veremos parte
de la vida de San Pablo. Pablo (James Faulkner) es un líder religioso que, al
ser considerado un radical peligroso para el gobierno romano, es encarcelado y
espera el día de su ejecución. Mientras se encuentra en cautiverio, Pablo es
visitado constantemente por Lucas (Jim Caviezel). Es durante estas visitas que
ambos seguidores de Jesus deciden escribir sus experiencias y creencias
religiosas en lo que después se convertiría en “Los Hechos de los Apóstoles”,
uno de los libros que conforman parte del Nuevo Testamento.
Seamos
honestos, la idea de escuchar a dos hombres poniéndose de acuerdo para escribir
un libro no suena a una historia demasiado interesante que digamos, pero Pablo, Apóstol de Cristo hace lo posible
por aderezar las cosas para lo cual implementa algunas subtramas que pretenden
ser semejantes a un drama histórico alrededor de una comunidad cristiana viviendo
clandestinamente en Roma. El problema con las tramas secundarias es que, aun
cuando todas ellas están conectadas directamente entre sí, en lugar de
complementarse unas a otras parece que todas ellas pelean para capturar la atención
del público, interrumpiéndose constantemente unas a otras, haciendo que estas
historias se sientan demasiado apresuradas y en algunos casos hasta
incompletas.
A nivel técnico
la película hace o que pude con los recursos que tiene. Escenas donde la cámara
se mueve constantemente sin motivo alguno, tomas donde la mitad del cuadro esta
fuera de foco y escenarios extremadamente oscuros que hacen difícil ver que es
lo que ocurre en pantalla son sólo algunos de los problemas del filme, los
cuales se sienten como “errores de principiante”, aunque también hay que
reconocer que, al tratarse de un proyecto a pequeña escala, Pablo, Apóstol de Cristo no tiene el
mismo nivel de producción hollywoodense como otras cintas de corte religioso
como La Pasión de Cristo o El Señor de los Anillos.
Hay algo que
si tengo que reconocerle a la cinta, a pesar de tener un mensaje indudablemente
religioso por lo menos la manera en que se plantea dicho mensaje no resulta condescendiente,
prejuicioso o demasiado “santurrón”. La forma en que se maneja la trama es principalmente
contarnos la vida de San Pablo en primer lugar y “predicar” en segundo. Puede
que esta forma de presentarnos el mensaje no sea suficiente como para convertir
a un escéptico, pero al menos no tacha a los no creyentes como gente condenada
a pudrirse en el infierno, como otras tantas películas religiosas suelen
sugerir.
Pablo, Apóstol de Cristo tiene buenas intenciones pero
francamente no logrará llamar la atención a un público que no comparta las
ideas religiosas de la película. La trama rápidamente se vuelve repetitiva y
francamente muy, muy aburrida, y no creo ser el único que piensa así, ya que en
la sala se alcanzaban a escuchar fuertes ronquidos por parte de uno que otro
espectador. Lo he dicho antes y lo seguiré repitiendo, prefiero una película
que intenta hacer algo interesante y falla a una película que no intenta nada
en lo absoluto. Pablo, Apóstol de Cristo
trata de ser dramática e interesante y no lo logra, pero al menos tampoco mira condescendientemente
a su propio público. Solo podría recomendar ver esto para aquellas personas que
en verdad tengan interés en la vida de San Pablo, de ahí en fuera, esta película
está condenada a ser una de esas que pasan incesantemente en televisión abierta
durante semana santa sin pena ni gloria.
Pablo,
Apóstol de Cristo: 2/5. Meh.
Mejor que:
Fátima, El Último Misterio (2017)
No tan buena
como: No sé, mi marco de referencia no es muy amplio que digamos… tal vez La Pasión de Cristo (2004), aunque no
sé, eso de las películas snuff nunca ha sido lo mío.
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