Pobre Emillia
Clarke… no solo tuvo que aguantar ser parte de un final decepcionante en Game
of Thones, si no que ahora parece que su destino es ser encasillada y protagonizar
insípidas y estúpidas películas románticas. No me malentiendan, amo a nuestra
Daynerys de la Tormenta, La que no arde, Madre de Dragones, Khaleesi de los Dothraki
y del mar de hierba, Reina de los Ándalos, los Rhoynar y los primeros hombres,
Señora de los Siete Reinos y protectora del Reino, Princesa de Dragonstone,
Reina de Meeren tanto como cualquiera, pero parece que se le esta encacillando
en papeles de comedia romántica que simplemente no se le acomodan bien, un
destino peor que la muerte si me preguntan. Por cierto, spoiler de aquí en
adelante, porque no me importa “arruinar” este pedazo de mierda que alguien
pretende pasar por película.
En Last
Chirstmas veremos la comedia romántica navideña más descerebrada del año. Kate
(Emillia Clarke) es una chica sin dirección en la vida que, de la nada, magia
navideña supongo, comienza a ver a un tipo llamado Tom (Henry Golding) quien la
ayuda a encontrarse a si misma y el amor y ese tipo de pendejadas. Al final
resulta que Tom era un fantaaasma (boo) que ayuda a mejorar la vida de Kate, lo
cual no estoy seguro de que funcione donde vivo, aquí a los que escuchan voces
y ven a gente imaginaria nos dicen esquizofrénicos.
Los clichés
comunes de las comedias románticas no son suficientes aparentemente, la producción
se dedica a meter un supuesto misterio que no llega a ningún lado, nunca se
explica de manera satisfactoria, y por más tierno y dulce que intente ser, no
es más que una estupidez sin fundamentos que sirve como excusa para tener un
final inesperado.
Emillia
Clarke es pésima en el papel protagónico, aunque no es su culpa. La actriz es carismática
indudablemente, y su actuación de “niña buena” solo acentúa su encanto natural,
y ese es precisamente el problema, esa personalidad es casi completamente
opuesta a la que se intenta pintar como personaje principal. Se supone que
estamos viendo a una chica desencantada de la vida, con problemas por todos
lados y al borde de una crisis existencial, pero Clarke proyecta casi la imagen
opuesta. Había dos soluciones sencillas, cambiar el guion para que el personaje
se adecuara más a la personalidad de la actriz o de plano buscar a otra
protagonista, pero nadie hizo ninguna de esas cosas.
La trama no
sabe cómo crear conflicto, de hecho, tampoco sabe cómo mover una trama de
manera natural. Los personajes se aman, se odian, se aman, y así sucesivamente sin
ton ni son, toda pasa “solo porque sí”, lo cual tristemente es normal en las
comedias románticas, pero en ningún momento se trata de justificar estos
cambios tan radicales en sus interacciones, o, mejor dicho, al final tratan de
explicarse con ese absurdo y retrasado final inesperado. Lo siento, no puedo
quitar el dedo del renglón. ES DEMASIADO ESTUPIDO.
Sí hay un público
para este tipo de cosas, la clásica pareja melosa que quiera ver esto en el
cine y quizá manosearse un poco en la oscuridad podrá disfrutar de esta película,
pero lo siento, de ahí en fuera no creo que haya algo que valga la pena en Last
Christmas. Llena de clichés, malas actuaciones, una historia sin sentido y
ninguna clase de encanto propio, Last Christmas es una de las peores
comedias románticas del año, lo único distintivo es que se disfraza con luces y
pinos para fingir que es una película navideña. Tengo que darle a esta producción
lo que se ha convertido en mi insulto favorito últimamente: La película es tan,
TAN mala, que parece película mexicana comercial.
Last
Christmas: 0/5. Ofensivamente mala.
No tan buena
como: Yo Antes de Ti (2016)
Mejor que:
After: Aquí Empieza Todo (2019) Que estoy casi convencido que nunca nadie podrá
superar esta película en lo aburrida y estúpida que es.
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