Además de los lunes también odio a los zombis. Suena obvio,
lo sé ¿A quién podría gustarle un cadáver caminante cuyo único objetivo es
devorar la carne de los vivos? Quizás a un necrófilo muy enfermo… pero estoy
divagando. Para ser más especifico, odio que los zombis tengan tanta exposición
en la cultura popular en tiempos recientes.
Los zombis en la cultura popular no son nada nuevo y
francamente no serian el fenómeno que son ahora sin George A. Romero y su “Night
of the living dead” de 1968. Simplemente no eran lo primero que venía a la
mente cuando alguien decía “película de monstruos”, siempre era eclipsado por
otras creaturas de la noche como vampiros, momias, hombres lobo o fantasmas,
mientras que ahora, gracias a franquicias como “The Walking Dead”, los muertos
vivientes están en todos lados.
No voy a decir que los zombis me gustaban desde antes de que
fueran populares (no tengo una camisa de franela a cuadros ni un sombrero
pretencioso y no compro café en Starbucks como para decir algo así), solo digo
que mi gusto se ha perdido un poco porque ahora todo el mundo es un fan de los
zombis. Imagínense que ustedes son fieles a un equipo de futbol que no tiene
mucha presencia y sus seguidores son pocos, pero de pronto ese mismo equipo
empieza a destacar y llamar la atención de los demás hasta que de la noche a la
mañana la gran mayoría de la gente se vuelve fan. ¡Grandioso! Entre más, mejor
¿No? ¿Pero dónde estaban todos esos seguidores cuando el equipo estaba siendo
goleado y nadie daba dos centavos por él? Así es como me siento.
No me malentiendan, claro que es genial hablar en voz alta
sobre técnicas de sobrevivencia para el futuro apocalipsis zombi sin que las
personas me vean raro y empiecen a alejarse lentamente sin interrumpir el
contacto visual ni hacer movimiento bruscos por miedo a que los ataque por ser
un enfermo mental. Hoy en día todo el mundo, en mayor o menor medida, tiene un
plan para ese tipo de contingencia (a la de un ataque zombi, no a que un desquiciado
que cree que los zombis son reales los lastime) y eso es lo que odio. Si
ocurriera una epidemia zombi en este preciso momento ¡no sería la gran cosa
porque no agarraría desprevenido a absolutamente nadie!
Actualmente, gracias a la sobreexplotación de los zombis en
los medios, todo el mundo está listo para combatir muertos vivos, mientras que algunos
años atrás yo pude haber sido uno de los pocos sobrevivientes a una catástrofe de
muertos caminante a escala mundial. Pude ser un líder de la humanidad en un
planeta infestado por cadáveres come carne y ahora todas mis tácticas para sobrevivir
en este escenario son conocimiento (relativamente) común. ¡Se me ha negado mi
destino! Ahora mi única esperanza es que llegue el momento en que todo el mundo
se harte de hablar de zombis y vuelvan a ser el patito feo a comparación de
monstruos más populares, haciendo que de nuevo nadie considere el peligro de un
apocalipsis zombi como algo real. Digo, podría empezar a prepararme para cuando
las maquinas tomen conciencia y esclavicen a la humanidad, pero ese no es mi destino…
todos saben que ese le toca a John Connor.
Y por eso odio a los zombis. Y también los lunes.
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