Las modas
vienen y van, usualmente dictadas por
los gustos de mocosos estúpidos con fenomenal mal gusto, y antes de que se
sientan ofendidos, no es crítica, es un mero comentario ya que TODO ser humano
pasa por esa etapa en la vida. “Boy bands”, romances de vampiros y por una razón
que no alcanzo a comprender “K-pop” son algunas de estas modas que han llegado
a cautivar a muchachitas fáciles de impresionar, pero últimamente parece que se
está formando una nueva moda: historias de amor entre adolescentes estúpidos que
sé creen genios filosóficos y que sufren de una enfermedad terminal, algo que
suena demasiado especifico ahora que lo digo en voz alta… pero ¿Quién soy yo
para juzgar? Cada quien sus filias, supongo. Un nuevo ejemplo de esta moda lo
podemos ver en A Dos Metros de Ti,
aunque eso de “nuevo” es muy relativo en este caso.
En A Dos Metros de Ti veremos la historia
de dos jóvenes enamorados. Al nacer con una rara enfermedad en los pulmones, Stella
Grant (Haley Lu Richardson) ha pasado gran parte de su vida en tratamientos
experimentales de un hospital a otro; es bajo estas circunstancias en que
conoce a Will Newman (Cole Sprouse), un chico que sufre de la misma enfermedad
que ella. Lo que en un principio comienza como una amistad entre ambos chicos poco
a poco se convierte en algo más, sin embargo lo delicado de su enfermedad
impide que puedan tener contacto físico directo entre ellos, lo cual es algo difícil
de sobrellevar para dos chicos “en la edad de la punzada”.
No pienso
andarme por las ramas, A Dos Metros de Ti
no es más que una versión ligeramente distinta de Bajo la Misma Estrella, dicho esto, aunque las similitudes son muchísimas
y demasiado obvias como para pasarlas por alto, no sería del todo justo decir
que la cinta es una copia al carbón, cortada con la misma tijera
indudablemente, pero no un completo plagio al menos.
Debo advertirles
que si deciden ver este filme tengan a la mano una buena dosis de insulina, ya
que la producción excreta “dulzura” por todos sus poros, lo cual pone en riesgo
al espectador de caer en un coma diabético. Las actuaciones de los “jóvenes”
enamorados, la trama romántica cliché que no esconde ni un poco sus intenciones
de ser emocionalmente manipuladora, incluso el sountrack que parece sacado
directamente de una lista de reproducción de “una chica única y diferente”, el
filme implementa la mayor cantidad de clichés cada que tiene la oportunidad, lo
cual me hizo girar los ojos con tanta fuerza y frecuencia que creo que llegue a
ver mi propio cerebro en más de una ocasión.
Aun con todo
lo anterior, la cinta no carece de mérito. A pesar de ser predecible, tanto el
ritmo como el desarrollo de la trama se sienten naturales, con uno que otro
bache argumental en el camino, pero nada demasiado descabellado. Las
actuaciones son decentes y estoy seguro que las interacciones entre los
protagonistas lograran robarle más de un suspiro a alguna mocosa ilusionada y
lo que sí debo reconocer que me gustó fue el final agridulce, uno que es
sumamente manipulador e igualmente meloso, pero estoy casi seguro que hará
llorar a más de una adolecente con mal gusto, y cualquier cosa que haga llorar
o incomodar a la gente más joven que yo siempre tendrá un lugar especial en mi
pequeño y pútrido corazón.
Cada quien
tiene derecho a disfrutar de sus propias fantasías, en lo personal las mías involucran
rayos láser o dragones (o mejor aún: ¡Dragones que escupen rayos láser!), pero
si la de ustedes son sobre lo perfecto o inocente de “el primer amor” o que el
amor es real, entonces está película es para ustedes. Lo que trato de decir es
que otra vez me veo obligado a usar mi muy gastada excusa de “no es para mí”.
Sí acaso lo “peligroso” (sólo por ponerle nombre) de A Dos Metros de Ti y otras películas similares es la forma en que
convierte las enfermedades en un fetiche para los jóvenes de hoy en día, pero
he visto cosas mucho más reprobables que esa, como esa temporada en que Twilight romantizo la codependencia en
las relaciones amorosas. A Dos Metros de
Ti le da a su público objetivo exactamente lo que quiere, una historia romántica
repleta de clichés que finge ser más profunda e inteligente de lo que
verdaderamente es, lo cual me resulta tedioso y muy pretensioso, pero eso se
debe en gran parte a que no soy el tipo público que se busca alcanzar. Si les
suena remotamente interesante, denle una oportunidad, por mi parte, aunque no
me arrepiento de verla, no tengo ni la más mínima intención en volver a hacerlo
por el resto de mi vida.
A Dos Metros
de Ti: 2/5. Meh.
Mejor que: Si
Decido Quedarme (2014),Todo Todo (2017)
No tan Buena
como: Bajo la Misma Estrella (2014)
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