No hay forma
de decirlo amablemente: Lady Rancho es
una mala película. Lo sé, lo sé ¿Yo diciendo que una película mexicana es mala?
¡Qué novedad! Antes de seguir, hay que aclarar que una película puede llegar a
considerarse mala por muchos motivos, algunos peores que otros, y el tipo de “malo”
que refleja Lady Rancho se siente más
un caso de falta de experiencia y no uno causado por incompetencia o indiferencia.
En Lady Rancho veremos las desventuras de una
chica mimada que aprende el valor del trabajo duro. Camila (Danae Reynaud) es
hija de un exitoso empresario que vive rodeada de lujos, desafortunadamente
esto la ha convertido en una persona prepotente y maleducada que se cree mejor
que todos a su alrededor. Después de protagonizar un escándalo, los padres de
Camila deciden dejarla varada en un alejado rancho familiar con la esperanza de
que esto la ayude a cambiar de actitud. Alejada de todas las comodidades a las
que está acostumbrada, Camila deberá aprender lo que significa ganarse el pan
de cada día mediante trabajo duro.
Primer
problema: Esta historia ya se ha visto mil veces y se verá mil veces más. Esta
es la típica trama de un personaje “citadino” que mediante sus aventuras
aprende a apreciar la “vida sencilla” del campo. Doctor Hollywood, Cars,
hasta Hannah Montana y un sinfín de películas
y series han utilizado esta premisa de una y otra forma, desafortunadamente Lady Rancho no aporta nada nuevo a esta gastadísima
formula.
Segundo
problema (y aquí dejare de enumerarlos porque si no nunca voy a acabar): La edición.
Desde el principio sabemos cómo va a terminar esta historia, la niña va a
prender a ser mejor persona y bla, bla, bla, como ya dije, no es nada que no
hayamos visto antes, el problema es que el ese proceso de “aprendizaje” de la protagonista
se siente muy dispar. En una escena vemos al personaje siendo prepotente, al
siguiente siendo más empática para que en la siguiente escena se regrese a ser
altanera, y así sucesivamente. El predecible arco de personaje sí existe, pero
muchas escenas parecen mostrarse fuera de orden, haciendo que el cambio del
personaje no sea gradual sino que su actitud se ve dictada por cómo está
escrita en el guion y no por un desarrollo natural de la protagonista, además
de que esto provoca algunos errores de continuidad bastante evidentes.
La cinta
trata de “aderezar” su historia principal con subtramas igualmente sencillas y,
para dar al menos un poco de crédito, casi todas ellas sí llegan a una conclusión,
pero la gran mayoría de estas tramas secundaria se introducen y se resuelven de
manera espontánea sin ningún ton o son, esto hace que la gran mayoría de
situaciones sucedan “porque el guion lo dice”, provocando que el avance de la
trama se sienta forzado y a veces sin razón alguna, lo que es peor es que estas
subtramas no ayudan en nada a mitigar lo predecible que resulta la historia
principal.
No hay algo
que me haga enojar más en una producción de cine mexicano comercial que el “vale
madrismo” o que la mediocridad sea evidente, pero estos defectos no los alcanzo
a ver en Lady Rancho. No me
malentiendan, el producto final no se salva de ser malo. La historia no podría
ser más predecible, el guion tiene muchos baches en su argumento, las
actuaciones no son nada del otro mundo y la edición deja mucho, MUCHO que
desear, sin embargo puede verse la dedicación por parte del grupo creativo detrás
de esta cinta. Lo he dicho mil veces y aún no he cambiado de opinión: Una
película que se esfuerza aunque sea un poco en darnos algo de calidad y falla
es mil veces mejor que una producción que no intenta nada en lo absoluto. Lady Rancho intenta y falla, pero como
dije en un principio, se siente que esto se debe a falta de experiencia, no por
falta de interés de la producción.
Lady Rancho:
1/5. Mala.
Mejor que:
La Boda De Mi Mejor Amigo (2019)
No tan buena
como: Mirreyes Contra Godínez (2019). No se confundan, esa también es bastante
mala. Cine mexicano comercial a fin de cuentas…
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