No es nueva
esta “moda” de querer llevar a la pantalla grande cualquier libro cuyo publico
original sean adolescentes, todo en busca del siguiente gran éxito que emule al
obtenido por Harry Potter, Los Juegos del Hambre o (que Arceus se
apiade de nuestras almas) Twilight. Es
cierto que las series o sagas son un buen negocio en sí mismo, pero en raras ocasiones
se les da la oportunidad a pequeñas adaptaciones cuyo objetivo principal
(aparte de hacer dinero, obviamente) es contarnos una historia más pequeña e
inteligente (relativamente), y este es precisamente el caso de Ciudades de Papel.
En Ciudades de Papel veremos a Quentin “Q” Jacobsen (Nat Wolf), un joven que está
por terminar la preparatoria y parece tener toda su vida planeada en cuanto
termine la escuela, pero sus planes cambiaran cuando se re-conecta con su vecina
y amiga de la infancia, Margo Roth Spiegelman. Después de pasar una muy
divertida noche juntos (no de la manera que se imaginan, no sean mal pensados),
Margo desaparece. Sin ninguna razón del cómo o el porqué sobre la desaparición de
Margo, Quentin empieza a encontrar pequeñas pistas que aparentemente su amiga
le ha dejado para que puedas reunirse una vez más.
A simple vista
tenemos una historia que combina varios elementos ya conocidos. Tenemos algo de
misterio, drama escolar gringo, un poco de “road trip” y una gran ración de película
romántica, pa´que amarre. La presentación de cada uno de estos elementos es
bastante sencilla, sirviendo solo como los escenarios en los que se desarrolla
la historia, lo cual ayuda a mantener el enfoque en los personajes. Como
protagonistas tenemos a un grupo de amigos que, si bien pueden clasificarse
cada uno en un cliché asociado con películas de/para adolescentes, ninguno de
ellos llega al grado de ser completamente predecible, peso si se le brinda a
cada uno de ellos una personalidad bastante definida que se mantiene de manera constante
durante toda la trama.
Las
actuaciones son decentes y hay una muy buena interacción entre todo el reparto…
solo hay un pequeño problema. Nat Wolf, quien interpreta al protagonista, trabaja
muy bien con el reparto de soporte, pero no hace tan buen trabajo cuando se
encuentra el solo en una escena. Cuando no hay nadie en pantalla junto con él,
Wolf parece tener una sola expresión de confusión en el rostro que no cambia
hasta que de nuevo tiene que interactuar con alguien más.
Creo que es
bastante obvio, pero es mejor ir a la segura y aclararlo de todos modos: No soy
ni de cerca el público objetivo para esta producción. Es importante dejar esto
claro porque mucho de mi criticismo bien podrían achacarse a mi falta de empatía
con el espectador que pretende alcanzar la cinta (es decir, aborrecentes
adolescentes). Para mi gusto la trama se mueve de manera extremadamente lenta,
y aunque se supone que el misterio debe ser lo suficientemente interesante como
para mantener mi atención, la verdad es que no lo es tanto. Los personajes, con
la única excepción de Margo, son demasiado “comunes” como para mantener mi interés,
PERO hay que reconocer que esto los hace mucho más realistas (hasta cierto
punto) y no en una caricatura del estereotipo que a cada uno podría achacársele.
Usualmente
me gusta pensar que lo importante en un viaje no es el destino sino el camino
que se recorre para llegar a él, pero con Ciudades
de Papel fue exactamente lo contrario. La verdad es que en muchos momentos
de la cinta me sentí verdaderamente aburrido. Sólo alcanzando el tercer acto el
film logro captar completamente mi atención con un giro que me resulto
verdaderamente inesperado y que pone en perspectiva el resto de la cinta; no es
un “veo gente muerta” o “Luke, yo soy tu
padre”, pero fue un giro lo suficientemente interesante que bien vale la pena
comentar.
Sé que suena
contra intuitivo, pero aunque acabo de decir que la cinta es medio aburrida,
definitivamente recomendaría ver esta película por lo menos una vez (aunque no
necesariamente en el cine). Como ya dije, yo no soy el público que se pretende
alcanzar y por lo mismo no encuentro el mismo valor en la cinta, pero eso no me
impide reconocer que es un film que respeta a su público y hace su mejor
esfuerzo por crear una historia mucho más inteligente que la típica cinta para adolescentes. La “moraleja” de la historia puede parecer sacada de un libro de
ayuda personal, pero por lo menos no se presenta de manera TAN simplona y predecible.
Quién sabe, quizá si yo tuviera una década menos de edad y viera esta película verdaderamente
sería una experiencia que me haría pensar más a fondo sobre los temas que toca.
Ciudades de
Papel: 3/5. Buena.
Mejor que:
Cualquier cosa sacada de la cabeza de Stephenie Meyer
No Tan buena
como: Bajo la Misma Estrella (2014)
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