Desde su
primera aparición en la película Mi
Villano Favorito, los personajes conocidos como Minions saltaron de ser una
pequeña presencia cómica en el fondo de la cinta y rápidamente se convirtieron
en el elemento más recordado de la franquicia, hasta llegar al punto en que
otras compañías cinematográficas han intentado recrear el éxito de estos
personajes (*Cof* Home *Cof). Los Minions funcionan muy bien como personajes de
soporte, pero en esta ocasión veremos si son lo suficientemente buenos como
para poder tomar las riendas y ser protagonistas.
En Los
Minions veremos la historia secreta de estos pequeños y extraños seres que son
más antiguos que la humanidad misma. La vida de un Minion se centra en servir
al ser mas malvado que puedan encontrar, pero cuando la tribu de criaturas se
ven aisladas del mundo y sin la presencia de un amo a quien servir, la
comunidad de Minions se ve sumergida en una fuerte depresión. Es aquí cuando
tres valientes Minions, Stuart, Kevin y Bob, se aventuran al mudo exterior en
busca del ser más malévolo posible para convertirse en sus leales sirvientes.
La película resulta
ser una especie de precuela a MI Villano
Favorito. Aunque la historia se sitúa antes de dicha película, la
continuidad entre las cintas es completamente irrelevante. A Los Minions no les interesa crear una mitología
compleja o una saga épica, su único objetivo es entretener a su público, uno
que es principalmente infantil, pero también se encarga de dar algunos guiños a
un espectador adulto, con bromas y chistes que simplemente un niño pequeño no podría
entender, por lo menos no del todo.
La fortaleza
más grande del film es su uso de la comedia física, que algunos podrían llamar “de
pastelazo”, y aunque no es ni remotamente compleja, hay que aceptar que en ocasiones
una comedia “tonta” de errores y violencia física caricaturesca es suficiente
como para pasar un buen rato. Quizá sea la edad y mi forma de pensar arcaica de
“las caricaturas ya no son como en mis tiempos” pero lo que me hacen recordar Los Minions son a las viejas caricaturas
de Warner Bros, como Bugs Bunny o El Coyote y El Correcaminos, que eran capaz
de cautivar a chicos y grandes por igual, ofreciendo exactamente lo mismo a
ambos tipos de público: Sencilla y colorida diversión.
La cinta es
sumamente divertida, pero no carece de fallos. Admito que esto puede ser
completamente parcial de mi parte (ya saben… más de lo usual por lo menos) pero
al escuchar algunas de las voces en el doblaje, tener que soportar algunos de
los diálogos es verdaderamente doloroso. Thalía presta su voz para dar vida al
personaje Scarlett Overkill, y hace un papel relativamente decente, por lo
menos en la primera mitad de la cinta, ya que en la segunda parece que decide
mandar todo al diablo y hacer una actuación completamente exagerada que, aunque
debo de admitir que es divertida en ocasiones, el encanto de su sobreactuación se
pierde rápidamente, pero supongo que si hablamos de sobreactuación, no podríamos
esperar menos de Mari Mar. A quien no puedo darle el mismo beneficio es a Ricky
Martin como Jon Ham, quien cada vez que abre la boca es como si clavaran agujas
en mis odios. El problema de Ricky Martin en la película no es precisamente su
voz, sino el hecho de que trata todo el tiempo de “hacerse el chistosito”, pero
en ningún momento logra hacerlo.
Los Minions resulta una película muy sencilla,
pero no por ello menos entretenida. Los niños quedaran encantados por la
comedia física de los personajes, mientras los adultos (o los que fingimos ser
adultos, como yo) apreciaran las referencias sesenteras y, por lo menos en mi
muy especifico caso, simplemente no puedo evitar reír al escuchar a los Minions
interpretando algunas canciones de rock británico clásico en su muy particular
voz y cómico dialecto. Quizá Los Minions
no ganen ningún premio, pero si buscan un buen y sencillo rato en el cine,
definitivamente vale la pena el viaje al cine.
Los Minions:
3/5. Buena.
Mejor que:
Home: No hay Lugar como el Hogar (2015)
No tan buena
como: Intensa Mente (2015)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario