Nos guste o
no, la expectativa que nos formamos antes de ver un film es un factor muy
importante al apreciar dicha película, en ocasiones puede (aunque no deba) ser
un factor determinante al decidir si nos gusta o no una producción.
Personalmente, mi percepción sobre la franquicia de Terminator ha sido, principalmente, una relación de amor/odio. Por
un lado, las primeras dos cintas de la serie son clásicos del cine, Terminator 2 siendo lo más cercano que
he visto a un film ser una película “perfecta” (y estoy dispuesto a pelear con
cualquiera que opine lo contrario); por otro lado, las secuelas posteriores son
intrascendentes en el mejor de los casos y mediocres en el peor, por lo que me es difícil siquiera
concebir la idea de una buena secuela de esta franquicia, por eso mis esperanzas
en Terminator: Génesis no eran muy
altas que digamos. Es por esto que al entrar al de cine esperaba ver un
desastre más en una de las series más decadentes de la ciencia-ficción, pero en
lugar de ello vi un paso muy pequeño que podría ser el primero para regresar el
nombre de Terminator a su pasada (y
merecida) gloria.
En Terminator: Génesis veremos los últimos días
de la lucha entre la humanidad y las maquinas. La resistencia humana, liderada
por el legendario John Connor (Jason Clarke) pone en acción un plan que promete
acabar con la inteligencia artificial Skynet definitivamente, sin embargo,
Skynet no está dispuesta a ser destruida tan fácil mente y elabora una
estrategia propia para asegurar su supervivencia. Ahora dependerá de Kyle Reese
(Jai Courtney) y Sarah Connor (Emilia Clarke) proteger el pasado, el presente e
incluso el futuro de la humanidad.
Génesis usa un recurso bastante socorrido últimamente
por franquicias cinematográficas: el uso de líneas temporales alternas. Cierto,
este elemento no es precisamente nuevo e incluso es más o menos esperado cuando
hablamos de historias que involucran
viajes en el tiempo, pero en esta ocasión se utiliza para hacer un seudo “reboot”
de la historia, tratando de dar borrón y cuenta nueva, lo cual puede ser un
arma de dos filos. Hablando específicamente de Terminator, este nuevo estatus
quo permite poder ignorar basuras como Terminator
3 o Terminator: Salvation, pero
al mismo tiempo ignora joyas como Terminator
y Terminator 2, lo cual es un crimen
bastante grave por sí solo. Pero no se puede tener todo en esta vida, supongo.
La trama,
aunque no es incomprensible, resulta sumamente compleja, y esto no es del todo
bueno. La historia hace su mejor esfuerzo por justificar sus radicales cambios,
lo cual logra hacer hasta cierto punto, pero llega el momento en que cada justificación
resulta más inverosímil y complicada. En ocasiones se siente como si el guion
tratara de tapar un agujero en la trama, pero al hacerlo crea uno o dos más que,
o son justificados pobremente o son ignorados por completo. Todo esto suena
bastante malo por sí solo, pero para dar crédito donde es debido, la historia
da muchísimos giros interesantes, que en verdad logran mantener en jaque al
espectador, teniéndolo a la expectativa de que otros caminos pueda tomar la
trama.
El casting
cuenta con tantos aciertos como errores. Por un lado Jason Clarke y Jai
Cortney, quienes interpretan a John Connor y Kyle Reese respectivamente, hacen
un papel bastante bueno, demostrando una química muy buena considerando la relación
entre ambos personajes, que no revelare aquí, pero seamos honestos, todo
veterano en esta franquicia sabe exactamente de lo que estoy hablando. El
regreso de Arnold Schwarzenburguer al papel que lo hizo famoso puede resultar
un volado; habrá quienes se alegren al ver de nuevo a quien prácticamente es el
rostro de la franquicia (yo mismo me incluyo en este grupo), pero también hay
que reconocer que Arnold sigue interpretando exactamente el mismo papel que ha
hecho durante años, sin agregar absolutamente nada que no se haya visto con
anterioridad, lo cual es justificable si consideramos que se trata de una
maquina sin sentimientos (si hablo del personaje o del actor, eso que lo decida
cada quien). El punto más problemático en cuanto al casting resulta ser Emilia
Clarke como Sarah Connor. No es que la actriz haga un mal papel, al contrario,
su actuación es de las mejores en el reparto, sin embargo y haciendo a un lado
mi adoración por Khaleesi, simplemente los zapatos del personaje de Sarah
Connor son demasiado grandes para La Madre de Dragones, y aunque la actriz hace
su mejor esfuerzo por dar el ancho (sin albur), simplemente no logra hacerlo.
Por último, y aunque suene muy contradictorio, Matt Smith desempeña uno de los
papeles más importantes de la cita, pero a la vez su tiempo en pantalla
es bastante breve y deja al espectador con ganas de más (entenderán de lo que
hablo cuando vean la película).
Terminator: Génesis se plantea la no fácil tarea de
atraer nuevo público a la franquicia, pero al mismo tiempo intenta retener a
los espectadores que ya éramos fans de esta serie, lo cual es una noble idea,
pero para mi gusto es una ambición un poco desmedida. Como dicen por ahí: el
que mucho abarca, poco aprieta, y este refrán le viene como anillo al dedo a Génesis. Lo que sea de cada quien, la película
resulta emocionante y divertida, tanto para propios como extraños de Terminator, y si hay algo que reconocer
es que Génesis es la mejor secuela de
la franquicia desde Terminator 2 (aun
así no le llega ni a los talones a la obra maestra que es Terminator 2). Como dije al principio, Génesis es un pequeño paso para la franquicia, quizá uno muy
pequeño que en ocasiones es demasiado ambicioso para su propio bien, pero un
pequeño paso en la dirección correcta. La película es buena, pero si este es su
primer acercamiento a la serie deben tener en mente que, si no les gusta ni
remotamente el género de ciencia-ficción, muy probablemente no les va a gustar Terminator: Génesis.
Curioso. Cuando
era niño los viajes en el tiempo y las realidades paralelas eran cosa de
ciencia-ficción, pero hoy en día a todo eso le llaman física cuántica…
Terminator: Génesis:
3/5. Buena.
Mejor que: Terminator
3 (2003), Terminator: Salvation (2009)
No tan
buena: Terminator (1984), Terminator 2 (1991) (Y de verdad, si nunca han visto
Terminator 2, entonces simplemente no han vivido)
Como siempre
aquí les dejo el trailer de la película, pero tengan cuidado, siguiendo la estúpida
tradición de la franquicia, el trailer revela un giro importante de la
historia.
Buena reseña !!!
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