Hay una razón
bastante simple de porque no soy fan del cine de terror: Soy un total e
irremediable cobarde; me gustaría que no fuera ese el caso, pero esa es la
simple e incómoda verdad. Aun con esto, es inevitable no reconocer algunos clásicos
de este género, como El Exorcista, La Profecía, El Resplandor y un largo etcétera en el que también se puede
incluir la cinta original de Poltergeist.
Todas estas películas, aparte de su género, tienen en común el hecho de que en
su momento plantearon ideas sumamente originales, que serían imitadas hasta el cansancio,
perdiendo así la novedad que en su momento presentaron. Así pues, tenemos otro
remake innecesario que se basa principalmente en la nostalgia para llamar la atención
y no en elementos nuevos que pueda traer a la mesa: Poltergeist: Juegos Diabólicos.
En Poltergeist: Juegos Diabólicos (que de aquí en adelante llamare simplemente Poltergeist porque ese subtitulo es ridículo
y simplemente innecesario) veremos la historia de la familia Bowen, quienes por
una difícil situación económica se ven forzados a mudarse a una nueva casa. A
pesar de las dificultades, los Bowen tratan de adaptarse tranquilamente a su
nueva vida, pero esto cambiara cuando la pequeña Madison empieza a tener
contacto con una presencia extraña dentro de la nueva casa.
Lo dije en
un principio: soy un cobarde ¿Qué tiene esto de relevante al hablar de Poltergeist? Pues el hecho de que
asustarme no es algo difícil de lograr y aun así, esta cinta no logro en ningún
momento hacerme saltar de mi asiento, ni una sola vez... Ok, eso es una verdad a medias, el único momento
verdaderamente aterrador no me asusto en el cine porque esa escena fue
arruinada en el tráiler de esta película que ya había visto antes.
Así como una
comedia que no da risa es un fracaso, también podríamos considerar que una película
de terror que no da miedo es una desilusión, y esto bien podría aplicarse a
esta nueva versión de Poltergeist, al
menos parcialmente. La cinta, por lo menos en un inicio, crea una atmosfera
bastante idónea para contarnos una historia clásica de fantasmas y casas
embrujadas, pero esa ilusión se ve rota constantemente por un aire de humor
que, si bien puede ser agradable, descarrila completamente los intentos de
crear una situación tétrica “seria”. El tono general me recuerda más a Jumanji que a una película de terror, lo
cual no es totalmente malo, supongo.
Los efectos
especiales se utilizan de manera efectiva, en un inicio por lo menos. Al principio
el uso de los efectos por computadora se mantienen a un mínimo, mostrando solo
lo necesario para crear una atmosfera “paranormal”, pero conforme la trama
sigue avanzando, los efectos visuales toman un papel central dentro de la
cinta, lo cual a largo plazo no ayuda mucho cuando tus efectos por computadora
no son más sorprendentes o innovadores que lo que se podría ver, por ejemplo,
en un videojuego en la actualidad.
La trama
sigue un curso predecible, lo cual es justificable si tomamos en cuenta que
esto es un remake. Lo que no es tan fácil de pasar por alto son las situaciones
que ocurren sin ninguna lógica más allá de “porque el guion lo dice” como por
ejemplo (muy pequeños spoilers) el padre de la familia comprando un dron por absolutamente
ninguna razón en particular, solo para que después dicho dron pueda ser
utilizado para investigar los fenómenos paranormales; o la hija mayor de la familia siendo fan de un
reality show sobre casas embrujadas, sólo para más tarde poder introducir
directamente al conductor de ese programa en la historia (fin de los spoilers).
En conclusión,
la nueva Poltergeist se plantea la no
fácil tarea de actualizar una historia de hace más de treinta años, y aunque
hasta cierto punto logra hacerlo, no presenta absolutamente nada que no se haya
visto antes. Pongámoslo así: Es mucho más impresionante ver al primer ser humano
pisando la luna que ver al segundo hacer exactamente lo mismo, y expandiendo
esa misma analogía, Neil Armstrong sería Poltergeist
de 1982 y esta nueva versión del 2015 es Buzz Aldrin. El film puede resultar divertido,
pero definitivamente “atemorizante” no es un adjetivo que se pueda asociar a
esta película. Poltergeist puede dar
un rato agradable en el cine, pero si esperaban una historia aterradora que les
quite el sueño, entonces saldrán el cine bastante desilusionados, o en mi caso
bastante agradecido de poder cerrar los ojos en la noche sin asustarme de las
sombras en mi cuarto.
Poltergeist:
Juegos Diabolicos: 2/5. Meh.
Mejor que:
Actividad Paranormal: Los Marcados (2014)
No tan buena
como: Poltergeist (1982)
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