El género de
horror es probablemente el más saturado en el cine comercial contemporáneo, por
lo que es fácil que una producción de este tipo se pierda en la infinidad de
cintas similares, algo que a veces puede sentirse un tanto injusto, ya que
muchas veces un filme que no es del todo malo está destinado a perderse en la
memoria colectiva, un ejemplo de esto lo podemos ver en Maligno, una cinta de horror que no es buena ni mala sino todo lo
contrario.
En Maligno veremos a una mujer tratando de
entender lo que aflige a su joven hijo. Sarah (Taylor Schilling) y John (Peter Mooney)
son padres primerizos que muestran un amor incondicional a su hijo Miles
(Jackson Robert). Desde una corta edad Miles muestra una gran capacidad intelectual,
algo que desafortunadamente viene de la mano de tendencias antisociales y
violentas hacia todas las personas a su alrededor. Lo que al principio parece
un desorden psicológico de Miles, poco a poco se convierte en algo más
peligroso y siniestro.
Lo he dicho
mil veces y lo seguiré diciendo: cuando has visto una película sobre posesiones
demoniacas, ya las viste todas, y parece que Maligno lo entiende perfectamente, dándole un muy sencillo giro a
la premisa. Dar los detalles sería arruinar la sorpresa, y aunque la solución no
es nada del otro mundo (irónicamente), al menos dentro de la historia se evita
hasta cierto grado convertirse en una de “al niño trae el chamuco adentro”
El ritmo de
la trama es uno muy agradable, si acaso un poquito acelerado. Casi toda escena
sirve para darnos más datos relevantes y avanzar la trama, haciendo que sea fácil
mantener la atención y evita (en la medida de lo posible) datos sin importancia
para la historia, desafortunadamente esto hace que algunos detalles sucedan
demasiado rápido y que nunca se mencionen de nuevo hasta el desenlace, lo cual
se siente un tanto “tramposo” por parte de la trama (por llamarlo de alguna
manera).
Sé que
muchos piensan que una película de horror debe de estar repleta de “jump scares”
y una banda sonora tétrica, y aunque maligno sí utiliza estos recursos de vez
en cuando, sólo lo hace cuando resulta absolutamente necesario. En lo personal
prefiero una cinta con dos o tres “sustos” bien planteados a una con mal logrados
“jump scares” cada diez segundo (*cof* La
Monja * cof*), Maligno intenta ser de ese primer tipo y no del segundo,
digo, no siempre lo logra pero el esfuerzo se agradece.
Creo que es
importante ajustar sus expectativas si es que deciden ver Maligno, ya que aunque si utiliza muchos elementos relacionados con
el cine de horror, la producción se inclina mucho más al misterio, uno que se resuelve
rápidamente pero que al menos nunca deja de ser medianamente interesante. Sé
que va a sonar bastante mal pero a fin de cuentas Maligno pasara sin pena ni gloria y aunque no puedo decir que sea
mala lo cierto es que le hace falta ese “algo” que la convierta en algo
memorable. Ver Maligno es una forma
de pasar el rato y nada más.
Maligno:
2/5. Meh.
Mejor que:
Malicious: En el Vientre del Diablo (2018)
No tan buena
como: El Legado del Diablo (2018), Tenemos Que Hablar de Kevin (2011)
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