Decir que el cine es arte es algo que nadie puede rebatir,
pero también es negocio, por lo menos cuando hablamos de la gran mayoría de
salas de cine en nuestro país; es por esto que una producción cinematográfica
usualmente trata de dirigirse a un público tan amplio como e sea posible, pero
esto muchas veces provoca que una buena
idea se vaya perdiendo al querer darle gusto a todo el mundo y con ello
descartando ese “algo” que la pudiese haber convertido en algo especial, como
es el caso de Espíritus en el Bosque,
una película de misterio de bajo
presupuesto que comienza con una premisa interesante pero termina cayendo en los estereotipos de toda película de
terror barata.
En Espíritus en el
Bosque veremos a una joven tratando de liberar a su hermana de una fuerza
sobrenatural. Samantha (Jessica McLeod) es una adolecente problema que está
teniendo dificultades para adaptarse a su nueva familia adoptiva. Cuando su hermana
adoptiva, Olivia (Hannah Cheramy) desaparece en el bosque debido a su
negligencia, Samantha es agobiada por la culpa, afortunadamente Olivia vuelve a
casa pero de alguna manera actuando diferente que antes. Ahora Samantha deberá
descubrir que fue lo que cambio a su hermana en el bosque, algo que la hará
enfrentarse a una maligna presencia sobrenatural.
La idea inicial me parece buena, una reinterpretación de
viejas leyendas medievales sobre bosques embrujados y desapariciones
misteriosas, algo que se presta para una buna historia de suspenso,
desafortunadamente el concepto se desecha a medio camino para seguir la ruta
más convencional de película de terror, algo que se ve limitado debido al bajo
presupuesto de la cinta. La forma de “asustar” es el típico uso de “jump
scares” que nunca funcionan y una dosis de muy malos efectos especiales, los
cuales siempre dan más risa que miedo.
La trama muchas veces sigue hilos narrativos que no llegan a
ningún lado, introduciendo personajes que hacen poco por avanzar la trama y al
final solo sirven para aumentar el número de víctimas del antagonista o,
irónicamente, haciendo que la historia avance de manera demasiado rápida y
“convenientemente” dándole a la protagonista información importante que se
expresa de manera torpe y muy forzada. Y ya que estamos hablando de la trama,
uno de sus elementos más pobres es su manejo del tiempo. Es difícil explicarlo
sin llegar a spoilers pero establecer el paso del tiempo es importante para que
podamos saber a lo que se enfrentan los personajes. Por ejemplo, la desaparición
y subsecuente aparición de Olivia nuca queda clara ¿Cuánto tiempo pasó? ¿Horas?
¿Días? ¿Semanas? La película nunca lo establece, y hay que ser justos, algunas
de esas opciones son más relevantes que otras.
Las actuaciones son malas, no las peores que haya visto pero
bastante malas, sobre todo la actriz que hace de antagonista. Sé que se intenta
dar la “típica” historia de niño/niña tenebroso, pero la actuación en lugar de
resultar perturbadora resulta muy, MUY graciosa, lo cual inevitablemente rompe
con la supuesta atmosfera de terror que se intenta crear. Puede que las
actuaciones sean malas, pero hay algo que quiero reconocerle a la producción:
al menos las actrices interpretan a personajes acordes a su edad. Puede que sea
un detalle muy pequeño, pero se agradece que una adolecente haga el papel de
una adolecente y no ver a treintañeros fingiendo que aun van a la preparatoria.
Tal vez sea injusto decirlo debido a que la producción
evidentemente no cuenta con los recursos de la típica cinta de terror
hollywoodense, pero eso no cambia que el producto final sea bastante malo. La
historia muchas veces no tiene una dirección clara, las actuaciones son malas y
los efectos especiales pésimos, solo digamos que no es demasiado aterrador ver
charcos de “sangre” que tiene el color y la consistencia de chocolate líquido,
eso solo me da hambre y no miedo, pero eso puede ser solo mi psicópata interior
hablando. A pesar de todo esto, la premisa es interesante, al menos no es la
clásica historia de “posesión demoniaca”, la trama más gastada de las películas
de terror de bajo presupuesto. Hay buenas ideas aquí, pero lo limitado de los
recursos de la producción evita que estas logren dejar un impacto en el
espectador. No creo que haya motivo alguno para ver Espíritus en el Bosque, ni siquiera si son fans del horror de bajo
presupuesto.
Espíritus en el Bosque: 1/5. Mala.
Mejor que: La Llegada del Diablo (2018)
No tan buena como: La Bruja (2015) La comparación más
injusta posible, lo sé, pero es una muestra de que no necesitas de efectos
especiales vistosos o escenarios extravagantes para crear una buena historia de
terror
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