Además de
los lunes también odio a los que dicen “el libro está mejor”, o mejor dicho,
los que decimos eso. Todos los lunes critico algo que me desagrada y que en general estoy en desacuerdo pero de vez
en cuando es bueno ser autocritico, escupir hacia el cielo a pesar de saber el
resultado que esto conlleva. Cuando un grupo de amigos va al cine a ver la más
reciente adaptación de un libro o un comic en la pantalla grande, nunca falta
el mamonsito que lo primero que dice al salir de la función es “el libro está
mejor” y en mi caso usualmente ese mamon soy yo.
Es fácil ponerse
a la defensiva ante esta actitud…y eso
es exactamente lo que haré. Ya sea televisión, radio, comic o videojuego el
medio en el que se adapte una historia, si el origen de esa historia es un
libro 99% de las veces el libro será mejor que su adaptación por una muy simple
razón: En el libro, el lector puede plasmar una imagen limitándose solamente
por su propia imaginación, no así con los otros medios que (con excepción de la
radio) son primordialmente visuales. En una película por ejemplo, el desarrollo
de una escena es limitada a lo que se muestra en la pantalla, una vez que la producción
es terminada, la escena es inalterable (en teoría) y el espectador se “limita”
a ver esa escena desarrollarse según la visión del cineasta mientras que al
leer esa misma escena en un libro, el lector puede dar su propia interpretación
de los hechos; cierto que el autor de la obra puede dar una minuciosa descripción
del escenario y sus personajes pero siempre existirá una “visualización” diferente
dependiendo del lector. Un ejemplo extraordinariamente burdo: Digamos que un
libro dice “Y entonces el colosal dragón salió de su cueva, haciendo retumbar
la tierra con cada paso”. Esa es información suficiente para describir una
escena, pero en este ejemplo se deja muchísimo a la interpretación del lector;
algunos imaginaran a la criatura corriendo para salir de su escondite, otros la
verán saliendo lenta y amenazadoramente, quizá algunos imaginen al héroe perder
su balance con el movimiento de la tierra que provoca el monstruo al caminar,
algunos imaginaran a un dragón de color verde, otros uno rojo y un muy extenso
y casi infinito etcétera. Y aun cuando el autor de una obra literaria sea
extraordinariamente especifico y explicito, él solo estará dándole las piezas
al lector de cómo organizar su escena, pero es el trabajo del lector acomodar
esas piezas e interpretarlas como se le dé la gana, y eso hablando solo del
aspecto visual que si empezamos a hablar de interpretación y valoración estaremos
aquí todo el año. El punto es que la imaginación propia siempre será más
valiosa para uno mismo que la de los demás, por lo general al menos.
El otro
argumento que es mucho más común y fácil de hacer… y que en retrospectiva debí
de comentar primero antes de echar todo ese choro mareador es que en la gran mayoría
de los casos, la adaptación de una obra llevada al cine siempre será limitada a
los parámetros cinematográficos (obviamente), o en términos mucho más simples: ¿Me estás
diciendo que una película de hora y media no abarca lo mismo que un libro de
600 páginas? Bueno, ¡Duh, Sherlok! Pero entonces ¿Por qué tanta gente tomamos
toma esta actitud de “el libro es mejor”? Para empezar porque muchos somos
son unos pseudo-intelectuales que pensamos piensan que esto nos
los hace ver más inteligentes e interesantes de lo que verdaderamente somos
son y puede que sea verdad… pero eso no significa que esa actitud sea
extraordinariamente molesta y condescendiente para los demás.

Ya dije que
si la historia se basa en un libro, el 99% de las veces la obra original será mejor,
pero eso nos deja con ese 1%, si las matemáticas no me fallan (y seamos sinceros,
quizás me fallen porque apesto en matemáticas) ¿Saben que tienen en común El Padrino, Tiburón, El Club de la Pelea,
El Resplandor y Psycho, entre otras? Todas esas películas son mejores que el libro
en el que están basadas. El punto es que no nos encerremos a nosotros mismos y
a nuestros gustos. Es cierto que comparar la misma obra en dos formatos
diferentes es casi inevitable, pero no siempre es cuestión de “decidir” cual versión
es mejor, a veces solo hay que hacer nuestros propios prejuicios a un lado y
disfrutar una historia de tantas maneras diferentes como se nos dé la gana.
Para sorpresa de absolutamente nadie, tengo en mi colección de DVDs las
versiones extendidas de la trilogía de El
Señor de los Anillos y junto a ella la obra original de J. R. R. Tolkien, y
disfruto ambas indiscriminadamente… aunque la verdad es que los libros están
mejor.
Y por eso
odio a los que decimos dicen “el libro está mejor”. Y también los lunes
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