lunes, 24 de noviembre de 2014

Odio los lunes y la época navideña


Además de los lunes también odio la época navideña ¡Hoy es día 24! ¡Feliz Noche Buena! ¿Qué? ¿Qué aun falta todo un mes para eso? Perdón por mi falta de ignorancia, supongo que me confundí de fecha pero no es mi culpa, solo saquen la cabeza por la ventana y verán que por todos lados ya hay decoraciones navideñas, en muchos casos ¡desde hace un mes!
Si, lo sé. Qué gran sorpresa descubrir que me desagrada algo que la mayoría de la gente ama, soy un completo amargado que odia todo y a todos. Debo decir que eso es solo parcialmente cierto (que parte de ello, eso que lo decida cada quien). No se trata de que odie la navidad, aunque he de confesar que no la espero con la misma ansiedad que cuando era niño, aquella época cuando al llegar el 25 de Diciembre comenzaba la cuenta regresiva para la siguiente fecha en la que podía dormir hasta tarde y recibir más juguetes de las tortugas ninja, porque por alguna razón pensar en navidad en ese entonces era pensar en tortugas adolecentes mutantes… ¿Qué puedo decir? Tendrían que haber estado ahí para entenderlo. Pero como siempre, estoy divagando.
Es una cuestión de cansancio a fin de cuentas. Claro que me gustan las decoraciones, el alcohol, los arboles, el alcohol, los villancicos, el ponche (con alcohol), las posadas, las piñatas, el alcohol, el chocolate caliente y todo lo que la época navideña trae consigo ¿Por qué no querría adelantar y prolongar una buena experiencia lo más posible? Porque, a riesgo de escucharme como una campaña de prevención que solo causa risa, nada en exceso puede ser saludable, excepto la pizza (sé que no es verdad, pero estoy dispuesto a  batirme en duelo con cualquiera que diga lo contrario sobre la pizza).
El ejemplo más claro: es precisamente en esta época del año cuando bendigo el nombre de aquella alma caritativa que inventó los audífonos. Bueno, no realmente porque no se su nombre pero lo bendigo de cualquier manera porque de no ser por mis audífonos, el sonido constante e ininterrumpido de villancicos ya me hubiera orillado a un frenesí homicida/suicida hace ya bastantes años. Todavía no empieza Diciembre y ya estoy hasta la madre tanto del morro del tambor como del pinche burro y de los pastorcitos mejor ni hablamos. Y antes de dejar el tema, siempre he visto un tanto raro esa canción de los peces, digo, es mi canción navideña favorita y la tolero un poco más que las demás quizá porque me identifico con ella pero aun así ¿Qué pedo con esos peces que beben y beben? Usan cualquier pretexto para chupar, yo mismo lo apruebo, que eso quede claro, pero siempre se me ha hecho raro oír sobre vida marina con problemas de alcoholismo.

Entiendo el porqué algunos querrían traer la “buena vibra” que usualmente se asocia con la navidad, pero incluso eso me parece hipócrita en muchos casos. Ya por estas fechas todo es sonrisas y buenos deseos pero solo termina la temporada (que usualmente se extiende hasta año nuevo o día de reyes) y ¡Boom! Todo el mundo regresa a ser la violenta y neurótica persona de siempre hasta que sea hora de poner el árbol de navidad el año siguiente.  Excepto por mí, claro está, yo soy igual de antipático en cualquier día del año. No puedo evitar pensar que en ocasiones esa “buena voluntad” de la que tanto se habla entre más se acerca el 25 de Diciembre se debe más a la costumbre, que es lo que se espera que la gente diga y haga, no tanto porque lo desee sino porque esa es la tradición.
Y no, no digo que no quiero ver nada relacionado con la navidad hasta que la feche llegue, solo digo que para mí sería una mejor experiencia si todo ese “espíritu navideño” estuviera concentrado en un par de semanas y no en dos o a veces tres meses de anticipación. Es como comer tu helado favorito, probablemente adorarías poder comerlo diario pero estoy casi seguro de que después de un mes cualquier otro postre se verá mucho más tentador que ese helado.

Y a pesar de todo lo que ya he dicho, estoy dispuesto a echar mi opinión sobre el tema por la ventana (no es que valiera mucho para empezar) y confesar que ha sucedido lo que no había pasado en mucho tiempo. Estoy realmente emocionado y no puedo esperar para que llegue la navidad este año por una simple (y estúpida) razón: No puedo esperar para ver el especial de Doctor Who y ver al Doctor hacer mancuerna con Santa Claus, probablemente peleando hombro con hombro para salvar a la humanidad de una invasión extraterrestre o algo así. Lo más triste es que ni siquiera estoy siendo irónico en cuanto a esto.
Solo... treinta... días... más...

Y por eso odio la época navideña. Y también los lunes.

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