Además de
los lunes también odio a los revendedores. Es verdad que el fenómeno de los
revendedores no es nada nuevo, de hecho si hablamos de conciertos o partidos de
futbol la reventa se vuelve un fenómeno común e incluso anticipado, pero es por
este contexto (conciertos y futbol) que nunca me había afectado esta práctica
gracias a mi casi legendaria política de mantener mi contacto humano en a un mínimo
indispensable, pero eso ha ido cambiando últimamente, no porque ahora voy a los
estadios o algo así, más bien se debe a que esta práctica se ha hecho mucho más
prominente en medios que si me importan un carajo: Comics y videojuegos (mi
madures aflora como casi siempre).
Sé que estoy
simplificando grotescamente el concepto económico pero así es como mi mentecilla
logra entenderlo, la reventa se basa en un concepto muy básico: Oferta y demanda.
Explicándolo literalmente con manzanas, digamos que tengo un lote de manzanas y
comienzo a venderlas (Oferta), pero estas son las más mejores manzanas de todo
el mundo por lo que pronto se corre la voz y todo hombre, mujer y niño en el
planeta quieren comprar mis manzanas (Demanda); llega el momento en que no
puedo conseguir todas las manzanas que me están pidiendo, por lo que empiezan a
escasear y por ello su valor sube. Es aquí donde el revendedor asoma su fea
cabeza y al saber que las manzanas escasea y que él mismo se agandalló varias
de ellas, empieza a venderlas a un precio mucho mayor del que él las compro, no
solo recuperando su inversión inicial sino también generando una ganancia. Esto
suena, al menos en teoría, como un buen negocio para todos los involucrados, el
revendedor hace un buen negocio y el comprador obtiene el producto que desea. Un
crimen sin víctimas, como golpear a alguien en la oscuridad… excepto que
aquellos que no puedan pagar el precio inflado que ofrece el revendedor se la
pelan y se quedan sin lo que querían comprar.
¿Cómo me
afecta a mí esto? Bueno, ya lo mencione ¡pongan atención! Comics y videojuego.
Actualmente la industria del comic es, al menos relativamente hablando,
bastante fuerte en nuestro país, y con ello se han ido implementando medidas
que antes eran ajenas a nuestro país, como por ejemplo las portadas variantes e
innumerables # 1 que se nos convence, supuestamente, que son artículos de
verdadera colección. Como sea, habrá quienes caigan en ese tipo de trampas y
quienes no, pero lo que sí es seguro es que estos supuestos artículos de colección
parecen una oportunidad de oro para los revendedores, pero el problema es que, hipotéticamente,
si se publican 100 números de mismo comics, un gandalla va y compra 95 de ellos
y crea una escases falsa hará que los fans le paguen lo que se le dé la gana
por ese “numero de colección”. Exactamente el mismo caso con los amiibos de Nintendo,
de los cuales no daré demasiados detalles porque ya je hablado de ellos en múltiples
ocasiones, solo sepan que son muñecos/complementos para videojuegos.
Como sea,
esta supuesta escases resultaría creíble de no ser porque se pueden encontrar muchísimos
de estos artículos en páginas como Mercadolibre o eBay, donde los revendedores
piden hasta 5 veces (o más) del valor del producto. Y es aquí lo peor de todo
el asunto: este fenómeno no es culpa del revendedor, es de aquellos que se
prestan a su juego. No nos confundamos, no estoy defendiendo a los vendedores,
lo que digo es que su práctica no deja de ser un negocio y mientras sea un
negocio exitoso se seguirá produciendo este tipo de situaciones. La respuesta es
bastante simple “¿Quieres venderme algo al triple de su precio? ¡Vete al
diablo!”, les aseguro que si todos hiciéramos esto el problema se extinguiría por
sí solo. El problema real no es el acaparador culero que hace escasear un
producto, es el imbécil que se deja embaucar y paga lo que el revendedor le
pide. Mientras haya aquellos a los que les gusta que les vean la cara de
idiotas, habrá gente más que dispuesta a hacer precisamente eso.
No voy a
mentir, en más de una ocasión he estado tentado en caer en este jugo, sobre todo
por mis tendencias de obsesivo-compulsivo en cuanto a mis hobbies, pero me he
negado a ser parte de esta trampa porque solo fomentaría que continuara existiendo… eso y porque soy
pobre y no puedo costear los precios que estos culeros quieren manejar. Es como
ir a un restaurante y quejarse de que la comida sabe a mierda ¡pero aun así no
haces nada y sigues comiendo en ese lugar!
Y por eso
odio a los revendedores. Y también los lunes.
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