A veces la
publicidad de una película es suficiente como para saber si un filme va a ser
bueno o malo, pero en ocasiones las primeras impresiones pueden ser engañosas, dándonos
sorpresas de vez en cuando aunque casi nunca agradables, por fortuna Familia Al Instante es una de esas gratas
sorpresas, ya que a pesar de venderse como una de tantas comedias familiares
absurdas, con humor forzado y sin gracia, la cinta logra darnos un poco más que
simples chistes “de pastelazo” y momentos dramáticos bien ejecutados que la
convierten en algo mucho mejor de lo que se podría esperar.
En Familia Al Instante veremos los
problemas en los que se meten una pareja de casados al querer adoptar a un
grupo de niños. Sintiendo que hay algo que les hace falta en su vida, Pete
(Mark Wahlberg) y Ellie Wagner (Rose Byrne) deciden convertirse en “padres temporales”,
un programa del gobierno que ayuda a colocar a niños huérfanos con familias
temporales y que, si los participantes deciden hacerlo, obtener por completo la
custodia de los niños a los que ayudan. A pesar de tener un buen comienzo, Pete
y Ellie rápidamente descubren que ser padres no es nada fácil cuando sus hijos
adoptivos Lizzie (Isabela Moner), Juan (Gustavo Quiroz) y Lita (Julianna Gamiz)
comienzan a causarles muchos más
problemas de los que se esperaban.
Ya lo mencioné
ligeramente, pero para reiterar y no hacerlos sentir que les dan gato por
liebre, hay que aclarar que aunque la película SÍ es una comedia, sus elemento
más fuerte es el drama, uno que al igual que el humor se siente ligero y no llega
a exagerarse, lo cual evita que la trama caiga en el melodrama telenovelesco y
que sea fácil empatizar con todos sus personajes.
Al principio
pensé que los personajes caerían en los estereotipos asociados con las comedias
familiares, y saben, el padre torpe pero bien intencionado, la mamá desesperada
por conectar con sus hijos tratando de ser “cool” y los niños rebeldes que
causan destrozos en la casa, y aunque los personajes sí muestran este tipo de clichés
de vez en cuando, todos ellos son mucho más complejos que una simple lista de
estereotipos. Solo por ponerles un ejemplo de lo que hablo, los protagonistas
son bien intencionados y tratan de hacer lo mejor para educar a sus hijos
adoptivos, pero la película se atreve a mostrarnos también sus lados egoístas, fáciles
de exasperar y en ocasiones hasta desconsiderados, lo cual puede sonar bastante
malo al hablar de figuras paternas, pero ese es precisamente el punto, que no
por ser “padres” dejan de ser seres humanos con cualidades y defectos. Puede
que los personajes no sean tan complicados, pero si resultan bastante redondos,
lo que los hace mucho más creíbles y fácil de empatizar, o por lo menos mucho
más complejos de lo que se podría esperar de una comedia familiar.
La comedia
es un poco difícil de describir. Algunos chistes son rápidos y sutiles, de esos
que solo logras entender si de verdad estas poniendo atención; en mi opinión este
tipo de comedia es más agradable, ya que se siente natural y evita sentirse forzada,
sin embargo la cinta también cuenta con sus secuencias exageradas de comedia física,
donde las acciones rayan en lo caricaturesco, forzando un chiste hasta romperlo
y hacerle perder la gracia, cosa que me hace girar los ojos más que reír, pero
supongo que esto ayuda a que la comedia sea más variada, ofreciéndole un poco
de todo al público.
Las
actuaciones también varían en calidad, desde lo adecuado hasta lo
exasperadamente exagerado. Isabela Moner vende muy bien, y aunque su interpretación
bien podría reducirse a los estereotipos relacionados con un adolécete, la
actriz logra presentar claramente las motivaciones de su personaje, de nuevo y perdón
por sonar a disco rayado, haciendo que sea fácil empatizar con su personaje. El
resto de los niños son los eslabones débiles en cuanto a la actuación, en parte
porque, bueno, los niños actores rara vez son buenos y por otro lado el guion
no hace mucho por desarrollar sus personajes, tristemente convirtiéndolos en
poco más que parte de la escenografía que muy de vez en cuando tienen uno que
otro dialogo.
No me gusta
tener que admitirlo, pero a pesar de que estaba listo para odiar esta película
y tacharla como otra de esas sosas comedias familiares de época navideña que
pululan por estas fechas, la producción fue ganándome poco a poco, a final de
cuentas haciéndome pasar un buen rato. Una historia un tanto predecible pero
interesante, personajes redondos y entrañables y un ritmo agradable hacen que
la producción valga la pena, aunque en momentos sí se torna demasiada melosa
para mi gusto, pero eso se debe a que soy un amargado. No es precisamente un clásico
ni nada parecido, pero Familia Al
Instante resultará en una experiencia agradable para toda la familia y,
sinceramente, siento que es mucho mejor de lo que tiene el derecho de ser una
premisa tan sencilla.
Familia Al
Instante: 3/5. Buena.
Mejor que:
Guerra de Papás 2 (2017), La Navidad de la Madres Rebeldes (2017), Hombre Al
Agua (2018).
No tan buena
como: Ok, en este momento no se me ocurre nada concreto, pero estoy seguro que
habrá más de una película familiar que sea mejor que esta.
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