![]() |
Lo que todo el mundo opina de esta entrada del blog |
Además de
los lunes también odio el futbol. Sé que solo decir lo anterior me convierte en
un bicho raro o peor aun aquí en México: un hereje, pero ese es exactamente mi
problema con este deporte en nuestro país, que no es un simple deporte, es una religión.
Ya no es tan
común como antes (probablemente porque no salgo de mi cueva de ermitaño), pero
por mucho tiempo una de las preguntas obligadas al conocer a alguien nuevo era
hacer la misma pregunta: “¿Y a qué equipo le vas?”. Y eso era todo, no se
preguntaba siquiera de que deporte se estaba hablando, si eres mexicano y
alguien te hace esa pregunta se asume inmediatamente que se habla de futbol. No
voy a negar que parte de mi antipatía por el balompié es (en parte) porque
nunca fui bueno jugándolo, lo cual es equivalente a ser un niño en coma y sin
piernas que solo sueña con hazañas futboleras (y por cierto, por favor dejen de
decir por ahí que ese es el final de Súper
Campeones, no lo es y no importa cuánto quieran que así sea, no va a
cambiar las cosas).
No me
sorprende la popularidad de ese deporte, es divertido, fácil de jugar y solo se
necesitan un par de personas y un balón y automáticamente ya se puede hacer una
“cascarita” lo cual a diferencia de prácticamente cualquier otro deporte, lo
convierte en el juego más accesible del mundo. Todo eso puedo entenderlo, es un
juego divertido y todos necesitamos nuestra diversión de vez en cuando; lo que
me saca de mis casillas es la devoción que todo el mundo le dedica a lo que esencialmente
es solo un juego. Es cierto que esa entrega varia desde el simple aficionado
que solo ve los partidos de futbol para juntarse con sus amigos y pasar un buen
rato, hasta el fanático (y todo lo que esa palabra implica) que le pone el
nombre de su jugador favorito a sus hijos, que por cierto, eso debería estar
penado por la ley, pero como de costumbre estoy divagando.
Veo a estos fans
expresar su gusto por el deporte de maneras que son comparables a las acciones
de un fanático religioso. Desde misas oficiadas para pedir que la selección gane
el mundial, hasta quince años o bodas que se adornan con los colores del equipo
favorito. Y esa es otra cosa, cuando eliges un equipo al cual apoyar estas
haciendo el compromiso más importante que harás en la vida como mexicano,
porque uno podrá dar la espalda a la familia, a los amigos, al oficio, a la
patria o al mismísimo Dios, pero nunca, nunca a tu equipo de futbol. He de
aceptar que tal grado de compromiso es verdaderamente admirable, es una pasión que
es realmente contagiosa, pero de nuevo déjenme recordarles que todo ello esta siendo
enfocado a lo que prácticamente es solo un juego de pelota. Y tengo que
repetirlo aunque a muchos no les guste: EL FUTBOL ES SOLO UN JUEGO, UN JUEGO DE
TANTOS QUE EXISTEN ¡SOLO ESO Y NADA MÁS!
No es que
quiera arruinarle la diversión a nadie, de hecho nadie debería de tener que
justificar sus actividades recreativas, pero por favor, estén consientes de que
solo es un juego, una forma de pasar un rato y nada más. Que gane o pierda un
equipo de soccer un partido “importante” es tan relevante como que Mario Bros
rescate a la princesa Peach. Y me dirán que el orgullo que se siente al ver
ganar (sin albur) a tu equipo de futbol es una sensación incomparable, y quizá tengan
razón, pero fuera de la euforia momentánea ¿En qué me beneficia realmente?
Todos en México nos sentimos tan orgullosos cuando la selección ganó la medalla
de oro en las olimpiadas (y si, mi hipocresía no es tanta como para negar que
yo también me sentí incluido), pero a la larga ¿De qué sirvió? ¿Se erradico el
problema del desempleo en el país? ¿Las medallas de oro hicieron que la educación
en México mejorara? ¿El primer lugar en futbol ayudo a reducir la corrupción?
¿No? ¿¡Entonces por qué tanto escándalo por una proeza deportiva que a gran
escala no es más que irrelevante!?

Kent Brockman es de los míos
Y por eso
odio el futbol. Y también los lunes.
Que pedo puto espero este comentario si te salga. Buena redaccion y enfonque. De este articulo lo unico qur tengo qur decir que si estan fácil el fut te reto a jugar un dia para cambiar habitos. Atte. WTF
ResponderBorrarConcuerdo contigo sobre la trascendencia que la afición a este deporte (como a cualquier otro), al final no cambia nada, es solo un estimulante emocional de momento, un generador de (pseudo) catarsis, que considero proviene más de una noción de pertenecer ( a un grupo) que de el hecho em si que es el partido o determinado equipo.
ResponderBorrar