Ya he
mencionado antes como es que las expectativas al entrar a ver una película al
cine pueden mejorar o empeorar la experiencia según sea el caso por lo que Paddington me deja algo confundido. Al
ver un trailer de esta película no pude evitar pensar que se trataría de una
cinta más sobre un tierno animal que habla (generado por computadora, claro está),
enfocada única y exclusivamente a un público infantil, cuya comedia sería
basada en la interacción de dicho animal parlante con el mundo “civilizado” y
los mal entendidos que esto con lleva, agregando una moraleja gastada al final
y bla, bla, bla, una fórmula que se ha visto un millón de veces y se verá un millón
de veces más por lo que mis expectativas no eran muy altas que digamos. La confusión
de la que hablo respecto a este film se debe a que todas mis expectativas se
cumplieron casi al pie de la letra y aun así me dejo con un buen sabor de boca.
Paddington es un pequeño osezno que vive en el
lejano Perú y tras un inesperado accidente se ve forzado a dejar su hogar para
ir en busca de una nueva familia adoptiva en Londres, lugar que solo conoce por
las historias que le contaban sus tíos sobre el encuentro que tuvieron con un
explorador ingles hace muchos años.
Si la trama
suena demasiado simple e infantil solo se debe a que lo es pero aun así logra
alcanzar un encanto difícil de explicar, esto se debe en parte al propio
Paddington, que si bien parece haber sido diseñado con el único propósito
enternecer a todo el mundo y vender ositos de peluche, no deja de ser bastante
entrañable y efectivo en cuanto a ese propósito. La comedia “física” (y pongo
la palabra entre comillas porque la mayoría se hace con animación por
computadora) es predecible y digna de cualquier caricatura infantil pero de
nueva cuenta el personaje hace que funcione y no resulte repetitiva o molesta.
Es como ver a Mister Bean, solo cambiándolo por un oso y sustituyendo estupidez
por completa inocencia.
Por suerte
todo el peso de la cinta no recae solo en su personaje principal, sus
personajes secundarios no solo existes para interactuar con Paddington sino que
todos y cada uno de ellos muestran una personalidad muy definida y única que
complementan perfectamente con el oso peruano. Entre este reparto destacan
Nicole Kidman quien interpreta a una inesperada y muy divertida villana (y cuya
apariencia me hace pensar que vendió su alma al diablo a cambio de juventud
eterna) y Peter Capaldi, cuya participación es mínima pero extraordinariamente entretenía…
aunque debo admitir que esta apreciación de mi parte muy probablemente se deba
a mi fascinación malsana con la serie de Doctor
Who, de la cual actualmente Capaldi es el protagonista. Lo siento mucho por
mi carencia total de objetividad pero no puedo evitar sonreír al pensar que El
Doctor interactúa con un tierno osezno que habla (y para bien o para mal, eso
sería una de las cosas menos extrañas que haya hecho alguien en Doctor Who).
Tampoco todo
es miel sobre hojuelas. La animación del propio Paddington es lo
suficientemente convincente para entretener a un niño pero para cualquier
adulto se ve tan real como un billete de 40 pesos. El incidente inicial que
arrranca la historia se siente terriblemente forzada y un tanto trágica para
una película enfocada a los más pequeños, por otro lado la historia es
completamente predecible y no aporta nada verdaderamente nuevo y finalmente la
comedia pude resultar demasiado infantil para cualquiera que tenga más de 10
años.
Aun con todo
esto, Paddington es un film muy
entretenido, quizá más de lo que debería (y esto lo digo como un alago). Cierto
que es una formula gastada pero su ejecución es sumamente competente como para
que, después de un rato, simplemente te dejen de importar todos los clichés que
se esperarían de este tipo de producciones. Solo puedo recomendar ver esta
cinta en el cine si es que tienen niños pequeños, de ahí en más resulta una
inofensiva forma de perder el tiempo.
Sigo
pensando que esta película me gusto mucho más de lo que debería, es por eso que
me gustaría que se convirtiera en un nuevo clásico infantil, aunque no me agradaría
que su popularidad llegara a tal grado que tenga que sufrir viendo innumerables
e innecesarias secuelas. Una cosa es segura, ahora que Clara Owald ya no está
con El Doctor, Paddington debería convertirse en su nuevo acompañante en aventuras
por el tiempo y el espacio. Sé que eso nunca va a pasar, pero un ñoño inmaduro
puede soñar… un ñoño inmaduro puede soñar…
Paddington:
7/10
Mejor que:
Stuart Little (1999), El Oso Yogi (2010)
No tan buena
como: Babe (1995), Babe 2 (1998)
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