Además de
los lunes también odio las corridas de toros. Esto lo digo con un poco de
conflicto, no mi opinión sobre este “deporte” (ya llegaremos a eso) sino por
como pueda hacerme ver eso. No, no me consideraría un amante de los animales,
tampoco un psicópata que tortura animales por diversión, pero cuando escucho
algo sobre una protesta en contra de las corridas de toros lo primero que me
imagino es a un montón de hippies sucios con demasiado tiempo libre y si algo
no soy es un hippie, sucio y con mucho tiempo libre indudablemente, pero un
hippie nunca.
Como en
muchos caso mi odio puede que surja de la ignorancia. No conozco absolutamente
nada sobre la llamada “fiesta brava” excepto lo que alcanzo a ver en algún cartel
pegado en un poste o en un reportaje de noticias mientras cambio repetidamente
de canal, y lo que veo en ese contexto es solo a un wey vestido como drag queen
agarrando a machetazos a una vaca dopada con asteroides. Es muy cierto que soy
un amante de la violencia sin sentido, ni siquiera puedo negarlo, soy el tipo
de imbécil que critica fuertemente a Michael Bay porque sus proyectos no son
más que explosiones y violencia y aun así siempre va al cine a ver su más
reciente película sobre robots gigantes pero existe una gran diferencia, todas
eso es ficción y no afecta a nadie (a excepción de los recuerdos de mi
infancia) mientras que las corridas de toro son, al menos para mí, un tipo de
violencia injustificada.
He llegado a
escuchar que existe quien defiende la práctica de las corridas de toros definiéndola
como un arte, y tal vez lo sea pero una mente tan simplona como la mía
simplemente no puede concebir como el sacrificar a un animal de manera cruel se
podría considerar como “arte”. De nuevo, tal vez sea yo pero si a esas vamos
supongo que cada perro destripado que veo a la orilla de la carretera debe ser
un Picasso y simplemente yo soy demasiado pendejo como para darme cuenta.
También escucho como se enaltece al torero por su gran valor al enfrentar a un
toro, y lo que sea de cada quien eso si lo puedo apreciar, después de todo se
necesitan bolas de acero para poder hacerle frente a una bestia de esa magnitud
(tha´s what she said…) PERO eso demerita un poco si tomamos en cuenta que: 1.-
El torero no “pelea” desarmado, como el mismo toro. 2.- El torero entrena toda
su vida para perfeccionar su “arte” de matar animales. Estos dos puntos
tendrían una solución bastante sencilla: pónganle navajas a los cuernos del toro
o algo así y entrenen a un toro no para bailar con un tipo disfrazado de payaso
sin maquillaje sino para verdaderamente matar, creo que eso balanzaria las un
poco las cosas ¿Demasiado extremo? Tal vez, pero no por ello menos interesante.
Otra defensa
muy común es la llamada “tradición”, lo cual podría ser entendible pero en
muchos casos la misma palabra “tradición” se usa como un simple pretexto, una
forma elegante de decir “hago esto por
ninguna razón válida aparte de que muchos antes de mi lo hicieron” y si a esas
vamos, también podría llamarse “tradición” a que las mujeres no votaran, a que
la tierra se considerara redonda y a quemar a todo aquel sospechoso de brujería.
Si tanto les interesa la tradición ¿Por qué no hacer peleas de gladiadores? Para
mi entender el concepto es bastante similar, dos oponentes entran a la arena,
uno de ellos sale victorioso y el otro sale como comida para gusanos.
Por otro
lado tenemos al toro que solo es criado para ser acecinado. Si, puede que la
idea de que solo nacemos para morir sea poética y filosófica si lo quieren ver así,
pero casi seguro que al toro no le interesan ninguna de esas dos cosas. He
escuchado que las especies o razas o como se le llame a los tipos de toros que
se utilizan en “la fiesta brava” no tienen ningún uso verdaderamente practico,
es decir que cuando finalmente cae muerto solo es un cadáver, nada de poder comer
su carne o usar alguna parte del cuerpo para algo más productivo. Esto me suena
a una justificación bastante estúpida “se matan a esos toros porque no son
verdaderamente valioso” ¡Por Cthulhu! Si se decidiera eliminar a todo aquel
que no aporta nada valioso a la raza humana ya me habrían asesinado desde hace
mucho tiempo, además si algo sé es que en México a un animal inútil y de dudosa
inteligencia no se le mata, se le casa con una actriz y se le convierte en
presidente.
Simplemente
no encuentro ningún tipo de utilidad a las corridas de toro, ni artística ni de
ninguna otra clase. Si algo bueno he de decir de esta práctica es que al menos
inspiro una de las caricaturas más divertidas que recuerdo protagonizada por
Bugs Bunny.
Y por eso
odio las corridas de toros. Y también los lunes.
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