A pesar de
que grito a los cuatro vientos mi propio malinchismo, debo reconocer que me dio
algo de tristeza enterarme que la más reciente película sobre “La Llorona” es
una producción gringa y no mexicana, después de todo “La Llorona”, junto con la
eficacia de las consultas ciudadanas, matrimonios duraderos y la democracia, es
una de las leyendas más emblemáticas de México. Esta es la parte en que
usualmente diría que La Maldición de la
Llorona por lo menos es mejor que cualquier cosa que pudiese haberse hecho
en nuestro país, pero la verdad es que no estoy seguro de eso, ya que esta película
de terror es la más genérica y aburrida que haya visto últimamente.
En La Maldición de la Llorona veremos a una
mujer tratando de proteger a sus hijos de una fuerza maligna del más allá. Anna
Tale (Linda Cardelli) es una trabajadora social que, después de involucrarse en
un extraño caso, comienza a tener visiones de una mujer vestida de blanco que
amenaza la vida de sus dos hijos. Buscando una forma de proteger a sus niños,
Anna busca la ayuda de Rafael (Raymond Cruz), un curandero experto en fenómenos
paranormales que se enfrentara directamente al antiguo y poderoso fantasma de “La
Llorona”.
Espero que
no les moleste, pero quiero terminar con esto pronto. Los mismos escenarios
trillados, “jumpscares” a diestra y siniestra, personajes estúpidos sin ningún sentido
de autoconservación y una trama que se ha visto mil veces, es lo que podemos
ver en esta película. Yo mismo he convertido el quejarme de clichés en un cliché
por si mismo, pero en verdad que esta película parece una copia al carbón de muchísimas
otras (y mejores) películas de terror. Incluso su elemento “original” de
utilizar a “La Llorona” es desperdiciado, ya que su interpretación de esta figura
folclórica no se distingue en nada de cualquier otro fantasma de película de
espantos.
Las
actuaciones de los adultos son pasables cuando mucho, pero los niños actores
son pésimos, algo que tampoco ayuda es que estos niños, por lo menos en la
forma que se comportan, parecen tener daño cerebral permanente. Los personajes
infantiles son tan, pero TAN insoportables, que al final estaba apoyando al
antagonista para que los ahogara en un río.
No hay nada
original aquí. Todos los “sustos” son el mismo recurso barato del “jumpscare” acompañado
de un fuerte sonido de la banda sonora, lo cual es más fastidioso que aterrador,
por lo menos para mí. La Maldición de la
Llorona es aburridísima y si una película de terror provoca más sueño que
miedo es porque algo ha salido terriblemente mal, y miren que yo soy un grandísimo
cobarde, no se necesita mucho para asustarme y aun así esta cinta nunca lo
hizo. Normalmente diría que si son fans de este tipo de películas y ya saben a
lo que van, esta cinta no es tan mala, pero en este caso no puedo hacerlo, ya
que en verdad no hay nada relevante o interesante en este filme. De ahora en
adelante, cuando tenga problemas para dormir, en lugar de beber alcohol,
acurrucarme en mi cama abrazado de una botella, considerar el suicidio y sollozar
hasta quedarme dormido, que es lo que hago normalmente para conciliar el
sueño, mejor vuelvo a ver La Maldición de
la Llorona y es casi seguro que terminare durmiendo tranquilamente cual
bebé.
La Maldición
de la Llorona: 0/5. Ofensivamente mala.
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