lunes, 27 de mayo de 2019

Cine Barato: Aladdin



Otro día, otro remake innecesario. Me gustaría decirles que ya estoy cansado de esta nueva maña de El Malvado Imperio Galáctico Disney al recrear sus clásicos animados en “live action”, pero la verdad es que a veces el resultado es bastante bueno, y aunque el caso de Aladdin no es el peor de esta nueva ola de reinterpretaciones, como suele suceder con todos los remakes de Disney últimamente, me quedo con la versión animada, gracias.

En Aladdin veremos las aventuras de un joven que se topa con un poderoso objeto mágico. Aladdin (Mena Massoud) es un joven ladrón en la ciudad de Agrabah que sueña con dejar las calles y llevar una vida más ostentosa. Aladdin se topa con la oportunidad de volver su sueño realidad cuando es contactado por el misterioso Jafar (Marwan Kenzari), quien le encomienda una sencilla tarea: entrar a una cueva y recuperar una vieja lampara de aceite sin aparente valor.

Tal vez el ser tan vago con la sinopsis sea innecesario, después de todo esta nueva versión de Aladdin cuenta exactamente la misma historia que la película animada de 1992 del mismo nombre, con los mismos personajes, la misma trama y hasta la misma música. Para darle un poco de variedad a esta nueva interpretación, la historia se presenta en un orden ligeramente distinto a la versión original, algo que al principio ayuda agilizando un poco su ritmo de la trama, lo cual no creo que sea malo, pero sí provoca que la historia se sienta un poco acelerada con tal de llegar a lo “nuevo” que ofrece la producción.

Aunque la película nunca se olvida de sus orígenes de cuento de hadas, a la mitad del segundo acto parce cambiar abruptamente de género y se convierte en una comedia romántica, específicamente en Hitch, y no lo digo sólo porque ambas cintas tengan a Will Smith haciéndola de cupido. Si asumen que lo anterior automáticamente me hizo despreciar el filme, no los culpo, ya sabrán sobre mi absoluto desprecio por la comedia romántica, pero tal vez les sorprenda saber que Hitch es una de las pocas películas de este genero que no me causa nauseas ¿Qué? Que mi corazón esté podrido no significa que carezca de uno. Curiosamente este ligero cambio en la trama ayuda a cimentar más firmemente la relación entre Aladdin y la princesa Jasmine, dibujando más claramente sus personalidades individuales y la química que existe entre ambos, digo, no deja de ser el típico cuento de dos personas que se enamoran en menos de veinticuatro horas, pero al menos ahora la relación se siente ligeramente más creíble.

La música es la misma que en la versión de 1992, con ligeros cambios que francamente no me gustan, pero esto se debe en gran parte a que crecí viendo la versión original hasta memorizar prácticamente cada canción y dialogo del filme, haciendo que los cambios en la musicalización y en algunas de las letras me suenen muy extrañas, no es nada drástico y la música sigue siendo movida y pegajosa, pero prefiero las versiones originales. Lo que me causo algo de confusión es una nueva canción que prácticamente se vuelve la versión de “Libre Soy” para la princesa Jasmine, lo cual sí tiene sentido dentro de la trama, pero no dejó de sentirse medio raro y hasta innecesario.

Como casi siempre ocurre con estos remakes de cuentos de hadas, todo se reduce a cuestión de gustos. La historia no cambia, los personajes son los mismos y las escenas, aunque no son una copia al carbón, tienen el mismo tono, pero sigo prefiriendo la versión animada, y esta vez no lo digo sólo por nostalgia. Este remake logra darnos secuencias muy bien ejecutadas, con coreografías bien logradas, creativa escenografía y vestuario muy llamativo y elegante, PERO el hecho de que la producción sea en gran parte “live action” limita bastante su creatividad. Lo que trato de decir es que la animación, tradicional o por computadora, no importa el caso, siempre tendrá más libertad a la hora de plasmar lo fantástico y maravilloso de un cuento de hadas, ya que los personajes pueden ser mucho más expresivos, los escenarios más coloridos y prácticamente no existen limitaciones más allá de la imaginación a la hora de contarnos una historia utilizando este medio, algo que, en mi opinión, el “live action” nunca podrá realizar de manera tan efectiva. Al final del día Aladdin 2019 es una opción más para conocer una historia clásica, y aunque hace un trabajo decente, no ofrece nada que sea mejor que en la versión de 1992.

Aladdin: 2/5. Meh.














Mejor que: Cenicienta (2015), La Bella y la Bestia (2017), Dumbo (2019).
No tan buena como: Maléfica (2014), El Libro de la Selva (2016)

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