Ser
original, lo que se llama verdaderamente original es prácticamente imposible,
al menos a la hora de contar una historia ya que, debatiblemente, ya hemos creado
todo tipo de relatos durante la historia de la humanidad, haciendo que muchos
elementos se repitan continuamente, si no me creen pregúntenle a Joseph Cambell.
A lo que voy es que en ocasiones un simple cambio en la perspectiva de una
historia conocida puede llegar a ser suficiente para darle una “manita de gato”
al relato original, dándole un aire de “novedad” que tal vez se halla perdido
con el tiempo, o por lo menos eso pensé mientras veía Brightburn: Hijo de la Oscuridad, una película de terror donde el
villano es prácticamente Superboy.
En Brightburn: Hijo de la Oscuridad veremos
las dificultades que enfrenta una pareja al criar a un peculiar niño. Tori (Elizabeth
Banks) y Kyle Breyer (David Denman) son una pareja casada que tienen problemas
para concebir un hijo. Durante lo que parece una noche cualquiera, un extraño
objeto se estrella en la granja de los Breyer, dentro del cual se encuentran
con un bebé. Los Breyer adoptan al niño, a quien nombran Brandon (Jackson A.
Dunn). Lo que en un principio parece ser una familia feliz, común y corriente
se comienza a complicar cuando Brandon empieza a mostrar actitudes y
habilidades fuera de lo normal, algo que será mucho más peligroso y aterrador
de lo que sus padres podrían imaginar.
No creo que
cuente como spoiler ya que el mismo trailer de la película revela prácticamente
todo: Brightburn es una historia
sobre que pasaría si Superman fuera el malo, una propuesta que no es
precisamente novedosa en los comics, pero que resulta en algo innovador en el
cine, sobre todo en un ambiente sobresaturado de películas de superhéroes,
siendo esta película una que se decide tomar la ruta del terror en lugar de la acción
o aventura, algo que, deben aceptar, no se ve todos los días.
El filme
intenta dar una combinación entre horror “tradicional” (piensen en la típica película
de monstruos) y terror psicológico, y aunque la idea es buena, la ejecución en ocasiones
no lo es tanto. La intriga y el drama en que se ven envueltos los personajes va
creciendo poco a poco, haciendo que la tensión se incremente paulatinamente,
esto para fortalecer el lado psicológico del terror, en mi opinión el factor
más interesante de la cinta, sin embargo este flujo de la trama se interrumpe
constantemente con secuencias de terror más “comunes” (por llamarlas de alguna manera);
ya saben, pasillos oscuros, movimientos de “algo” fuera de foco a espaldas de algún
personaje y, desafortunadamente, uso y abuso del “jump scare”, el truco más
gastado y aburrido de cualquier película de terror en mi opinión.
La trama puede
resultar predecible, en parte por culpa de un trailer que revela demasiados
datos y también porque, una vez más, técnicamente estamos viendo “Superman malo”,
pero aun así la historia resulta entretenida, con giros que no podría llamar
inesperados, pero definitivamente interesantes, los cuales casi siempre sirven
para aumentar la tensión entre los propios personajes, dando como resultado
escenas no precisamente aterradoras, pero sí incomodas y llenas de tensión.
Puede que solo sea mi edad hablando, pero lo único peor que pasar por la pubertad
es tener que criar a alguien que esta pasando por ella, agréguenle poderes
sobrehumanos a ese coctel molotov de hormonas adolescentes con forma humana y
tenemos al monstruo de película casi perfecto.
Quisiera
decir que ame Hijo de la Oscuridad
debido a mi muy conocido gusto por el cine de super héroes pero pienso que el
lado del terror, el punto focal de la producción, no siempre funciona debido a
los acostumbrados clichés que acompañan al género, aun así la película resulta
entretenida y estoy seguro que su variedad en cuanto sus “sabores” de horror la
harán más llevadera para cualquier tipo de público, esto aunado a un desenlace
emocionante y relativamente inesperado hacen que la película logre entretener a
su público, aunque de antemano debo advertirles que no a muchos les va gustar
el final, lo cual hace que me guste todavía más, porque aparentemente no puedo
dejar de ser un viejito amargado que le lleva la contraria a todo el mundo.
Creo que el Brightburn: Hijo de la
Oscuridad vale la pena, además de que logra darle un aire fresco a una historia
ya muy gastada y conocida por todos. Denle una oportunidad, no puedo asegurar
que les de miedo, pero de que es entretenida eso que ni qué.
Brightburn:
Hijo de la Oscuridad: 3/5. Buena.
Mejor que: Cementerio
Maldito (2019)
No tan buena
como: Déjame Entrar (2008), Tenemos que Hablar de Kevin (2011) Comparaciones un
poco extrañas, pero manejan temáticas similares.
Y no es
película, pero si el concepto les suena interesante, chequen el comic “Irredeemable”
(2009 – 2012) de Mark Waid.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario