miércoles, 29 de mayo de 2019

Cine Barato: Desastre en París



El entrar al cine a ver una película sin saber absolutamente nada sobre ella es un arma de doble filo. Por un lado, si no existe mucha publicidad o “ruido” sobre la producción, usualmente se debe a que el proyecto es poco o nada sobresaliente; por otro lado esa, llamémosle carencia de información, puede ayudar a que la cinta en verdad logre sorprenderte gratamente, con un producto mucho más interesante y pulido de lo que te hubieras imaginado en un principio, siendo Desastre en París un buen ejemplo de ese último caso.

En Desastre en París veremos a una familia tratando de sobrevivir una tragedia a gran escala. Mathieu (Romain Duris) y Anna (Olga Kurylenko) tienen a una hija llamada Sarah (Fantine Harduin) quien debido a una rara enfermedad debe vivir en una habitación completamente aislada del mundo exterior. Como si la vida de Sarah no fuese lo suficientemente dura, una misteriosa niebla comienza a cubrir toda la ciudad, matando a todo aquel que la respira. Escapando milagrosamente, ahora Mathieu y Sarah deberán encontrar la forma sacar a Anna de su habitación especial y salir de la ciudad antes de que sea demasiado tarde.

Desastre en París en un principio parece una simple interpretación francesa de la “clásica” película de desastre, y aunque en algunos sentidos sí lo es, afortunadamente cuenta con suficientes elementos propios para distinguirla de todas las cintas con premisas similares. El punto fuerte de la producción no son elaboradas secuencias de acción o espectaculares efectos visuales, digo, sí cuenta con estos elementos de forma moderada, pero ese no es su enfoque principal sino el drama en que se sumergen los personajes.

La cinta se sumerge en el misterio más que en la acción o la aventura que usualmente se asocian con el subgénero de desastre. La cinta arroja poco a poco incógnitas sobre las circunstancias en que se ven envueltos sus protagonistas, rara vez rebelando información, pero cuando lo hace es de forma sutil. Aunque el punto focal de la trama son sus protagonistas, constantemente podemos ver en el fondo una historia mucho más grande, compleja e incluso aterradora, siendo la historia de los protagonistas sólo una pieza en un rompecabezas mucho más grande, lo cual hace a la trama mucho más envolvente, íntima y hasta cierto modo “realista”, al menos en la forma en que se comportan los personajes. Asuman que ustedes mismos se ven en un desastre natural inexplicable, estoy casi seguro que su prioridad sería asegurarse que sus seres queridos estén a salvo, no saber si el mundo se está acabando o algo así, es este el ambiente asfixiante y desolado que la cinta pretende proyectar, y lo logra.

La “sobriedad” de la trama (por llamarla de alguna manera) hace que en ocasiones el ritmo de la historia se siento un poco lento, con secuencias un tanto repetitivas. Afortunadamente la película logra darnos varías escenas de acción que, aunque distan de ser impresionantes, logran inyectar un poco de emoción a la trama cuando esta comienza a estancarse un poco.

No quisiera dar más detalles sobre esta película ya que eso podría arruinar la experiencia de verla, pero debo advertirles que el ritmo relativamente lento podría hacerla ver como “aburrida” para algunos, esto aunado a un desenlace demasiado abrupto que te deja con más preguntas que respuestas podría dejar a muchos con un mal sabor de boca, opinión que no comparto pero que entendería perfectamente. Sí les gustan las películas de desastres naturales pero están cansados de que todas utilicen prácticamente la misma fórmula, yo les recomendaría que le den una oportunidad a Desastre en París, tal vez no se convierta en un clásico del subgénero pero creo que cuenta con suficientes méritos propios como para hacerla destacar al menos un poco.

Desastre en París: 3/5. Buena.











Mejor que: El Gran Terremoto 9 Grados (2018).
No tan buena como: La Niebla (2007). Con la que comparte algunos elementos pero ambas producciones tienen un enfoque totalmente distinto.

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