Entiendo el
confort que se siente al experimentar algo familiar, créanme (esto viene de un
tipo que ha comprado el mismo videojuego como para 5 consolas diferentes), pero
llega el momento en el que si quieres repetir la experiencia de ver una película,
es mejor ver la cinta original en lugar de ver las poco creativas y redundantes
secuelas, precuelas, “spin offs” o “remakes” de la misma. Esto lo digo porque La Maldición Renace solo finge
ser una nueva entrada en una longeva y exitosa franquicia, digo, técnicamente
si es nueva, pero todo lo que ofrece es un reciclaje de ideas que ya se han
hecho antes dentro de la propia serie, aportando poco o nada nuevo a la
formula.
En La Maldición Renace veremos a una
policía investigando una serie de macabras muertes. Debido a la reciente muerte
de su esposo, la detective Muldoon (Andrea Risebouugh) se muda a una nueva
ciudad junto con su hijo para comenzar en un nuevo trabajo. Después de presenciar
un grotesco caso de asesinato en una vieja casa, Muldoon comienza a investigar
los antecedentes de la vivienda, lo cual la hará descubrir el perturbador
pasado del lugar y sus habitantes.
La película
maneja una estructura no lineal en su narrativa que resultaría interesante de
no ser que es la misma fórmula que ha manejado la serie de La Maldición desde sus comienzos. Lo peor del caso aquí (y esto se
podría considerar spoilers) es que casi todas las historias de los personajes
comienzan a mostrarse desde su final, es decir, ya sabemos que prácticamente
todos los personajes van a morir, algo común para cualquier película de error,
pero el saber de antemano el destino final de los personajes hace que cada una
de sus historia se vuelva aburrida.
Hay tres
tipos de “sustos” en esta película, todos ellos telegrafiados y muy predecibles.
Cuando la cámara hace un “close up” de alguno de los actores o se enfoca por
más de dos segundos a un cuarto oscuro, es porque alguna figura fantasmal va
saltar de la nada para tratar de asustarnos con un “jump scare”; cuando la toma
muestra ampliamente a un personaje al centro del encuadre, es para que por
detrás del personaje pase una misteriosa figura que solo el espectador puede
ver; finalmente, cuando de verdad no hay nada mejor que hacer, algún personaje
aleatorio comienza a sangrar de alguna manera por ningún motivo aparente.
Intercambien al azar estos tres tipos de “sustos” y eso es todo lo que hay
aquí.
El único
elemento que fue de mi agrado dentro de la historia es como “La Maldición”
comienza a esparcirse sin necesidad de ser confinada a un solo espacio, como si
se tratase de una enfermedad, lo cual es aterrador, si no me creen pregúntenle
al coronavirus, pero incuso esto se ha visto antes en esta franquicia. La única
“novedad” es que esta vez pasamos de ver a distintas familias japonesas siendo
atormentadas por fantasmas, a una serie de familias norteamericanas afectadas
por esos mismos fantasmas, lo cual no es un cambio significativo en mi opinión.
Creo que tal
vez, solo tal vez, La Maldición Renace
sí podrá llamar la atención aquellos que son fans de la serie, ya sea la
original japonesa o los remakes gringos, pero para mí la película es “más pan
con lo mismo”. Los sustos pueden tomarte desprevenido de vez en cuando, pero
tanto los personajes como sus historias resultan aburridas, además de que, como
ya mencioné, ya sabemos cómo terminan incluso antes de comenzar. Muy aburrida,
no la vean a menos que sean fans de la serie, y aun así, mejor vean alguna de
las películas anteriores.
La Maldición
Renace: 1/5. Mala.
Mejor que:
La Maldición de la Llorona (2019) Que también es mala y aburrida, pero además
es estúpida.
No tan buena
como: La Maldición Final (2015).
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