Es triste
que casi siempre a una película innovadora y fuera de lo convencional se le dé
la oportunidad de ser vista por el público en general hasta después de ganar
reconocimientos, cuando ya es un “éxito comprobado”. Esto lo digo porque solo
hasta después de ganar múltiples premios es que se dignaron a poner Parásitos en el cine del pequeño pueblo
olvidado por Arceus en donde vivo, pero ¡Hey! Más vale tarde que nunca,
supongo. Tal vez sea injusto que lo diga, después de todo no he visto TODAS las
otras películas que estuvieron nominadas, pero ahora entiendo perfectamente
porque Parásitos logro hacer historia
y ganar dos premios en los Oscares, tanto por mejor película como mejor película
extranjera.
En Parásitos veremos a un par de familias
de diferentes clases sociales interactuando entre ellas en un intrincado juego
de apariencias. Gracias a la recomendación de un amigo, el joven Kim-woo (Choi
Woo-shik) comienza a trabajar como tutor privado de los Park, una familia
adinerada y exitosa de clase alta. Viendo la posibilidad de aprovechar la
confianza de los Parks hacia él, Kim-woo poco a poco comienza a adentrar al
resto de su familia en diferentes posiciones de “servidumbre” dentro de la casa
de los Parks sin que ellos se den cuenta, dándole una probada de lo que es
vivir cerca de “la alta sociedad” a Kim-woo y el resto de su familia.
Este es uno
de esos difíciles casos en que por más que quiera hablar extensamente de este
filme, hacerlo sería revelar las sorpresas que la misma película nos ofrece,
algo que no pienso a hacer ya que sería arruinar la experiencia, así que
discúlpenme si suena aún más vago y críptico de lo usual.
Voy a ser
honesto, al principio no entendía porque tanto “escandalo” por este filme. No
es que fuese mala, una comedia con cierto nivel de humor negro y una crítica
social mordaz, elementos muy bien planteados pero nada verdaderamente
sorprendente… esto hasta que llegamos a la mitad de la historia y todas las
piezas comienzan a caer en su lugar. El giro argumental a la mitad de la cinta es
sorpresivo, pero eso no es lo que lo hace tan bueno, lo que lo convierte en
algo sobresaliente es como la trama desde un inicio te va llevando poco a poco
a ese giro de manera en que, por lo menos la primera vez, no te das cuenta de
hacia dónde va, pero una vez que miras atrás el camino recorrido, el destino al
que llegas parece bastante lógico, tal vez incluso inevitable.
La cinta se
presta a muchas lecturas desde diferentes ángulos, ninguno de ellos totalmente
“correcto” o “erróneo”, todo se ve dictado por cuestiones de perspectiva. Es
muy difícil no dar detalles, por lo que tal vez esto no parezca tener sentido,
pero la cinta nos brinda muchos puntos de vista diferentes al mismo tiempo,
dejando que el propio espectador llegue a sus propias conclusiones. Digámoslo
así, todos nos sentimos como los protagonistas de nuestras propias historias,
los héroes de nuestro propio día a día, una perspectiva muy común y con la que
cualquiera puede identificarse, sin embargo, ese es NUESTRO punto de vista
personal, tal vez, sin siquiera saberlo, nosotros seamos los antagonistas en la
historia de alguien más. Como dije, es cuestión de perspectiva.
Usualmente
dentro de cualquier tipo de historia se crea una división entre los personajes,
“los buenos vs los malos”, pero esa línea es prácticamente inexistente en Parásitos, algo de lo que no te das
cuenta en un principio. El continuo juego de guardar las apariencias lo
realizan todos los personajes a diferentes niveles y por motivos distintos, por
lo que las acciones más altruistas pueden esconder intenciones enfermizas
detrás de ellas y viceversa, las acciones más retorcidas pueden esconder buenas
intenciones, no que eso las convierta en algo “bueno”. Todos los personajes
están hechos de tonalidades “grises” en cuanto a sus valores, un gris bastante
oscuro sin importar de donde se mire. No existe personajes verdaderamente malos
pero tampoco totalmente buenos, todos ellos tienen “cola que les pisen”, y es
el choque de esos valores lo que termina dando un ángulo fascinante a todas las
interacciones de los personajes.
Quisiera
poder hablar más abiertamente de esta producción, pero Parásitos es algo que deben ver y experimentar por su cuenta para
verdaderamente apreciar. La película tiene un poco de todo, comedia, drama, crítica
social, humor negro, incluso terror y misterio, una mezcolanza de elementos
que, aunque muchos de ellos parezcan contradictorios e incompatibles, todos
ellos se unen perfectamente en un producto final fascinante. No puedo asegurarles
que les guste, después de todo no es la típica película sencilla con final
feliz, pero casi les puedo asegurar que no se olvidaran fácilmente de ella
después de verla.
Parásitos:
5/5. Excelente.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario