Empiezo a ver cierto patrón en las películas que he visto
durante este año. Cuando entro al cine emocionado generalmente salgo decepcionado
(como con “El asombroso hombre-araña 2”), mientras que cuando entro con bajas expectativas
generalmente salgo bastante sorprendido y satisfecho (“La Gran Película de Lego”
o “300: El Nacimiento de un Imperio”). Si les digo que estaba sumamente entusiasmado
por ver la nueva película de Godzilla… ya se irán imaginando por donde va esta
reseña.
En este nuevo “Godzilla” seguimos la historia de Walter
White (ya sé que así no se llama el personaje que interpreta Bryan Cranston,
pero seamos honestos, el tipo será conocido por ese papel en Breaking Bad hasta
el día en que muera), que tras lo que aparentemente fue un accidente en una
planta nuclear japonesa, se ve embarcado en una lucha por descubrir lo que realmente
ocurrió en el sitio del accidente y que puede o no involucrar al rey de los
monstruos: Godzilla. Tristemente no puedo hablar de todos los problemas que
tiene este film sin entrar a territorio de spoilers, pero hare mi mejor
esfuerzo.
La mercadotecnia alrededor del film nos está vendiendo prácticamente
la idea de Heisenberg Bryan Cranston
vs Godzilla, pero realmente Cranston no aparece ni en la mitad de la película,
lo cual no es un problema en sí mismo, después de todo su actuación es
probablemente la mejor de todo el elenco, además de que realmente quien entra a
ver esta película al cine lo hace para ver a Godzilla, no al papá de Malcom el
de en medio. El verdadero problema es que la cinta se enfoca en el personaje de
Kickass Aaron Taylor-Johnson, un militar envuelto en la tragedia de los monstruos
gigantes que atacan el mundo, que además de que su actuación es espantosa, su
personaje es completamente genérico e intercambiable y sus únicas dos características
son ser el hijo de Mr. White y estar casualmente en todo lugar donde el guion
necesite que esté.
El problema no es la presencia de personajes humanos en la
historia, eso es una característica de la franquicia tanto como el monstruo
mismo. El problema radica en que la película se enfoca casi exclusivamente en
estos personajes, dejando a Godzilla como un factor secundario, lo cual es irónico
ya que la película se llama “Godzilla”, no “Soldado genérico # 87”. Esto por si
solo ya es suficiente malo, pero para echar sal en la herida, cada que una
verdadera escena de acción que involucra esta lista para dejarnos con la boca
abierta, la película hace un corte a algo completamente distinto, provocando lo
que solo puedo describir como “blue balls” cinematográfico de niveles
Godzilescos.
A pesar de todo esto, hay que reconocer que cuando Godzilla
hace acto de presencia, verdaderamente se convierte en un espectáculo digno de
ver en la pantalla grande, aunque es tan breve que a más de uno le resultara
insuficiente (como en mi caso). Definitivamente no es la peor película de
Godzilla, pero tristemente no es una muy buena. Este año el rey de los
monstruos cumple 60 años en el cine, y lo que debería ser un gran pastel de
cumpleaños no es más que un panquesito: si esta rico y se agradece el gesto,
pero la ocasión prestaba para mucho, mucho más.
Y si el patrón del que hablaba en un principio resulta ser
real, probablemente la nueva película de los X-Men que se estrena mañana será una
de las mejores películas que habré visto este año.
Godzilla: 6/10
Mejor que: Godzilla (1998), Hijo de Godzilla (1967),
Venganza de Godzilla (1969)
No tan buena como: Godzilla (1954), Godzilla (1985),
Godzilla 2000 (1999, irónicamente), Godzilla: Guerra Final (2004), Titanes del Pacifico (2013)
Creo que estas siendo pesimista; la idea de las peliculas de Godzilla es que los humano estamso pendejos y que la naturaleza dicta que todo se arrgle a fregadasos no con el cerebro. Y si a la entrada te dijera que si estas dispuesto a ver a un soldado plano, una enfermera gordibuena pseudo actuar por ver una iguana electromagnetica hacer vomitar sus intestinos a una cucaracha radiocativa en menopausia, aceptarias.
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