El Planeta de los Simios es una franquicia con un lugar muy
especial lugar en mi corazón con arterias tapadas, por dos motivos: Por un lado
es una de las pocas películas de ciencia ficción que mi papá vería conmigo, no
tanto porque le guste sino porque la primera película de 1968 es más o menos de
sus tiempos; por otro lado, la serie es lo suficientemente grande como para
generar una franquicia que ha durado casi 50 años pero aun así es más o menos
el patito feo de la ciencia ficción, no porque no tenga seguidores sino que
simplemente no es tan popular como otras franquicias y siendo honestos, cuando
alguien usa el término “ciencia ficción” El
Planeta de los Simios no es precisamente lo primero que viene a la cabeza.
Aun así la franquicia se ha mantenido a lo largo de los años y tras un intento
de asesinato por parte de Tim Burton en el 2001, en el 2011 se lanzó El Planeta de los Simios (R) Evolución (Rise of the Planet of the Apes en
ingles, siguiendo la ya larga tradición de hacer cambios innecesarios a los títulos
de las películas en nuestro país) uno de esos proyectos raros que no se sabe si
son reboots, secuelas, precuelas o qué y ahora tenemos El Planeta de los Simios: Confrontación (Dawn of the Planet of the Apes, de nuevo la tradición) que es una
secuela directa al film del 2011.
Confrontación (pa resumir) toma lugar 10 años después
del final de la película anterior (advertencia de spoiler si no han visto la
primera), donde la población humana se encuentra al borde de la extinción a
causa de un virus que aparentemente solo afecta a la raza humana. Cesar, el líder
de los simios ha empezado a crear su propia civilización de monos en un bosque
a las afueras de San Francisco y llevando una vida relativamente tranquila. Es
entonces cuando un grupo de sobrevivientes humanos descubren a Cesar y su
grupo, lo que puede poner en riesgo a ambas razas, que aunque ambas buscan
simplemente sobrevivir, no tiene razón para confiar una en la otra, lo que los pondrá
al borde de una guerra que sería fatal para ambos bandos.
Es difícil clasificar
esta película. Aunque muchos dirán que es una película de acción (es la idea
que quieren vender los trailers) y en cierto sentido tienen razón, ese no es el
enfoque de la película, de hecho me recuerda a un drama, uno que incluso llega
a tener tintes políticos… si, tintes políticos en un film sobre changos con
metralletas, y si eso les parece ridículo en primera instancia, no puedo
culparlos pero esa es la gran belleza de la ciencia ficción y de esta
franquicia en especifico. La premisa es ridícula y si se viera bajo otra luz
probablemente sería una comedia, pero la ciencia ficción (la buena en cualquier
caso) se dedica precisamente a eso, plantear escenarios y situaciones que ningún
otro género podría tocar con seriedad, tratando las ideas de manera coherente y
cuando lo hace bien envuelve al espectador al grado de que se ve completamente
inmerso y su suspensión de la incredulidad (busquen por ahí el término, de por sí
ya me estoy extendiendo demasiado como para explicarlo aquí) hace que el espectador
también tome el material de manera seria.
El enfoque
de la cinta se centra en los personajes de los simios, dejando a los humanos en
un segundo plano. Aun así los relativamente pocos actores que no son creados
con la ayuda de animación por computadora hacen un muy buen trabajo
interactuando con la animación, en especial Gary Oldman, que aunque no aparece
demasiado en la historia, hace un excelente papel con el poco tiempo que se le
da en pantalla. El trabajo de Andy Serkis como Cesar es tan bueno como siempre
ha sido en sus papeles de captura de movimiento, que aunque muchos diran que
eso no es actuación realmente, yo diría que muy por contrario, ya que con lo
que es básicamente mímica tanto facial como corporal y usando un dialogo muy
minimalista, logra crear un personaje verdaderamente profundo, y si, debo
reiterar una vez más que estoy hablando de una cinta sobre changos hechos por
computadora. Si Serkis no recibe un Oscar o algo así durante su carrera,
simplemente no hay justicia en este mundo.
Los efectos
visuales son verdaderamente impresionantes, aunque en muchas ocasiones puede
verse raro, no tanto por la animación por computadora sino por lo surrealista
que resulta ver a Malcolm (Jason Clark), líder de un pequeño grupo humano,
interactuar con un simio fotorealista montado en un caballo.
La película es
realmente muy buena, pero hay que reconocer que no es para todo el mundo, sobre
todo no para aquellos que solo quieren ver violencia y explosiones, creyendo
que eso es lo único que puede hacer buena a una película, aunque para ser
honesto, quizá el tercer acto del film les parezca lo suficientemente bueno en
cuanto a ese rubro. Para aquellos que estén dispuestos a ver una de las
historias más envolventes protagonizadas por un simio (después de King Kong),
les espera una película verdaderamente profunda y entretenida. Si nada de eso
llama su atención, solo me queda preguntarles ¿Dónde más podrán ver una escena
con un chango cabalgando furiosamente a la batalla con metralletas en cada
mano? Además aceptémoslo, es verdaderamente refrescante ver una historia que involucra un escenario post-apocalíptico a causa de un virus y que NO incluye zombis.
El Planeta
de los Simios: Confrontación: 8/10
Mejor que:
El Planeta de los Simios (2001)
No tan buena
como: El Planeta de los Simios (R) Evolución (2011) Ok, esta vez tengo que
explicar el porqué. Evolución es una
historia más completa por sí sola, mientras que Confrontación es claramente una secuela pero no por ello se
demerita su calidad. Lo que quiero decir es que Evolución puede verse por si sola sin necesidad de ver Confrontación, pero probablemente no a
la inversa.
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