Además de
los lunes también odio las películas en 3D. Sé que este es un problema personal
en primera instancia, tomando en cuenta que vivo en un lugar que solo cuenta
con un solo cine y que la solución a este “problema” es simple, si no me gusta
ver películas en 3D, simplemente no veas películas en 3D, pero como ya dije,
lugar pequeño sin muchas opciones la mayor parte del tiempo. Y todos dirán lo
mismo “¿A mí que chingados me importa? Yo si tengo la opción de elegir en que
formato veo una película en el cine” muy cierto, con la poca imaginación y aun
menos elocuencia me atrevo a preguntar ¿Durante cuánto tiempo tendremos la oportunidad
de elegir?

En primer
lugar, estas cintas “convertidas” usualmente tienen efectos en tercera dimensión
vagamente perceptibles, lo cual es suficientemente inofensivo supongo, el
problema es que se oscurece toda la imagen volviendo todo un dolor de cabeza el
simplemente tratar de ver una película. Poniéndolo en términos claros, el 3D
simplemente no funciona en películas que no están concebidas con esa mecánica desde
un inicio. Así pues ¿Por qué tratar de obligar a alguien a ver un formato que
no funciona? La respuesta es tan sencilla como casi siempre lo es en cuestión del
entretenimiento: Dinero.
La película
más taquillera de todos los tiempos (hasta el momento) ha sido la ya mencionada
Avatar, generando $ 760, 505, 847 dólares
tan solo en Estados Unidos. Una de las cosas que ayudó tanto al film a ganar
tanto dinero (y a James Cameron su tercera replica a tamaño real del Titanic,
si le viniera en gana) fue por los mentados efectos en tercera dimensión, que
en este caso en particular debo admitir que en verdad eran impresionantes, de
hecho muy probablemente eran lo mejor de la película (ódienme si quieren, pero
fuera de esos efectos pienso que Avatar es ridículamente sobrevaluada).
Hollywood vio esto y como villano de caricatura se podían ver sus pupilas
tomando la forma de signos de dólares, por lo que ahora tratan de convertir
todo a 3D, porque ya saben, es mucho más fácil poner traseros en las butacas de
cine con efectos especiales que con buenas historias, buenos directores y/o
actores, o cualquier otra cosa que tenga una pisca de creatividad.
Pero como
sea, eso es cosa del cine y no me afecta realmente ¿O no? Por lo menos aun no,
pero ya se pueden ver los televisores en 3D que apenas y funcionan y que
cuestan lo que me costaría la renta de mi casa por un año entero. Pero de
nuevo, como sea esas son cosas para los ricos que no tienen otra cosa que hacer
aparte de buscar la forma más ridícula de gastar su dinero ¿Recuerdan cuando
las pantallas planas estaban en esa misma posición? Ahora una casa podrá no
tener agua potable pero de seguro tiene por lo menos una pantalla plana, y no
porque se quiera demostrar cierto nivel de estatus social sino que la tecnología
avanza sin miramientos de que o a quienes deja atrás. Hoy en día todo es
compatible con una pantalla plana y si tienes una vieja televisión, que tengas
buena suerte tratándola de conectar a cualquier cosa, simplemente se volvieron
obsoletas ¿Cuánto falta para que eso se repita pero ahora con los televisores
en 3D? No quiero tener que vender mi otro riñón solo para poder comprar una televisión
de tercera dimensión que solo voy usar para jugar videojuegos de todos modos,
aunque supongo que siempre tendría la opción de simplemente salir de mi casa, quizá
hacer un poco de deporte e incluso hacer nuevas amistades ¿Pero porque querría
yo hacer algo así de descabellado. Además los pinches lentes de tercera dimensión a veces ni funcionan.
Algo más o menos así...
Y por eso
odio las películas en 3D. Y también los lunes.
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