martes, 14 de agosto de 2018

Cine Barato: Megalodón


 
Además de ser todo un clásico por mérito propio, Tiburón de 1975 es una película verdaderamente importante en la historia del cine; ayudo a cimentar la carrera del legendario Steven Spielberg, creó el concepto de “Blockbuster” (la idea de súper producción cinematográfica, no el de tiendas de video que ya no existen) pero tal vez su aporte más grande haya sido crear el subgénero de tiburones asesinos del cine… afirmación que digo medio en broma y medio en serio. Por alguna razón el concepto es muy socorrido en películas de bajo presupuesto, de esas que están hechas para ser “tan malas que son buena” (a veces a propósito, a veces por accidente), por lo que me resulta curioso que Megalodón intente capturar esa magia del cine “de serie B” con un presupuesto bastante grande, dando como resultado un “churro” entretenido pero que carece de un encanto propio.
En Megalodón veremos a un grupo de científicos envueltos en la tradición milenaria de matar tiburones gigantes. Una base submarina financiada por un excéntrico millonario lanza una expedición a lo más profundo del mar. Cuando los exploradores quedan atrapados, el rescatista Jonas Taylor (Jason Statham) encabeza la misión de rescate, sin embargo todo se vuelve mucho más peligroso de lo esperado cuando un enorme tiburón empieza a rondar la base submarina, poniendo a todos los tripulantes en un grave peligro.
La película hace lo que muchas otras producciones están haciendo en la actualidad: hacer todo lo posible por apelar al gusto del mercado chino, después de todo es uno de los sectores más redituables para el cine, digo, solo vean cuantos chinos hay en el mundo, creo que la cifra oficial es  tres chingamadrales y medio. Esto hace que algunos personajes importantes sean interpretados por actores asiáticos, no por buscar más diversidad o por querer ser políticamente correcta, sino porque, como ya dije, es una buena forma de apelar al mercado chino. Lo que me causa mucha gracia es como aun cuando la película tiene un objetivo muy claro, la industria estadounidense se niega a ceder el protagonismo y tiene como personaje principal al clásico macho alfa lomo plateado gringo que viene a salvar el día, es decir, prácticamente el mismo plano y trillado personaje del 99% de películas de acción, pero lo que sea de cada quien, no es como que una historia sobre un tiburón gigante necesite algo más complejo que eso.
La película lanza por la boda cualquier semblante de credibilidad desde un inicio, enfocándose rápidamente en las secuencias de acción, las cuales van creciendo en escala y ridiculez conforme avanza la cinta y aunque si logran ser entretenidas, muchas de ellas se vuelven predecibles y un poco repetitivas. Este enfoque hace que los momentos más “tranquilos” se sientan un tanto aburridos, haciéndonos esperar ansiosamente la siguiente estúpida escena que involucré a algún personaje peleando con un tiburón generado por computadora, algo que por suerte sucede constantemente, pero que nunca se eleva más allá de esa ridícula noción.
Va a sonar muy raro pero aunque los efectos especiales no sean espectaculares, siguen siendo demasiado buenos para este tipo de producciones. Me explico (o al menos lo intento). Parte de la gracia de las películas de bajo presupuesto es hacernos reír, casi siempre por accidente, con lo malo de los efectos visuales, agregando una buena dosis de comedia involuntaria, algo que no existe en Megalodón. No me malentiendan, el tiburón se sigue viendo tan real como un billete de veinticinco pesos, sobre todo cuando interactúa con actores, pero carece de ese elemento de “es tan malo que es bueno” que usualmente adorna a los malos efectos especiales.
No creo que nadie se sorprenda cuando digo que Megalodón es una mala película y hasta cierto punto ese es el “encanto” que intenta alcanzar la producción pero que, por lo menos en mi opinión, nunca logra. Dicho esto, la película puede ser entretenida bajo las circunstancias adecuadas, es decir en un cómodo sillón en una sala, con mucho alcohol, comida chatarra a la mano y rodeado de amistades que estén listas para reírse de algo tan ridículo y tonto como Megalodón. La película es un buen rato siempre y cuando sepan de antemano que van a ver un “churro”, pero aun así no es lo suficientemente entretenida como para tener que verla en la pantalla grande.

Megalodón: 2/5. Meh.
 
 
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Terror Profundo (2016), El Exorcista de Tiburones (2015), El Espanta Tiburones (2004)… ¿Qué? Esa también es de tiburones ¿No? :V
No tan buena como: Alerta en lo Profundo (1999), La serie Sharknado (2013 - ¿?), Sharktopus (2010) y mejor ahí le paro porque la cantidad de películas de tiburones es más extensa que los granos de arena en una playa…

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