Siempre
trato de hablar de una película y juzgarla por sus propios méritos, decir que
es buena o mala independientemente de lo que pueda desarrollarse a su alrededor
pero déjenme decirles que en este caso ni siquiera voy a intentar hacer eso. No
dudo que el equipo creativo detrás de El
Día de la Unión en verdad tenga buenas intenciones pero el producto final, además
de ser una mala película, me parece de mal gusto. No me malentiendan, no creo
que se deba boicotear o que la gente deba sentirse indignada, ya estamos
grandecitos y cada quien sabrá como sentirse después de ver esta película, lo
que digo es que A MÍ me pareció de mal gusto.
En El Día de la Unión veremos una dramatización
del temblor que ocurrió en el Distrito Federal (ahora Ciudad de México) el 19
de Septiembre de 1985. Un día como cualquier otro en la agitada capital es interrumpido
cuando un fuerte terremoto que azota la ciudad. Desesperado la repentina
tragedia, Max (Kuno Becker) trata de llegar a lo más profundo de un edificio
colapsado para rescatar a su hijo sin saber si el niño se encuentra vivo o
muerto.
Dentro de la
campaña publicitaria para esta película se anuncia que se trata de un homenaje
hacia las víctimas del temblor del 85 y del 2017, y no dudo que esa sea la intención,
pero el lanzar una película en honor a una tragedia justo un año después de la
misma me parece demasiado pronto y por ello de mal gusto, por lo menos en la
manera en que este “tributo” toma forma. La película nos cuenta una historia
ficticia sobre un periodista y su hijo, además de una subtrama sobre un político
corrupto que termina siendo un villano de caricatura cuyas motivaciones son ridículas
y sin ningún sentido, como si la película creyera que el drama de un desastre
natural no fuese suficiente y deba insertar un antagonista que, a final de
cuentas, no termina aportando nada de valor a la historia.
Otro
elemento mal empleado en mi opinión es una subtrama sobre una periodista que
reporta la tragedia. Pienso que este elemento está mal utilizado porque, al
igual que el villano, no aporta nada a la historia principal, sólo es una
excusa para que el filme pueda insertar documentación real que existe sobre
esta tragedia. Llámenme exagerado si quieren, pero ver los destrozos y la
verdadera angustia que la gente sufrió durante el terremoto del 85 es verdaderamente
estremecedor, la única forma de no sentir nada al ver estas escenas es si están
muertos por dentro, pero la forma en que El
Día de la Unión decide implementarlas raya en el amarillismo.
Normalmente
no tengo ningún problema con dramatizaciones de eventos reales, pero si esta película
en verdad es dedicada en honor a aquellos que sufrieron en carne propia estos
desastres ¿Por qué no hacer una cinta sobre esas personas? Sobre los cientos de
historias reales que ocurrieron, un documental bien investigado sobre los
hechos de ese día ¿Por qué la necesidad de inventar algo? Porque un documental
no serviría para impulsar la carrera de Kuno Becker, quien escribe, actúa y
dirige la producción. Y ya que estamos en eso, el dialogo es robótico y poco creíble,
diría que se siente como si una inteligencia artificial sin ningún entendimiento
sobre como hablan los seres humanos lo escribió, pero eso implicaría decir que
el guionista tiene inteligencia de cualquier tipo; las actuaciones son de nivel
de telenovela chafa y la dirección raya en lo mediocre.
Tal vez es
solo idea mía, tal vez mi retorcida mente es la que me hace ver algo que en
realidad no está ahí, pero siento que la producción busca colgarse de una verdadera
tragedia para tratar de impulsar la carrera de Kuno Becker y quiere escudarse
de cualquier tipo de crítica diciendo que es un “homenaje”, algo que me parece verdaderamente
repulsivo. De nuevo, no dudo que haya buenas intenciones detrás del filme, pero
el producto final deja mucho que desear. Como película El Día de la Unión es mala y como homenaje me parece de mal gusto,
sin embargo, supuestamente parte de lo que se recaude en taquilla se donará en
beneficio a los damnificados del terremoto del año parado y si ese en verdad es
el caso, entonces valdría la pena apoyar la cinta, eso no cambia que sea una
mala película, pero si esta donación en verdad es real demostraría que las
buenas intenciones de la producción no son solamente “de dientes pa´ fuera”. Lo
mejor que puedo decirles es que la vean y formen su propia opinión, pero en lo
particular El Día de la Unión me dejo
con un mal sabor de boca y no porque toque un tema delicado sino por la forma
en que decide exponer dicho tema.
El Día de la
Unión: 1/5. Mala.
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