La historias
que se encuentran bajo el dominio público son grandiosas para hacer películas:
tienes que poner poco o nulo esfuerzo en una historia que ya todo el mundo
conoce, no tienes que pagarle derechos de autor a nadie y, tal vez lo mejor de
todo, compañías multimillonarias no pueden hacer nada si “por casualidad” tu
producción se cuelga de la fama de alguna otra cinta mucho más famosa y
exitosa, por lo menos creo que eso es lo que pensaban los productores detrás de
La Sirenita, una reinterpretación de
un cuento clásico cuyo mayor logro es poder decir que salió antes que la inevitable
versión “live action” que, estoy casi seguro, Disney hará más temprano que
tarde.
En La Sirenita veremos la historia de amor
entre un chico y una creatura mitad pez (cualquier similitud con La Forma del Agua es mera coincidencia…
quiero creer…). Cam Harriison (William Moseley) es un joven reportero que se
encarga de cuidar de su sobrina Elle (Loreto Peralta) quien desafortunadamente
es huérfana y se ve afligida por una misteriosa enfermedad. Siguiendo la pista
de lo que podría ser una bebida milagrosa capaz de curar cualquier enfermedad,
Cam y Elle llegan a Missisipi donde se toparan con una sirena llamada Elizabeth
(Poppy Drayton) que se encuentra atrapada por un malvado hechicero.
Lo primero
que habrán notado es que esta película no es precisamente un remake de la
historia clásica o de la versión Disney de la misma, lo cual ayuda a distinguir
aunque sea un poco a la producción. La historia es una supuesta continuación a
la historia, pero no se trata precisamente de una secuela. La “precuela” de la
trama se nos cuenta mediante una sencilla animación que en menos de dos minutos
nos deja saber todo lo que necesitamos para entender el resto de la cinta,
lamentablemente cuando esos dos minutos terminan, la calidad de la producción cae
en picada sin ningún a señal de poder mejorar.
Voy a sonar
demasiado cruel y elitista, pero no hay otra forma de decirlo: toda la producción
se siente “barata”. La calidad de los escenarios, el vestuario, las actuaciones
y los “efectos especiales” (y uso ese término MUY generosamente) gritan “película
infantil para televisión”. Voy a sonar tan mamón como siempre, pero la calidad
de esta versión de La Sirenita no está
ni de cerca con lo que se podría esperar de una producción para cine, de hecho
parece más un capítulo de serie infantil como Escalofríos o ¿Le Temes a la
Oscuridad?, algo que no es precisamente malo pero que, por lo menos en mi
estirada, elitista y amargada opinión no tiene ningún motivo para existir en la
pantalla grande.
Y siguiendo
con mis malhumoradas quejas de viejito amargado, la trama cuenta con innumerables
hoyos argumentales. Es cierto, buscar lógica en lo que esencialmente es un
cuento de hadas es contraproducente, pero la película ni siquiera se toma la
molestia de seguir sus propias reglas, haciendo que los personajes digan o
hagan algo en una escena y a la siguiente se contradigan solo para que la trama
siga avanzando. Lo peor de todo es que siempre que nos topamos con una contradicción
o una falla en la lógica la trama se escuda diciendo “¡Es magia! No tenemos que
explicar nada… o tener algo remotamente similar a coherencia”, lo cual podría
ser el caso en un cuento de hadas bien planteado, pero aquí se siente como una
excusa para justificar a un guionista perezoso e incompetente.
Suena a que
odie esta película y casi lo hice, pero no. La verdad es que simplemente estoy
demasiado viejo para este tipo de cosas. La producción está claramente enfocada
a un público de muy, MUY corta edad, y no creo que nadie fuera de ese grupo
pueda disfrutar realmente de esta producción. Para mí la cinta fue casi una
total pérdida de tiempo, y digo casi porque me atrevería a verla de nuevo cuando
tenga insomnio, ya que me resulto tan aburrida que casi me quedo dormido. Aun
si tiene niños pequeños que quieran verla en el cine, yo les recomendaría que
esperen a verla en televisión abierta o en algún servicio de streaming, ya que
su calidad es tan pobre que en verdad no merece el costo del boleto de entrada
al cine.
La Sirenita:
1/5. Mala.
No tan buena
como: Tritón por Accidente (1999), La Sirenita (1989)
Mejor que:
El Pájaro Loco (2017). El tema tiene poco o nada que ver pero al menos La Sirenita no es la peor película
infantil que he visto en el año, por lo menos debo darle ese pequeño crédito.
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