viernes, 30 de noviembre de 2018

Cine Barato: El Papa Francisco: Un Hombre de Palabra


No sé qué decirles… si no fuese por mi obsesión por ver todo lo que pueda en el cine, no tendría ni el más mínimo interés en ver El Papa Francisco: Un Hombre de Palabra ¿Un documental religiosos? Creo que preferiría ser pateado en la cara durante hora y media y tendría una experiencia ligeramente más agradable; muy, muy, MUY afortunadamente, la producción NO es una de esas herramientas de adoctrinamiento religioso que odio con toda mi pútrida alma, la cinta se limita a presentar solo algunas de las ideas del actual Papa, no marcándolas como reglas estrictas o “verdades universales”, ni siquiera como posturas de la iglesia católica sino las propias ideas personales del Papa Francisco, y lo siento mucho, pero me es imposible no simpatizar con un Papa que tiene su propio disco de Pop-Rock… esto no tiene nada que ver con el propio documental, pero no me pueden negar que el sujeto es bastante senshillito y carimatico.
Me gustaría poder contarles la estructura del documental, pero en realidad no hay ninguna y eso suena peor de lo que verdaderamente es. En El Papa Francisco: Un Hombre de Palabra vemos al Papa dando algunos discurso en varias conferencias y de vez en cuando, en un entorno más “privado”, diálogos del mismo Papa presentándonos algunas de sus ideas.
Disparidad económica, cambio climático, la estructura familiar “tradicional”, avances de la ciencia y evidentemente teología son solo algunos de los temas que toca esta producción, sin embargo nunca se profundiza en ninguno de ellos, lo cual suena bastante mal pero creo que este acercamiento tan generalizado sirve para transmitir el mensaje del documental. El filme no es de esos que te dice que si no sigues las reglas de la iglesia te vas a pudrir en el infierno, cosa que es precisamente lo que tanto odio de las películas religiosas, su autoritarismo. El mensaje es un poco más vago y tal vez demasiado obvio: Si no nos ponemos de acuerdo en solucionar los problemas del mundo nos va a cargar la chingada a todos por igual, sin importar clase social, raza o religión, lo cual tal vez suena demasiado a discurso de un sucio hippie, pero creo que es una postura lógica independientemente de cualquier tipo de ángulo por el que se le quiera ver.
Esta generalización hace que no se tenga demasiado tiempo para profundizar en los temas que se tocan, aunque hay algunos que se mencionan más vagamente que otros ya que, evidentemente resultan incomodos para la religión católica, como lo es su postura ante la comunidad gay y el tema más escabroso e incómodo para esta organización religiosa, los casos de pederastia y abuso sexual dentro de la propia iglesia. Es cierto, estos temas se sienten mucho menos desarrollados que el resto, pero lo que me sorprende un poco es que la producción se atreve a mencionarlos y no a fingir que dichos problemas no existen, lo cual es un buen comienzo, uno muy pequeño y bástate tardío pero un comienzo a fin de cuentas, además de que al hablar de estos temas (y todos los de la película en general) nunca se siente que la producción se dé “baños de pureza” ni que le hable de manera condescendiente al público. Buscando “el prietito en el arroz”, y porque no debo perder mis posturas de sínico malhumorado, lo que si me resulta incómodo es que se excluye completamente la separación de la iglesia y el estado entre a larga lista de temas… demasiado conveniente ¿no?
Otra vez, no sé qué más les puedo decir. La gran “falla” de la producción es que a pesar de tocar muchos temas no ofrece ninguna solución a los mismos, por lo menos no de forma concreta, pero en mi opinión esa no es su intención, su objetico principal es tratar de abrir un diálogo para solucionar problemas, ojo, abrir un dialogo, no una confrontación de ideas, un dialogo que busca el bien común de toda la humanidad sin excluir a nadie. Tal vez mi propia percepción se deba a que esperaba un sermón aburrido y vomitivo de iglesia y el no tener que sufrir ese martirio me dejo un buen sabor de boca, sin embrago, aunque no considero que la producción sea mala tampoco creo que logre llamar a la atención de un público laico, lo cual es un tanto triste ya que ese es precisamente el que se pretende alcanzar y aunque no puedo decir que la pasé mal, tampoco tengo la intención o necesidad de ver este documental de nuevo. El Papa Francisco: Un Hombre de Palabra no es una exaltación ni de la iglesia ni de sus dirigentes, ni siquiera de sus propias posturas teologías, es una exposición que invita al dialogo. No es precisamente algo que llamaría “divertido” pero creo la producción sí podría resultar un interesante punto de partida para más de una conversación y ¡Hey! El documental termina con un chiste contado por el propio Papa, un chiste blanco y un tanto soso, pero hay que admitir que eso suena muy extraño y es algo que definitivamente no se ve todos los días.

EL Papa Francisco: Un Hombre de Palabra: 3/5
 
 
 
 
 
 
Mejor que: Dos Coronas (2017), Fátima: El Último Misterio (2017). No saben cómo ODIO ese último disque documental, mierda como esa es la que me hace prejuicioso en cuanto a películas religiosas.

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