En cuanto al
dilema entre ver un documental y un drama histórico, no creo que un formato sea
mejor que el otro, cada uno tiene cualidades distintas aun cuando se trate un
mismo tema, pero si tengo la oportunidad de elegir casi siempre escogería el
drama histórico ¿Qué les puedo decir? Me gusta una estructura narrativa bien
definida, incluso cuando es una historia de la vida real, aunque entiendo que
no todos comparten esa opinión. Esto lo menciono porque tal vez la idea de ver
un drama sobre Neil Armstrong no parezca nada atractivo, después de todo ya
sabemos cómo termina la historia, pero aun
así creo que lo que nos ofrece El
Primer Hombre en la Luna puede resultar interesante.
Esta es la
parte en la que les hago una pequeña sinopsis de la trama, afortunadamente El Primer Hombre en la Luna es un título
que habla por sí sólo.
La película
trata de adentrar al espectador en la cabeza del astronauta Neil Armstrong y lo
que pasa por su mente durante todo el proceso que lo llevo a los libros de
historia, algo que se logra por breves momentos, sobre todo al principio y al
final de la cinta, pero que no termina de funcionar, algo que, en mi opinión,
se debe a Ryan Gosling. No es que sea mal actor, pero no creo que le quede bien
este papel en particular. La actuación de Gosling es sutil, tal vez demasiado,
y parece que le es difícil mostrar cualquier tipo de emoción, algo que quizá fuese
la intención de la producción, mostrarnos a su personaje como “el héroe estoico”
de la historia, pero esto hace que sea difícil empatizar con él. En contraste,
Claire Foy, quien interpreta a Janet Armstrong, esposa de Neil, nos deja ver
una gama mucho más amplia de emociones y creo que al final resulta un personaje
mucho más interesante que el propio Neil Armstrong, al menos dentro de esta
película.
No hay otra
forma de decirlo, la trama se mueve a un ritmo muy lento, y aunque me duela
mucho decirlo, esto la puede hacer ver aburrida para la mayoría del público,
algo que tampoco ayuda es que, como dije desde el principio, técnicamente ya
sabemos en que termina la historia, digo, el titulo no es demasiado sutil que
digamos.
Bien, lo
admito, hasta ahora no estoy haciendo un buen trabajo al hablar de la producción,
pero lo crean o no la película SÍ me gustó mucho debido al aspecto técnico. Los
efectos especiales hacen un espléndido trabajo en darnos una (quiero creer)
acertada recreación de la experiencia de un astronauta, poniéndonos prácticamente
en el asiento de una vehículo de la NASA y dejándonos experimentar el asombro,
los nervios, el miedo y la emoción de un viaje espacial. Tal vez sólo sea cosa mía,
pero la idea de viajar por el espacio en lo que esencialmente es una lata, una
de alta tecnología pero a fin de cuentas una lata, es tanto fascinante como
aterrador al mismo tiempo, noción que la película logra expresar bastante bien.
Agreguen a esto el bello trabajo de cinematografía y fotografía de la producción
y tenemos el paquete completo.
Tristemente El Primer Hombre en la Luna es una de
esas películas que no es para todo el mundo y pienso que para poder disfrutarla
plenamente se deberá contar con un gusto previo sobre historia, tecnología y la
exploración espacial en general, sin embargo creo que la experiencia que nos
brinda es una de esas que se deben experimentar por lo menos una vez en la vida
y la única forma “correcta” de hacerlo es verla en la pantalla grande. Tal vez
suene exagerado, pero aunque el camino pueda ser largo y algo tedioso, los últimos
treinta minutos del filme son verdaderamente excelentes y son suficientes como
para recomendarles que la vean en el cine.
El Primer
Hombre en la Luna: 3/5. Buena.
No me atrevo
a decir que tan buena o mala es a comparación de otra películas similares, lo único
que diré es que si disfrutaron de cintas como Apolo 13 (1995), o El
Marciano (2015) denle una oportunidad a El
Primer Hombre en la Luna.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario