La
versatilidad de Will Smith sigue sorprendiéndome; puede protagonizar historias
enternecedoras como En Busca de la
Felicidad (2006) o churros intragables como Después de la Tierra (2013) sin que ello afecte su carrea, la cual,
al igual que él, parece ser inmortal. Aunque el drama se le dé bien, en lo
personal me agrada ver que Will Smith puede retomar papeles de acción e
inyectarlos con su carisma, y aunque Proyecto
Géminis no sea el mejor ejemplo de ello, no deja de ser una distracción
entretenida.
En Proyecto Géminis veremos a un asesino
profesional tratando de escapar de un misterioso adversario. Henry Brogan (Will
Smith) es un asesino a sueldo que trabaja para el gobierno de Estados Unidos.
Debido al estrés que implica su trabajo y a su relativo envejecimiento, Brogan
decide retirarse de su “negocio”, sin embargo, al conocer demasiados secretos
oscuros, su propio gobierno intentara matarlo, para lo cual se activa el
llamado “Proyecto Géminis”, un operativo que pretende poner a prueba una nueva
y mejorada generación de asesinos.
Perdón por
irme por la tangente, pero tengo que mencionarlo: Que pésimo trabajo de mercadotecnia
tiene esta película. Casi todo el material promocional del filme revela
inmediatamente algo que hubiese sido un giro interesante de la trama, y sí el
estudio no le importa la integridad de la historia ¿Por qué debería interesarme
a mí? El protagonista es perseguido por su propio clon, lo cual le da un corte
de ciencia ficción a la trama que me agrada (ya saben sobre mi casi
incondicional amor por el género) pero esta revelación, además de ser arruinada
por el mismo tráiler, hace que se pierda la oportunidad de darle un poco más de
“misterio” a la historia.
El punto
fuerte de la producción son los efectos especiales, aunque no en el sentido en
que uno podría pensar en un principio. Aquí no veremos grandes explosiones o
sorprendentes escenarios creados por computadora, el enfoque de los efectos
visuales está en la tecnología de “motion capture” que hace que Will Smith
pueda interpretar dos papeles a la vez: El mismo y su versión mucho más joven,
y lo que sea de cada quien, ese efecto visual es sorprendente, aunque
francamente no estoy seguro de que sea un efecto por computadora y pienso que
en lugar de eso es una prueba de que Will Smith es un vampiro inmortal que no
envejece o que, ahora, envejece a la inversa.
Puede que la
prioridad del filme sea presumir el efecto especial de “rejuvenecimiento”, pero
hay que dar honor a quien honor merece en las secuencias de acción. Pueden no
verse tan espectaculares como en otras súper producciones hollywoodenses, pero
el trabajo de edición, la buena coreografía y la pericia de los dobles de
acción hacen que las persecuciones y balaceras sean muy entretenidas. Puede que
Will Smith sea el protagonista incondicional, pero en ante mis ojos, los dobles
de acción son los verdaderos héroes en esta cinta.
Lamentablemente
no hay mucho más que decir. La historia no es precisamente original, es la
versión 152, 452 del típico “agente perseguido por su propio gobierno”, y
aunque el toque de ciencia ficción le da un poco de identidad propia, eso no
evita que la historia sea predecible. El filme se toma demasiado en serio así
mismo, lo que provoca varios momentos de comedia involuntaria, sobre todo en el
clímax que es bastante ridículo pero que la producción pretende hacer pasar por
dramático. Proyecto Géminis es un
churro, una de esas películas que sirven para distraerte un rato y nada más, y
aunque esto suena mal, a veces es todo lo que se necesita para entretenerte una
tarde “de flojera”, especialmente si se está de humor para ver una película que
no exige demasiado a su público. Proyecto
Géminis es entretenida pero no lo suficiente como para ir a verla al cine,
mejor esperen a que salga por televisión abierta o streming.
Proyecto
Géminis: 2/5. Meh.
Mejor que:
Después de la Tierra (2013).
No tan buena
como: Contracara (1997) Esa no es de Will Smith, pero Proyecto Géminis tiene una vibra muy parecida a Contracara.
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