Una prueba
infalible para valorar la calidad de una película es que esta se capaz de atrapar
por completo tu atención, lo cual es mucho más fácil decir que hacer.
Obviamente nos inclinamos hacia las producciones que nos resultan familiares,
ya sea un género, un actor, director o algún otro elemento con el que estemos
familiarizados, pero una buena película es capaz de atraparte aun cuando en un
principio no tengas ningún interés en la misma, eso es lo que me paso a mí con Contra lo Imposible, que al tratarse de
un “drama histórico” sobre automovilismo, tema del que no tengo mucho interés
que digamos, logra darnos una cinta verdaderamente cautivadora en más de un
sentido.
En Contra lo Imposible veremos la historia
de un grupo de personas unidas por su pasión por el automovilismo. Después de
una negociación que no llegó a buen término, la rivalidad entre las empresas automovilísticas
Ford y Ferrari aumenta, no solo en el ámbito comercial si no hasta de manera
personal para los dueños de ambas empresas, Henry Ford II (Tracy Letts) y Enzo
Ferrari (Remo Girone). Para demostrar que es capaz de ganarle a su rival en su
propio juego, Ford reunirá un grupo de ingenieros, diseñadores, mecánicos y
pilotos con el objetivo de crear un auto capaz de vencer a Ferrari. Liderados
por Carroll Shelby (Maatt Damon) y Ken Miles (Christian Bale), todo el equipo
pondrá a prueba no solo sus capacidades si no las de sus propias maquinas.
Aunque el
filme si utiliza muchas de las convenciones ya muy vistas de películas
deportivas, la cinta es mucho más que una historia de “carreritas” o el típico
cuento de “blanca nieves” donde un “desconocido” logra la gloria mediante un
triunfo deportivo inimaginable, esto gracias al guion y al reparto. Lo más
interesante del filme son sus personajes y las diferentes interacciones entre
todos ellos, haciendo que cada participante pueda desenvolverse en más de una
sola faceta, como por ejemplo el personaje de Ken Miles, que debe balancear su
vida familiar con la laboral, sus propios sueños y esperanzas, además de no
descuidar su faceta de padre amoroso, todo ello dándonos un personaje bastante
completo, cierto, esto debe ser un poco más “fácil” debido a que estamos viendo
la dramatización de eventos reales, pero el hecho de que se puedan manejar
tantas facetas a la vez sin que ninguna de ella se sienta fuera de lugar es
algo sobresaliente. Y solo estoy daño el ejemplo del personaje interpretado por
Christian Bale, pero a la verdad es que todo el reparto logra inyectar esa
misma esencia multifacética a todos los personajes.
El filme no
evita mostrar su favoritismo por cierta versión de la historia, por lo que no
es demasiado sorprendente ver a una producción estadounidense mostrar a Ford
como el protagonista y Ferrari, una empresa “extranjera” como los antagonistas,
pero por suerte esto no se pinta como un simple “buenos contra malos”. A pesar
de que muchos personajes y sus historias se ven entrelazadas gracias al factor
común del automovilismo, todos ellos no dejan de tener ideales y motivaciones
propias, los cual los hace chocar entre ellos aun cuando, técnicamente, todos
sean parte de un mismo equipo. Aquí no hay verdaderos “malos” ni “buenos”, solo
personas con diferentes puntos de vista.
Las escenas
de carreras, debatiblemente el platillo principal de la cinta, logran ser tanto
entretenías como emotivas. El filme podría mostrarnos solo un montón de
carreras una tras otras, pero en lugar de ello se toma su tiempo para
mostrarnos lo que está en juego, de dejaros ver la verdadera pasión detrás del
deporte, lo cual lleva su tiempo pero la espera definitivamente vale la pena,
haciendo que al final algo tan “sencillo” como hacer un cambio de velocidades
sea una experiencia muy emocionante.
Quede
fascinado con Contra lo Imposible,
aunque no estoy seguro si esto se debe a mi propio desconocimiento sobre
automovilismo, pero quiero imaginar que si tuviera siquiera la más mínima
noción sobre el tema amaría aún más esta película. Puede que no sepa de autos,
carreras europeas o ingeniería, pero el filme logra retratar la pasión que hay
detrás de todo este mundo, y aunque esto no me convierta en un aficionado de
este deporte, por lo menos me hace comprender más a aquellos que comparten ese
entusiasmo. Para fingir imparcialidad creo que debo señalar algo “malo” dentro
del filme, y eso sería que es bastante largo, pero francamente incluso eso es
una crítica sin fundamento ya que cada escena resulta importante para toda la
trama, todo se une de manera casi perfecta para mantener las cosas en marcha,
cual motor bien ajustado… perdón por la analogía nada original, no podía evitarlo.
Si tienen la oportunidad vean contra lo Imposible, y aunque no creo que sea del
todo necesario para disfrutar de su historia, véanla en la pantalla grande para
apreciar por completo esas secuencias de carreras, solo por ello ya vale la
pena ir al cine.
Contra lo
Imposible: 4/5. Muy buena.
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