No toda
película está hecha para todo tipo de público y la causa no siempre se limita a
un gusto personal. Algunas producciones tienen a un único público objetivo y es
a ese tipo de espectador al que se pretende entretener y a nadie más. Todo esto
no es más que mi forma de intentar aminorar el golpe cuando diga que, a pesar
de que Jugando con Fuego sea una
película bastante mala, creo que podría entretener a un público infantil de muy
corta edad, digo, no creo que la forma de hacerlo sea buena, pero logra su
cometido.
En Jugando con Fuego veremos a un grupo de
rescatistas cuidando a unos traviesos niños. Jake Carson (John Cena) está a
cargo de una estación de bomberos en California, siendo uno de los mejores en
su trabajo gracias a su disciplina y seriedad. Tras rescatar a de un incendio a
Brynn (Brianna Hildebrand), Will (Christian Convery) y Zoey (Fonley Rose), Jake
y su grupo de rescatistas deberán cuidar a los tres niños hasta que sus padres
vayan a recogerlos a la estación, lo cual pondrá de cabeza toda la vida de
estos bomberos.
El único
ángulo “original” del filme es hacer que el protagonista sea un bombero, de ahí
en más TODO elemento del filme ya se ha visto antes en un sinfín de películas
similares. La rutina del macho Alpha, rudo y macho cuyo corazón es alcanzado
por un grupo de tiernos niños ya se ha visto antes, como en Un Detective en el Kínder (1990), Una Niñera a Prueba de Balas (2005) o Hada por Accidente (2010), todas ellas
ejecutando esta fórmula de mejor manera.
El humor es
muy simplón. 50 % es personas cayendo al suelo, 35% pedos y mierda, 10%
malentendidos de comedia romántica y 5% cualquier otro tipo de “chiste”. No
estoy seguro de si se está tratando de ser gracioso o solo es otra forma de
vender producto, pero la película tiene una fuerte fijación por “Mi Pequeño
Pony”, lo cual indirectamente hace que la cinta se convierta en OTRO comercial
de juguetes.
El casting
es un desastre y no solo por las malas actuaciones. A pesar de que John Cena
quiera hacer el papel de hombre rudo, tiene un aire demasiado bonachón, digo,
eso no cambia el hecho de que probablemente podría romperme todos los huesos
del cuerpo usando solo su dedo meñique, pero su personalidad no encaja con el
de su personaje. Los niños tienen el mismo problema, en una escena actuando
como bebes que apenas y pueden hablar, en otras como si tuvieran daño cerebral
y en otras lo suficientemente maduros y razonables como para dar consejos de
vida a un motón de adultos. La inconsistencia resulta más confusa que graciosa.
Lo único que
puedo decir a favor de Jugando con Fuego es que no me aburrió, no me divirtió
tampoco pero por lo menos no me hizo dormir. El humor es demasiado simple, las
actuaciones malas y la trama dolorosamente predecible. Como dije al principio,
solo niños muy pequeños podrían disfrutar esta cinta, y aun así, creo que hay
muchas otras opciones mejores.
Jugando con
Fuego: 1/5. Mala.
Mejor que:
Parque Mágico (2019)
No tan buena
como: Dora y la Ciudad Perdida (2019)
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